-¿Estás seguro de lo que acabas de afirmar? Porque conforme a lo que piensas de las hembras…----¡No sólo estoy seguro; segurísimo!
-Pero… Si hasta dudas de tu firme, la oficial…
¿O no?
-¡Eso es harina de otro costal.
-¿Tonce?
-Tonce… ¡Es que tengo mis razones para afirmar
y reafirmar lo dicho! Para una mejor explicación, te cuento lo siguiente: siempre
se dice y se comenta que en esta Tierra Santa, para que nos asuste un
temblorcito, éste tiene que ser mayor a 7° en la Escala de Richter…
-¡No jodas! ¿Y eso es cierto?
-Tan cierto como que soy más characato que el Misti;
si no, veamos lo que nos acontece en el puerco y la mente con cada sacudón
recibido… Suponiendo que esta vaina de la movida te chapa en plena faena; ya
sea diurna o nocturna, pero en pleno chape o abiertamente ocupado con cualquier
tipo de material de quince, veinte o treinta añales. Sientes el primer sacudón
y sigues tranqui como cuando continúas sentado cuando escuchas el Himno de
Bolivia; continúas con tu tarea de no hacer nada hasta llegar a la montada
propuesta, dado que el volcán aunque en erupción, te está sacudiendo rítmica y
pausadamente, pero sigues disfrutando de tu feroz cogida yes que las dos únicas
neuronas están sobrecalentadas y agitadísimas; entonces, si te detienes, por
Dios que hasta puedes quemar las sábanas, de tanto estar dale que dale, recalentando
al máximo tu motor a pilas. De otro lado, si por casualidad te encuentra
descansando en la rica camita y sientes que un rumor subterráneo se aproxima…no
mueves ni una sola pestaña; por el contrario, jalas frazada y hasta mañana los
pastores.
-¿Y cómo sabes que la cosa viene con su yapita
y puede mandarte derechito a la otra? ¿Acaso ustedes tienen un sismógrafo
incorporado y es por eso que son tan saltones?
-¡Suavena… Choche! Que mi agüelo te está
escuchando, a pesar de las sordera que dice tener; todavía afirma que esa es una mentada de la
gran de la GP… Sin embargo, el muy pillo oye perfectamente y te puede pegar un
garrotazo de la gran flauta en la mera mitra y te sacuda de por vida.
-Bueno. Pues entonces no te salgas por la
tangente. Decías que...
-Sólo cuando este temblorcito inicial que te
hace cosquillas va por más de tres minutos y no para ese sonido profundo que entra
por los bajos; al mismo tiempo hace retumbar
toda la casa y de pronto, se empiezan a caer las cosas sobrepuestas en
tu cuarto; todo aquello que tienes sobre tu ropero, así como los desnudos
tamaño familiar que de repente cobran vida y se te vienen encima…y las quieres
chapar a ambas y la cosa te parece reventar; recién te sientas sobre la cama y
esperas a que pase la tormenta…
-¿Y eso es todo?
-¡Nelly, Primo! Hay un hecho inconfundible e
infalible que solo sucede en Tierra Santa y que te avisa que la cosa está
picando los 9°.
-¡No jo…
-¡Así es choche!
-¿Cómo?
-De pronto, pasaron los tres minutos y sigue el
maldito ruido venido desde los avernos subterráneos y sientes que algo duro y
puntiagudo, por partida doble, te ha caído en plena mitra. El dolor es intenso,
pero apenas le haces caso; la sangre te chorrea a doble caño y además estás
recontra calato y con todas tus miseria al aire, parado junto a tu cama, que
ahora se ha vuelto automática y más parece una cuna que alguien la estuviera
meciendo. Y recién asumes la postura de un corredor de los 15000m planos; ¡Te
pican las patas y como un pedo vuelas al patio!
-¿Tonce?
-¡Wevas! Tonce, Nuestra Mamita de Chapi, la que
nunca nos falla, y menos ahora; sabiendo que se trata de sus hijos ya bastante zarandeados,
te llama la atención a punta de coscorrones y nos saca del apuro; luego, ¿Cómo
no creer en Ella?
-¡Entonce, esa era la cosa! ¡Esto has debido
decirme desde el principio y no hacerme sacar conclusiones anticipadas
referidas a nuestras increíbles flacas ...
-Oeee… Pues, es que, en esos casos, cuando ese temblorzote
viene con yapa…entonces se da un hecho singular tan solo creado por nuestra
Mamita d Chapi. Aunque no lo creas, y para hacerlo mejor, conseguí su versiónen
bulto y a colores, de más o menos ochenta centímetros colocada en una repisa
sobre la cabecera de mi cama… Y para que no esté sola la imagen, la acompañé con
otra similar del Corazón de Jesús, pero ambos hechos de metal... Hoy no quiero
pensar lo que pasaría si hay otro terrible terremoto y ambos se me vienen
abajo; seguramente que si no les hago el quite a tiempo, tendré un par de huecotes
en plena cabecera. Solo me queda orar: ¡Gracias, Vickita, por el posible doble
aviso, pero… ¡Perdónenme ambos, porque mañana mismo los cambio… por unas
estampitas en papel y de tamaño escapulario!
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