domingo, 27 de octubre de 2024

!CÓMO NO CREER EN ELLA!

-¿Estás seguro de lo que acabas de afirmar? Porque conforme a lo que piensas de las hembras…----¡No sólo estoy seguro;  segurísimo!

-Pero… Si hasta dudas de tu firme, la oficial… ¿O no?

-¡Eso es harina de otro costal.

-¿Tonce?

-Tonce… ¡Es que tengo mis razones para afirmar y reafirmar lo dicho! Para una mejor explicación, te cuento lo siguiente: siempre se dice y se comenta que en esta Tierra Santa, para que nos asuste un temblorcito, éste tiene que ser mayor a 7° en la Escala de Richter…

-¡No jodas! ¿Y eso es cierto?

-Tan cierto como que soy más characato que el Misti; si no, veamos lo que nos acontece en el puerco y la mente con cada sacudón recibido… Suponiendo que esta vaina de la movida te chapa en plena faena; ya sea diurna o nocturna, pero en pleno chape o abiertamente ocupado con cualquier tipo de material de quince, veinte o treinta añales. Sientes el primer sacudón y sigues tranqui como cuando continúas sentado cuando escuchas el Himno de Bolivia; continúas con tu tarea de no hacer nada hasta llegar a la montada propuesta, dado que el volcán aunque en erupción, te está sacudiendo rítmica y pausadamente, pero sigues disfrutando de tu feroz cogida yes que las dos únicas neuronas están sobrecalentadas y agitadísimas; entonces, si te detienes, por Dios que hasta puedes quemar las sábanas, de tanto estar dale que dale, recalentando al máximo tu motor a pilas. De otro lado, si por casualidad te encuentra descansando en la rica camita y sientes que un rumor subterráneo se aproxima…no mueves ni una sola pestaña; por el contrario, jalas frazada y hasta mañana los pastores.

-¿Y cómo sabes que la cosa viene con su yapita y puede mandarte derechito a la otra? ¿Acaso ustedes tienen un sismógrafo incorporado y es por eso que son tan saltones?

-¡Suavena… Choche! Que mi agüelo te está escuchando, a pesar de las sordera que dice tener;  todavía afirma que esa es una mentada de la gran de la GP… Sin embargo, el muy pillo oye perfectamente y te puede pegar un garrotazo de la gran flauta en la mera mitra y te sacuda de por vida.

-Bueno. Pues entonces no te salgas por la tangente. Decías que...

-Sólo cuando este temblorcito inicial que te hace cosquillas va por más de tres minutos y no para ese sonido profundo que entra por los bajos; al mismo tiempo hace retumbar  toda la casa y de pronto, se empiezan a caer las cosas sobrepuestas en tu cuarto; todo aquello que tienes sobre tu ropero, así como los desnudos tamaño familiar que de repente cobran vida y se te vienen encima…y las quieres chapar a ambas y la cosa te parece reventar; recién te sientas sobre la cama y esperas a que pase la tormenta…

-¿Y eso es todo?

-¡Nelly, Primo! Hay un hecho inconfundible e infalible que solo sucede en Tierra Santa y que te avisa que la cosa está picando los 9°.

-¡No jo…

Así es choche!

-¿Cómo?

-De pronto, pasaron los tres minutos y sigue el maldito ruido venido desde los avernos subterráneos y sientes que algo duro y puntiagudo, por partida doble, te ha caído en plena mitra. El dolor es intenso, pero apenas le haces caso; la sangre te chorrea a doble caño y además estás recontra calato y con todas tus miseria al aire, parado junto a tu cama, que ahora se ha vuelto automática y más parece una cuna que alguien la estuviera meciendo. Y recién asumes la postura de un corredor de los 15000m planos; ¡Te pican las patas y como un pedo vuelas al patio!

-¿Tonce?

-¡Wevas! Tonce, Nuestra Mamita de Chapi, la que nunca nos falla, y menos ahora; sabiendo que se trata de sus hijos ya bastante zarandeados, te llama la atención a punta de coscorrones y nos saca del apuro; luego, ¿Cómo no creer en Ella?

-¡Entonce, esa era la cosa! ¡Esto has debido decirme desde el principio y no hacerme sacar conclusiones anticipadas referidas a nuestras increíbles flacas ...

-Oeee… Pues, es que, en esos casos, cuando ese temblorzote viene con yapa…entonces se da un hecho singular tan solo creado por nuestra Mamita d Chapi. Aunque no lo creas, y para hacerlo mejor, conseguí su versiónen bulto y a colores, de más o menos ochenta centímetros colocada en una repisa sobre la cabecera de mi cama… Y para que no esté sola la imagen, la acompañé con otra similar del Corazón de Jesús, pero ambos hechos de metal... Hoy no quiero pensar lo que pasaría si hay otro terrible terremoto y ambos se me vienen abajo; seguramente que si no les hago el quite a tiempo, tendré un par de huecotes en plena cabecera. Solo me queda orar: ¡Gracias, Vickita, por el posible doble aviso, pero… ¡Perdónenme ambos, porque mañana mismo los cambio… por unas estampitas en papel y de tamaño escapulario!

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