domingo, 20 de octubre de 2024

EL PODER DE LA TETA

Como nunca, me hallaba en franco reposo disfrutando plácidamente de las noticias publicadas en mi diminuta pantalla; cuando, de pronto, desaparece el texto y surge un inconfundible perfil femenino que claramente destaca por sobre unas luces iridiscentes y azuladas propias de la reciente IA y, al instante, una sonora voz programada, iba acompañando las bondades e importancia de la teta. Sí, Choche, tal como lo lees, reiteradamente hacía alusión a la…teta.

-¿Qué cosa? ¿Cómo dices que dijiste?

Las antenas se pusieron en estado de alerta máxima. Todavía una plácida tibieza inundaba desde abajo mi puerco; sin embargo, todo yo me puse de puntas y nuevamente esa extraña pero convincente voz volvió a mencionar el término teta una y otra vez. Ahora estaba seguro de no haber escuchado erróneamente y me metí de cajón en la escucha y ya era todo orejas, concentración e imaginación en grado máximo.

Conforme iba escuchando con especial atención sus sugestivas palabras acerca de las increíbles maravillas que despertaba la teta como elemento único en el mundo, quedaba más estup…efacto que nunca y al toque se me prendió mi pequeña velita (parecía una de cumpleaños; todo, por ausencia absoluta de liquidez) y como una inhalación venida desde mis bajos escarceos primitivos, apareció una conocida, manipulada y turgente imagen cónica…pero multiplicada por dos; pues sin querer queriendo, en el acto, aparecieron con paso redoblado desde las profundidades de mis pasiones, aquella incomparable delantera de mi querida prima Tetis; que, la verdad, en una etapa difícil de mi adolescente eran el farol de mi existencia y ambas, en mi frágil estado comatoso, eran las puntas obligadas que me señalaban la posterior conquista de su plaza entera.

Pero, pasado un instante, y ya más calmado, frío y sereno, intuía que no se trataba de ese tipo de tetas, pero continuaba pensando en escoger otra versión, clase o tipo. Ahora imaginaba que dicho artefacto estaba íntimamente relacionado con la madre nutricia y en mi mente se clavó una imponente ubre de vaca; más, tampoco se trataba de ese surtidor lácteo de toda mi vida erótica. Finalmente, el entusiasta expositor recalcó que tal hallazgo no precisaba de máquinas, instrumentos, ni de algunos otros artilugios materiales para ser dueño de este importantísimo recurso humano tan olvidado por la especie humana a pesar de haber sido logrado por Thomas Alva Edison tras varios intentos efectuados en su laboratorio.

Continué informándome y ahora sabía, sin lugar a dudas, que se trataba de aquellas otras ondas cerebrales tomadas bajo la misma denominación; específicamente de la clasificadas como Ondas Theta, presentes desde siempre; que progresaron con nuestra evolución, y ahora, casi solo estaban activas en nuestra niñez y después iban apagándose hasta desaparecer en la adultez, donde, obviamente, permanecen latentes solo dependía de saberlas activar nuevamente y conseguir el seguro camino al éxito.

Continué escuchando la charla y seguía más interesado que nunca, sólo me quedaba buscar esta Onda Theta a como dé lugar; teta que sería capaz de cambiar mi perra vida y con mayor urgencia mi muy limitado capital y mis desaparecidos fondos. Es así que el mencionado relator hizo referencia a Nikola Tesla y sus profundas investigaciones sobre el desarrollo del pensamiento creativo, pues había descubierto que era el punto esencial para el desarrollo individual y de la persona humana.

Todo iba de lo mejor, sobre todo porque el fulano dijo que el conseguirla era de lo más fácil del mundo; tan sólo bastaba con unos cuantos ejercicios de respiración en cualquier sitio disponible de la casa; el empleo de otras asanas básicas de Yoga, así como sesiones cortas de concentración y meditación. Esto, indudablemente, era la parte más interesante en vista de conocerlas y practicarlas constantemente.

Suponía que el Choche relator ya estaba pronto a terminar con la convincente exposición y en ese momento tan solo reparaba que el fulano era muy buena gente en su propuesta; que lo estaba haciendo de la mejor forma y con la sana intención de llegar a la mayor cantidad de público sin importar costos de la edición del apoyo publicitario, del excelente trabajo realizado; pues, sin lugar a dudas, que se trataba de una inconfundible y loable acción social digna de admirar en esta época.

De pronto y sorprendentemente concluyó diciendo:

-“No olvides, amigo, que con la adquisición de esta Theta, tendrás asegurada la facultad de poder  recobrar y disponer del medio más fácil y sin mayores costos, que hará de ti otra persona…capaz de recuperar tu pensamiento creativo, hacerlo mucho más profundo y funcional, hasta superar con creces tu IQ; confirmándote un avance sin límites que hará posible que alcances mejores metas y puedas potenciar capacidades nuevas que te permitan aprender y establecer objetivos jamás soñados…”

Ya estaba a punto de cerrar mi pantallita…cuando surgió una recomendación final:

-“Estimado amigo, tomando en consideración la gran cantidad de pedidos del exterior que en el momento alcanzan a 98 712 mensajes enviados desde las latitudes más increíbles, es que nos hemos visto obligados a preparar una información virtual sumamente explícita que te hará posible acceder simple y fácilmente a estos conocimientos superiores previo un cómodo pago de ciento cincuenta euros; para ello tan solo será suficiente clickear el aviso inferior de color azul que está apareciendo en el momento.”

En buena hora que se escondió esta teta, porque prefiero las de mi prima Tetis. ¡Palabra que sí!

 

 

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