Ni bien habiyamos terminau de soncar nuestros tarros de leche callentita, cuando redepente u´nimponente figura amenazante apareció frente a l´inmensa mesa de nuestro comedor; bien parau y con sus brazos desafiantes colocaus en la gruesa cintura. Luego, luego, de quedarme mudo y´espantau. Me sobé los ojos desesperadamente y rishén pude darme cuenta que se trataba de mi querida y adorada mama de mi mama; sí pues, esa s´uactitú era inconfundible: -hoy día, d´iaseguro se habiya levantau con tuita la nevada y me encontró terminando de mascar mis últimos bocaus:
-Oíte, Benito, qu´esta seya La última vez que
te pido me consigáis una media docenita de ranas, pues vos bien sabís que son p´acerle
su remedio pa´ mi compadre Froilán, quien está muy malito y d´iadeveras
necesito prepararle su caldito de ranas; porque también ha´siu un güen padre pa´mi;
entonce, hoy ya lo sabís y manos a la obra… En este momentito te vais aquicito
nomá y me traís ese encargo que es de vida o muerte para mi compadritoy… Porque
sinó, podís escoger: te quedáis sin tu americano tuita esta semana o te pongo
el lomo más verde que la tablada d´ialfalfa que tenemos aicito, detrás de la
casa…
Ya sabía que no tenía alternativa alguna, a
pesar que nunca había chapau ranas y no sabiya distinguirlas de los sapos; ya
que me habían asegurado que estos animalitos cuando los agarrabas de la panza,
se te quedaban pegaus en la mano. Sin embargo, tamién sabiya que dichas
amenazas serían cumplidas al pie de la letra y no quedaba otra opción que ir al
mismo riyo, pues no estaba tan lejos y además me serviriya pa´ dar una güelta
por mis domiños.
Crucé, com´otras tantas veces, el puente de
palos del Molino San Juan y me mandé trotey´trote por las chacras de Vivanco.
Sabiendo que teniya que chimbar, me quité los viejos caucachos, los colgué en
mi cuello y pronto estuve con el pantalón remangau saltando de piedra en piedra
con mucho cuidau hasta tratar de llegar a la poza en debajo de la paccha; ande,
d´iaseguro, hallariya las dichosas ranitas y me librariya del castigo señalado
por mi mamita linda, quien, a pesar de la juerte pose mostrada, sabiya que
tuaviya seguiya siendo su wawa preferida…
Al poco rato, después de tacpiar algunos bordos,
tuve que quitarme tuita la ropa y quedarme calato, en vista que el pocito
pareciba aguallito, pero andaba medio projundo y´el agua clarita me llegaba más
arriba de la cintura. Lo primero que vino a mi tuctuca, jue zamparme una
huacacha de Padre y Señor miyo, pero espantariya a los negritos y movedizos
ocollos, a los bagres y tuito lo que vine a buscar. Redepente, un huaracazo
silbó pasando cerquita de mi cuerpo…
-¿Qué pasa… Don Aquilino! Si n´uestoy ni
siquiera pisando el bordo de sus maizales…Ni siquiera tengo l´intenshón de
sacarme un huiro…Solo he veniu a cumplir con el encargo de mi mama grande…
-Sí, t´estoy catiando dend´iase rato…¿y qué
vais a sacar del riyo? No creyó que seya verdá lo que decís…así que mejor te me
regresáis por and´eas veniu y…patitas pa´que te quiero…Anque seyas ñeto de la
Teresa, quien hace los mejores picantes d´iarequipa, pueee…
-Solo gua chapar algunas ranitas pa´llevarle a
mi mama grande; dizques pa´cer un remedio p´al Cuche Quiroz…porque creyó
qu´está muy delicau…
-Ahhh… S´ies así… ni güelta que dar…Te dejo
tranquilo. Y n´uintentís tirarte los choclos…porque ya te vide la talega que
traís escondidita…¿Nooo?
-¡Es pa´guardar las ranitas! Pero si además puedo
chapar una huacocha o algún patillo…
-No seyáis zonzo, que eso sol´uay en las
cequias…cholito ignorante… Güeno, güeno…Te dejo en paz… pero ya sabís…!Nada de
tocar estos choclos, nada!
Metí ambos brazos pa´ tantiar las piedras más
grandes, removerlas y ver s´iesque podiya chapar una ranita…Tuve que meter hasta
la torocma y… allí encontré una tapa. S´espantaron los asustaus ocollos. Metí
una mano y pude tantiar un buen lomo. Eran grande y haciya juerza pa´librarse
pero lo contuve y lo metí en la bolsa. Pasariyan como unas tres horas, pues la
campana de la Catedral marcaba las dos de la tarde y calculé que tendriya como
media docena de ranitas bien desarrolladas… D´iaseguro que habiyan encontrau un
güen sitio pa´poder crecer tanto.
Me vestí rapidito y no aguanté las ganas de
singar un parcito de huiros negros. Mientras los iba pelando d´iapocos, se sacudiya
mi talega y luego, luego, podiya ver que seguiyan vivos. Golví por mis
anteriores pasos y así regresé muy contento p´entregar el mayor tesoro
encontrau por este trejo chapador de ranas. Busqué en la cocina a mi mama
grande y feliz con mi bolsa, m´iacerqué hasta la concha, ande ella estaba
preparando sus sabrosos picantes…
-¡Mamitay…aqu´iestán las ranitas que m´ias
pediu…Son bien grandecitas…D´iaseguro tu compadre te v´agradecer con tuita s´ualma…
Maver…met´uste las mano pa´tantiarlas…
-Maver… veremos s´iesverdá lo
que dice este coro... !Jesús, Mariya y José! ¿Quién t´ia dicho a vos qu´esto
son ranas? ¡Pasame un palo pa´romperle el lomo a´iste badulaque que nisiquiera
puede diferenshar a una rana d´iun sapo! ¡Chapalo, que le gua romper el lomo p´aque
aprienda!
AREQUIPEÑISMOS: basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo.
Carpio Muñoz:
Aguallito: de poca profundidad
Americano: variedad de guisos en un solo plato
Catiar: aguaytar, atisbar
Concha: cocina rústica hecha con adobes y barro
Caucachos: zapatos ordinarios y viejos
Coro: menor, infante; niño
Chimbar: cruzar un arroyo descalzo
Golví: por volví
Huacacha: lanzarse al agua; clavado
Maver: por a ver
Nevada: estado de ánimo muy desagradable en los días nublados
Ocollos: renacuajos; larva de un anfibio
Soncar: beber, tomar un líquido
Paccha: pequeña caída de agua o catarata
Picantes: comidas que se comen con ají o son hechas con él.
Soncar: beber, tomar un líquido
Tablada: chacra o conjunto de ellas sembradas de lo mismo
Tapa: nido o refugio de un sinnúmero de crías
Torocma: cabeza.
Tuctuca: pensamiento
No hay comentarios.:
Publicar un comentario