Como nunca, me hallaba en franco reposo disfrutando plácidamente de las noticias publicadas en mi diminuta pantalla; cuando, de pronto, desaparece el texto y surge un inconfundible perfil femenino que claramente destaca por sobre unas luces iridiscentes y azuladas propias de la reciente IA y, al instante, una sonora voz programada, iba acompañando las bondades e importancia de la teta. Sí, Choche, tal como lo lees, reiteradamente hacía alusión a la…teta.
-¿Qué cosa? ¿Cómo dices que dijiste?
Las antenas se pusieron en estado de alerta
máxima. Todavía una plácida tibieza inundaba desde abajo mi puerco; sin
embargo, todo yo me puse de puntas y nuevamente esa extraña pero convincente
voz volvió a mencionar el término teta una y otra vez. Ahora estaba seguro de
no haber escuchado erróneamente y me metí de cajón en la escucha y ya era todo
orejas, concentración e imaginación en grado máximo.
Conforme iba escuchando con especial atención sus
sugestivas palabras acerca de las increíbles maravillas que despertaba la teta
como elemento único en el mundo, quedaba más estup…efacto que nunca y al toque
se me prendió mi pequeña velita (parecía una de cumpleaños; todo, por ausencia absoluta
de liquidez) y como una inhalación venida desde mis bajos escarceos primitivos,
apareció una conocida, manipulada y turgente imagen cónica…pero multiplicada
por dos; pues sin querer queriendo, en el acto, aparecieron con paso redoblado
desde las profundidades de mis pasiones, aquella incomparable delantera de mi querida
prima Tetis; que, la verdad, en una etapa difícil de mi adolescente eran el
farol de mi existencia y ambas, en mi frágil estado comatoso, eran las puntas obligadas
que me señalaban la posterior conquista de su plaza entera.
Pero, pasado un instante, y ya más calmado,
frío y sereno, intuía que no se trataba de ese tipo de tetas, pero continuaba
pensando en escoger otra versión, clase o tipo. Ahora imaginaba que dicho
artefacto estaba íntimamente relacionado con la madre nutricia y en mi mente se
clavó una imponente ubre de vaca; más, tampoco se trataba de ese surtidor lácteo
de toda mi vida erótica. Finalmente, el entusiasta expositor recalcó que tal
hallazgo no precisaba de máquinas, instrumentos, ni de algunos otros artilugios
materiales para ser dueño de este importantísimo recurso humano tan olvidado por
la especie humana a pesar de haber sido logrado por Thomas Alva Edison tras
varios intentos efectuados en su laboratorio.
Continué informándome y ahora sabía, sin lugar
a dudas, que se trataba de aquellas otras ondas cerebrales tomadas bajo la
misma denominación; específicamente de la clasificadas como Ondas Theta, presentes
desde siempre; que progresaron con nuestra evolución, y ahora, casi solo estaban
activas en nuestra niñez y después iban apagándose hasta desaparecer en la
adultez, donde, obviamente, permanecen latentes solo dependía de saberlas activar
nuevamente y conseguir el seguro camino al éxito.
Continué escuchando la charla y seguía más
interesado que nunca, sólo me quedaba buscar esta Onda Theta a como dé lugar;
teta que sería capaz de cambiar mi perra vida y con mayor urgencia mi muy limitado
capital y mis desaparecidos fondos. Es así que el mencionado relator hizo
referencia a Nikola Tesla y sus profundas investigaciones sobre el desarrollo
del pensamiento creativo, pues había descubierto que era el punto esencial para
el desarrollo individual y de la persona humana.
Todo iba de lo mejor, sobre todo porque el
fulano dijo que el conseguirla era de lo más fácil del mundo; tan sólo bastaba
con unos cuantos ejercicios de respiración en cualquier sitio disponible de la
casa; el empleo de otras asanas básicas de Yoga, así como sesiones cortas de concentración
y meditación. Esto, indudablemente, era la parte más interesante en vista de conocerlas
y practicarlas constantemente.
Suponía que el Choche relator ya estaba pronto
a terminar con la convincente exposición y en ese momento tan solo reparaba que
el fulano era muy buena gente en su propuesta; que lo estaba haciendo de la
mejor forma y con la sana intención de llegar a la mayor cantidad de público
sin importar costos de la edición del apoyo publicitario, del excelente trabajo
realizado; pues, sin lugar a dudas, que se trataba de una inconfundible y
loable acción social digna de admirar en esta época.
De pronto y sorprendentemente concluyó
diciendo:
-“No olvides, amigo, que con la
adquisición de esta Theta, tendrás asegurada la facultad de poder recobrar y disponer del medio más fácil y sin
mayores costos, que hará de ti otra persona…capaz de recuperar tu pensamiento
creativo, hacerlo mucho más profundo y funcional, hasta superar con creces tu
IQ; confirmándote un avance sin límites que hará posible que alcances mejores
metas y puedas potenciar capacidades nuevas que te permitan aprender y establecer
objetivos jamás soñados…”
Ya estaba a punto de cerrar mi
pantallita…cuando surgió una recomendación final:
-“Estimado amigo, tomando en consideración la
gran cantidad de pedidos del exterior que en el momento alcanzan a 98 712 mensajes
enviados desde las latitudes más increíbles, es que nos hemos visto obligados a
preparar una información virtual sumamente explícita que te hará posible
acceder simple y fácilmente a estos conocimientos superiores previo un cómodo
pago de ciento cincuenta euros; para ello tan solo será suficiente clickear el
aviso inferior de color azul que está apareciendo en el momento.”
En buena hora que se escondió esta teta, porque
prefiero las de mi prima Tetis. ¡Palabra que sí!
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