Por tercera vez, vuelve a presentarse la maldita: una comezón en todo el puerco que me tiene loco.
A ti, mi querido choche: ¿Nunca
te ha picado el tuyo? Me refiero a que si de pronto te ha atacado por arriba y por abajo; por delante y por atrás,
una terrible picazón que te araña mañana y tarde; día y noche; que además, te
exige rascarte a cuatro manos portando en cada una y desesperado, tantos
rastrillos a manera de ganchos con cuarenta afilados dientes para conseguir
unos instantes de alivio; y si te sobra un tiempito, te pones a pensar
seriamente y así podrías descubrir como
causa, una posible falta de higiene, y recuerdas esa grave intoxicación
adquirida gratuitamente en el cobertizo después de tantas monas chapadas; o que
ese tu pasito de gorila saltón se deba a una pediculosis general desatada en
todo tu puerco.
Y con toda esa rasca-rasca
encima, en la maldita madrugada, cogí el celu, consulté con mi médico de
cabecera y solo por ser mi choche del alma, íntimo de los verdes, me atendió y
seguramente cabeceando aun sobre la almohada, me disparó un breve cuestionario:
que si tenía dolor de cabeza, temblores y convulsiones; luego, roncando como
puerco, otra vez, sentenció:
-Choche, aquello puede ser efecto de una depre crónica, un trastorno
bipolar o acaso principios de Alzhaimer… Pero el culpable en sí, permanece muy
escondido; pues… tú bien sabes que al querer trabajar una vez al año y como no
tienes costumbre siquiera de intentarlo…
!Zuácate! Cholo al suelo… Tal vez
pudo escuchar el estruendo de mi golpe…
-Y concluyó: ese fulano no es otro que… el Nervio Vago… ¡Sí, señor!
-Y…mi querido Hipócrates… ¿cuál
es la solución? ¿O cuál es tu solución?
-¡No tiene solución… (y me puse verde), por el momento! Estoy por
Ucrania… a ver si invado una prima de Putin; es decir una Putina, o una letona;
aunque me contento con una teutona…
-¡Oye… no me hagas eso que… acabo
de contratar dos auxiliares de enfermería para que me den un baño de asiento…
calatitas… mis posaderas; más una frotada con aceite de ricino y…
-¡No, no, nooo… nada de eso! Aparte del baño, lo que precisas es la
aplicación de un Generador de Pulso; es decir, unos choques eléctricos bajo la
piel para relajar al vago… Al vago de mi choche que se la pasa todo el santo
día dándole a la matraca…
-¿Dicha terapia es muy complicada,
dolorosa o tiene consecuencias colaterales? Ya sabes que aquí tu choche… Es
todo un campeón y puede estar a la disposición de cualquier tipo de tratamiento
o curación; aunque ello signifique arriesgar el pellejo…
-Bueno… justamente porque lo conozco, te voy a explicar someramente en
qué consiste este tratamiento. Inicialmente son una serie de ejercicios de
respiración, donde inhalas y exhalas rítmica y profundamente para conseguir
relajación; posteriormente se te coloca un alambre…
-¿Cómo? ¿Qué has dicho? A mí no
se me coloca nada de nada… así sea un alambrito tan delgado como un hilo de
cobre… ¿A los hombres? ¡Nica! Primero muerto…
-Tan solo es un alambrito debajo de la piel. Un polo se coloca debajo
de la axila y el otro en el lado izquierdo de cuello; luego se envían señales
eléctricas para reducir las frecuencias de los ataques del Vago… es una
operación simple…
-Pero… este nervio… por su
denominación debe ser corto, ¿nooo?
-Bueno… y lo que voy a decirte no es para que te dé un síncope, pero el
Nervio Vago, es recontra largo y va por pares, desde el Bulbo Raquídeo, pasa
por ambos lados del cuello, hace un par de fintas y se mete por el pecho hasta
el abdomen; siendo el componente esencial del sistema parasimpático… El que
controla nuestras funciones involuntarias; más cuando no amanece tan simpático,
marca con mucho esfuerzo el botón de OFF y nos apaga al toque; entonces,
aparece nuestra peor careta, aquella que nos hace tan agradables, simpáticos y
amorosos con nuestros queridos enemigos.
-¡Qué bien! Menos mal… ¿Y su
tratamiento, al final, no tiene complicaciones colaterales?
-Bueno… tal vez… un poco de dolor de garganta… breves cefaleas… un poco
de dificultad para tragar… parálisis en las cuerdas vocales… pero…
fundamentalmente… un vago trastorno nervioso de bipolaridad… y…
-¡Stop, stop, stooop! No
prosigas… que acabo de darme cuenta que hace un buen rato estoy temblando cual
un trapo de cocina en plena chamba… Siento y no siento nada de nada… Creo que
no tengo remedio alguno… Estoy solo con tu compañía y…
-¿Qué pasa? A ver… di, algooo… ¡Deja de hacer tanto gesto y habla!
¡Deja de tartamudear tanto… que no es el fin…! ¿Qué quieres decir? ¿Que tú te
vas a pegar un clavado al piso? Nooo… Tan solo era una broma; lo único que tu
puerco requiere es agua, un cepillo y mucho detergente... ¡Chau, nervio vago!