lunes, 5 de junio de 2023

EL NERVIO VAGO

 Por tercera vez, vuelve a presentarse la maldita: una comezón en todo el puerco que me tiene loco.

A ti, mi querido choche: ¿Nunca te ha picado el tuyo? Me refiero a que si de pronto te ha atacado  por arriba y por abajo; por delante y por atrás, una terrible picazón que te araña mañana y tarde; día y noche; que además, te exige rascarte a cuatro manos portando en cada una y desesperado, tantos rastrillos a manera de ganchos con cuarenta afilados dientes para conseguir unos instantes de alivio; y si te sobra un tiempito, te pones a pensar seriamente y así  podrías descubrir como causa, una posible falta de higiene, y recuerdas esa grave intoxicación adquirida gratuitamente en el cobertizo después de tantas monas chapadas; o que ese tu pasito de gorila saltón se deba a una pediculosis general desatada en todo tu puerco.

Y con toda esa rasca-rasca encima, en la maldita madrugada, cogí el celu, consulté con mi médico de cabecera y solo por ser mi choche del alma, íntimo de los verdes, me atendió y seguramente cabeceando aun sobre la almohada, me disparó un breve cuestionario: que si tenía dolor de cabeza, temblores y convulsiones; luego, roncando como puerco, otra vez, sentenció:

-Choche, aquello puede ser efecto de una depre crónica, un trastorno bipolar o acaso principios de Alzhaimer… Pero el culpable en sí, permanece muy escondido; pues… tú bien sabes que al querer trabajar una vez al año y como no tienes costumbre siquiera de intentarlo…

!Zuácate! Cholo al suelo… Tal vez pudo escuchar el estruendo de mi golpe…

-Y concluyó: ese fulano no es otro que… el Nervio Vago… ¡Sí, señor!

-Y…mi querido Hipócrates… ¿cuál es la solución? ¿O cuál es tu solución?

-¡No tiene solución… (y me puse verde), por el momento! Estoy por Ucrania… a ver si invado una prima de Putin; es decir una Putina, o una letona; aunque me contento con una teutona…

-¡Oye… no me hagas eso que… acabo de contratar dos auxiliares de enfermería para que me den un baño de asiento… calatitas… mis posaderas; más una frotada con aceite de ricino y…

-¡No, no, nooo… nada de eso! Aparte del baño, lo que precisas es la aplicación de un Generador de Pulso; es decir, unos choques eléctricos bajo la piel para relajar al vago… Al vago de mi choche que se la pasa todo el santo día dándole a la matraca…

-¿Dicha terapia es muy complicada, dolorosa o tiene consecuencias colaterales? Ya sabes que aquí tu choche… Es todo un campeón y puede estar a la disposición de cualquier tipo de tratamiento o curación; aunque ello signifique arriesgar el pellejo…

-Bueno… justamente porque lo conozco, te voy a explicar someramente en qué consiste este tratamiento. Inicialmente son una serie de ejercicios de respiración, donde inhalas y exhalas rítmica y profundamente para conseguir relajación; posteriormente se te coloca un alambre…

-¿Cómo? ¿Qué has dicho? A mí no se me coloca nada de nada… así sea un alambrito tan delgado como un hilo de cobre… ¿A los hombres? ¡Nica! Primero muerto…

-Tan solo es un alambrito debajo de la piel. Un polo se coloca debajo de la axila y el otro en el lado izquierdo de cuello; luego se envían señales eléctricas para reducir las frecuencias de los ataques del Vago… es una operación simple…

-Pero… este nervio… por su denominación debe ser corto, ¿nooo?

-Bueno… y lo que voy a decirte no es para que te dé un síncope, pero el Nervio Vago, es recontra largo y va por pares, desde el Bulbo Raquídeo, pasa por ambos lados del cuello, hace un par de fintas y se mete por el pecho hasta el abdomen; siendo el componente esencial del sistema parasimpático… El que controla nuestras funciones involuntarias; más cuando no amanece tan simpático, marca con mucho esfuerzo el botón de OFF y nos apaga al toque; entonces, aparece nuestra peor careta, aquella que nos hace tan agradables, simpáticos y amorosos con nuestros queridos enemigos.

-¡Qué bien! Menos mal… ¿Y su tratamiento, al final, no tiene complicaciones colaterales?

-Bueno… tal vez… un poco de dolor de garganta… breves cefaleas… un poco de dificultad para tragar… parálisis en las cuerdas vocales… pero… fundamentalmente… un vago trastorno nervioso de bipolaridad… y…

-¡Stop, stop, stooop! No prosigas… que acabo de darme cuenta que hace un buen rato estoy temblando cual un trapo de cocina en plena chamba… Siento y no siento nada de nada… Creo que no tengo remedio alguno… Estoy solo con tu compañía y…

-¿Qué pasa? A ver… di, algooo… ¡Deja de hacer tanto gesto y habla! ¡Deja de tartamudear tanto… que no es el fin…! ¿Qué quieres decir? ¿Que tú te vas a pegar un clavado al piso? Nooo… Tan solo era una broma; lo único que tu puerco requiere es agua, un cepillo y mucho detergente... ¡Chau, nervio vago!

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario