Que yo m´iarrecuerde… dende shempre he sabiu repetir aquella letra que se m´iaviya quedau grabada, cuando coro, de la mano, me catataban el Domingo de Carnavales y me poniyan bien pije pa´yir al desfile o Corso de Flores que debiya pasar por l´esquina del Puente Grau y tuita la jamilla se poniya d´iacuerdo pa´ catatarnos dend´el medio diya porque la marcha de las comparsas de bailarines, músicos y demás payasos qu´iacompañaban la fiesta ib´astar pa´quedarse tuito el diya; n´uimportando los chorros d´iagua con ricos olores, las serpentinas que disparaban las guapas reinas en medio de hartos grupos de estudiantinas, las encargadas de tocar y cantar esas músicas contagiosas y muy bonitas que se podiyan aprender, porque tuito el mundo las cantaba, las silbaba o gritaba el conociu ¡Apukllay! Apenas acababa una canshón, dishendo a todo pulmón:
¡Chancáme, chancáme…
Chancáme los huevos,
hasta que reviente:
Agua colorada!
¡Apukllay!
Sin lugar a dudas, era la máxima expresión de alegría colectiva. No se
sabía exactamente su origen, pero era la fiesta más esperada; porque como se
dijo en anterior publicación, este jolgorio general constituía la liberación y
rompimiento de algunas reglas cotidianas o el simple hecho de pasar buenos
momentos de júbilo y desborde popular, donde se confundían calas y loncos;
blancos mestizos y cholos en un movimiento de exaltación colectiva envuelta en
disfraces, públicas mascaradas y unos conjuntos de festivas sátiras, plenas de burla, crítica;
mucha picardía, inigualable ingenio, escondida malicia y atracción en cada
canto, en cada letra, animados por alegres sones con sabor a pampeñas que
despertaban unas ganas irresistibles de meterse dentro de una comparsa
pa´romper los caucachos de tanto zapatiar hasta terminar patacala…
Esta vez, por tuito un mes estuvimos dale que dale p´armar nuestra
estudiantina y creyo que no l´uaciyamos mal. Nuestro grupo musical consiguió
participar después de la pandilla de nuestros hermanos mayores. El problema era
el permiso a conseguir de cada uno de nuestros tatas…
-¡Mamitay… le quiero pedir algo…!
-D´iaseguro que querís plata… vos sabís que no tengo nada…
-¡No, mamitay! ¡Quiero vuestro permiso pa´yir en el desfile del
carnaval de mañana!
-¡Pa´iso no necesitáis permiso, porque vais con nosotros! Tus
hermanas, tus primos y…
-¡No! Tenemos un grupo musical… y´emos practicau tuito el mes…
-¡Ya m´imaginaba! Si los estau catiando y ya me lo imaginaba! ¿Tu
tata, ya l´ias pediu permiso?
-¡Dizque depende de usté!
-¿Y pa´qué tiene pantalones? ¡Carajo, tuito me deja a mí! ¿Quién son
los otros, decímeee?
-¡El Flaco, Carlos; el Francisco, hijo del Canacho; el Chato,
Víctor… de los Barreda, peee…!
-¡Sí, ya los h´escuchau… no l´uacen nadita mal… pero…
-¿Cuál es el pero, mamitay?
-¡Nada de meterse trago… con tanto conociu… d´iaseguro en el camino…
p´apagar la seee…!
-¡Te prometo que nada de nada…!
-¡Porque un par de vasos de la chicha de la Vaca Brava… y no vas a
sabir ni qué te llamáis!
-¡No mamitay! Ya te he dicho… ¡Nada de nada!
-De lo contrario… Yo me entero que´sian metiu algo de trago… ¡Por
Dios que te rompo el hocico d´iun tacllanazo en pleno desfile… Vos me conocís!
Los cuatro, ya maltones habíyamos conseguiu permiso. Al diya siguiente,
muy de madrugada habíyamos quedáu pa´darle una repasadita a las letras, pa
saber el orden y pa´organizarnos.
-¿Con qué arrancamos?
-Yo digo, ¡Caymeñas! Y´arrancamos!:
Las cholas caymeñas,
Montadas a burro,
Con las piernas ccalas
y enseñando el culo! ¡Apukllay!
Los de la Tomilla,
Beben mucho vino;
por eso es que apestan
todos a zorrino! ¡Apukllay!
Las de Yarabamba
no usan calzón,
cuando se lo ponen
les da comezón! ¡Apukllay!
Esos tocadores,
y´astán quebrachos;
tocan lo que quieren
porque están borrachos! ¡Apukllay!
Las del Cerro Viejo
son puro queso y mote:
el mote al cogote
y el queso al ocote! ¡Apukllay!
Todas estas chicas
están muy hermosas
lo malo que tienen
las patas chuñosas! ¡Apukllay!
El año pasado
con tanta guaragua
y este año que viene
con tamaña guagua! ¡Apukllay!
¡Carnaval cojudo,
que pronto te vas;
por qué no te quedas
ocho días más! ¡Apukllay!
AREQUIPEÑISMOS:
basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo. Carpio Muñoz
¡Apukllay!: Interj. ¡juguemos!
Ccala o kala:
desnuda(o); habitante blanco de la ciudad
Catatar: llevar,
arrastrar
Chuñosa(o): con
chuño, con mugre; desaseado
Maltón: muchacho,
adolescente
Ocote: ano
Pampeña: canto y
baile arequipeño, con ritmo parecido al huayno
Quebracho: que se
quiebra; quebrado
Tacllanazo:
cachetada, bofetada
CHANCAME CHANCAME LOS HUEVOS, siempre nos decía oye cohcino porque cabtas esas cojudeces, es que no sabían el significado, antes no había globos y en vez de ellos se usaban los huevos vacios con agua pintada con aryampos que abundaba en el Huaico Uchumayo Arequipa
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