Por mi mamitay que nunca en la vida voy a creyer qu´iabrá otra pareja tan dispareja com´uesta:
Sí, peee… y´era de noche y d´iaseguro que las campanas estariyan
dando las shete en el cercano reloj de la Recoleta o seriya de la Catedral, y como
si nos hubieran metiu un juerte hechizo, salíyamos espantaus de nuestros racays
pa´juntarnos en nuestra linda Esquina de la Tira o collera; aquisito nomá,
peee… dentro l´última cuadra d´esta calle del Beyaterio y la primera de l´Antiquilla,
qu´iapenas se veyía iluminada por´ese pequeño foquito veniu d´iaquel doblau
viejo poste plantau d´iadejunto a la tienda del Huguito Rodríguez. Hasta que,
de tanto en tanto, esta plaga de huankoyros empezábamos a cayer uno por uno de
nosostros hasta quedar la vedera tuita chipada de maltones, noche tras noche y dende
shempre.
¡Cómo no recordar aquella joven
lechigada de recios lomudos que raspaban los 17 abriles taquiaus de ganas que,
luego, luego seriya una imperecedera hermandá formada con todos y cada uno de
los chistes, las chanzas y´aquellos desafiyos que nos pediyan estar allí dende
shempre y para shempre!
-¡Oíteee… ¿Y qué es el Chato?!
-¡Habla, pueee… Cuche…Tú qué eres su
yunta, debes saber ande para...
-¡Yo no sé nadita de nada, pero… Creyo
qu´el Chato, s´ia magmau hasta las patas y su tata l´ua chapauuu -Dijo el
Borrego-
-¿Y´el Hueco?
-¡Está jodiuuu… Ayer, l´ia tocau catatar l´agua dende La Tomilla y´ateniu
que madrugar patitas pa´qué te quiero dende las cuatr´ila mañana… ¡D´iaseguro
que debe estar roncando taviya…
-Oygan…¿Y qu´es del Calulo? Sigue
verde y jediondo después que su mama l´uencontró dentro de su maizal con la
Chaskañahui? -preguntó el Geñowebas-
-Y tú, Geñito…¿cómo hais hecho
pa´reponer las tres damajuanas de vino que nos zampamos por tu santo?
-¡Ya no lo jodan a mi cuñau! ¡Que se
va cayer con otras tres de cañazo, pal santo de la Tere!
-¿Y tú, Flaco, Largo Tiempo… ¿Ya l´ias
cayiu a la Chata?
-Safa, safa… ¡Oye Hocicón! Que solo dispongo
d´iun tiempito p´entrenar con el cuadro…
-Sí, peee…el futuro normalista solo
s´ia dedicau estudiar y´a jugar p´aise equipito de miéchica del Deportivo Beyaterio…
¿n´ues sherto, Gatoseco?
-¡Oe, Cuche, Barril de Manteca! Y…
tú, peyor n´uaces nada y sólo piensas en tragar; en cambio, aquí está tu profe
que te va sacar de burro…s´ies que no te dejas de we…as. Anque la Chatita
sol´ues mi amiga…porque ya tengo mi peyor es nada…allá en el centro, por la
Normal…Y con la Chata, naaa que ver…
-¿Y acaso n´ues sherto que te mueres
por la chata?
-¡Safa, safa, Largo Tiempo… Bien que
se te caye la baba por esa Chijchipa y luego, luego, decís que tenís tu peyor
es nada en San Agustín…Maver…pará las orejas que y´es hora qu´esa Tankita saque
su cabecita, te huaspeye y se dentre una y´otra vez en tuita la noche…
Y esa chata, sí, peee… era nuestra;
de tanto verla... Y´aura, justitoo sacaba esos ojazos de pura miel por la puert´icalle entreabierta en su casa de
sillares qu´estaba a dos pasos de nosotros; sí peee, ella nos paraba huaspiando
a cada ratito, sacando y metiendo esa cabecita tan pícara que con seguridad
dejaba ver que su camote era el Flaco Carlos. Ella, tan menudita como una chijchipa…era
un tantito carosa, a diferensha de sus cuatro hermanos mayores que pareciban
haber veniu dende la capital o del Callau porque tuitos eran más que morenitos
y hasta el pelo lo teniyan harto ensortijau. Pero, luego, luego, nos enteramos
qu´eran “californianos”. Sí, peee… de la Calera de Yura.
¿Diande habrá saliu carosita la muy
ladina? Tuitos nos habíyamos preguntau shempre.
En cambio, sabíyamos q´uel Flaco iba
a postular a la Escuela Normal de Varones pa´ser profe como su tata, a´urita un
güen abogau bien plantau; d´iuna estampa imponente y respetada en tuito nuestro
barrio.
-¿Cuándo vas a jugar, flaco?
-Este domingo…contra el Deportivo Antiquilla
y les vamos a sacar su entre.
-¿Con esas tus semejantes reyatas? Nadies
te gua pasar en la defensa… Sí, peee… sacas ese par de látigos y nadies pasa!
-¡Calla, calla oeee…Chichón de Cuche,
que tú no juegas porque te puedes pisar y te hacen caquita...
Y esos ojazos seguían allí, huaspiando en una
misma direshón d´iaquella figura estirada que la traía d´iún ala.
-¡ Anda, Cofla, que y´está listita
esa kahuanchita pa´cayer en tu jaula… derechita… jajajaja
Y toda la gallada rompiya d´iadenuevo
en burlonas carcajadas qu´iacían volteyar la cabeza a tuitos los vecinos que
cruzaban por nuestra querida esquina.
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