M´iba dale que dale tacpiando juntito al acequión que bajaba dende la compuerta de La Tomilla, cruzando luego, luego, porque las campanadas de la Catedral habiyan repicau haciya güen rato: las cinc´ue la mañana y tuabiya las oscuras sombras de la noche no s´iabiyan espantau del todo. Como les iba dishendo, trote y trote pa´lau de las Pampas de Polanco y tuitas las tabladas, entre verdes y amarillentas, estaban cargaditas de trigo, verduras y papas. Calculo que habiya estau dale que dale por una media hora dend´el puente de palos de l´entrada de Vivanco, cuando, a lo lejos, pude devisar una sombra que s´iacercaba a grandes trancos con su lampa al hombro.
-Hola, Compadrito…
¿Qu´estausté hashendo por estos lares y tan tempranito?
Siárremangó el viejo poncho de
vicuña, pasó su recia pala a lautra mano, se quitó el sombrero huacali y recién
pude fijarme que era en rialidá mi compadre Wenseslau.
-¡Hola, Compadritoy!
Puesss…teniba que salir d´iatempranito pa´ganar el diya, puesto que tengo que
yir hasta la toma d´este acequión, porque, como verá usté, dende ayer, que no
carga la cantidá usual d´iagua y necesito regar mis tabladitas d´ialfalfa
mañanita, dende la madrugada, si no nos gana el tiempo y redepente se seca del
todo y, ay sí qu´estamos jodidos pueee… Y vos, ¿d´iande venís que te veyo con
cara de mejor n´uviera veniuuu? ¡Andá, ponéme al tanto…que p´aiso está tu
compadritoy… ¿O nooo?
En ese momento, parecía que el
compadre había encontrado aquel hombro hermano que pudiese ofrecerle ser
escuchado, por lo menos.
-¡Maver, compadritoy! Anque,
creyo que lo gua cargar de priocupashones, aparte de las que d´iaseguro también
las tenís asumagaus en ese pecho generoso y querendón, qu´ianque no querís
mostrarlo, también t´está fregando la pita diya y noche… Pero, qu´iaser
compita, así es la vida…
-¡Soltá d´iuna vez la
lengua! Que con lo que acabáis de decir, me tenís más apriocupau tuaviya…
-Puesss… verís, compadre
Panchito, me vengo de consultar a la Curandera de la Paccha, allacito, en
l´autra banda, en el mesmito Carmen Alto… Creyó que pa´,nada son güenas
notishas…
-¿Y´aqué juiste and´esa bruja
del demoño? Si también vos sabís que no solo está metiu con la magia blanca; es
más, creyo qu´iaparte d´iaverla vido volando con su escoba cada viernes, a
media noche, lo que más domina es el mald´iojo, la ccara y´el meyadero…
-Precisamente, Compadrito,
soure l´último te gua confessar...pero, espero que seyáis co´muna tumba... es
muy delicau y´asta me shento un tanto amemau pa´soltar esta vaina que me tiene
hecho un trapo sopau en orines… ¡Ya n´uaguanto esta meyadera!
-¿Acaso no sabís, vos, que
a nuestra edá se nos viene la meyadera com´un riyo en época de lluvias? ¡N´uay
nada que lo pare! ¿N´uas probau con los mates de ortiga? Es l´único que m´ia podiu tapar
l´orinadera... Si y´astaba pa´botarme del catre... tu comadre...
-!Qué n´ue tomau, compadrito!
Dendeee... l´achicoria... la pepa de palta…el mate de canela con clavos… Hasta
he dejau de magmar mi tres caporales de chicha de reglamento… ¡Y nada, de nada!
Las inundashones no me dejan dormir…
-¿Y cómo t´ia yido con la
bruja de la paccha? D´iasegurito que t´ia recestau alguna pócima preparada por
ella misma y t´ia sacau un ojo de la cara, porque p´algunas cosas es güena… ¿O
nooo? Pa´dejarte sin un centavo en la faltriquera… soure todo!
-¡Pues… est´usté equivocau, su
mercé, no m´ia cobrau ni medio sol partido en diez!
-¿Tonce?
-Mia pediu que le lleve mi
calzón de bayeta, aquel qu´iuso pa´dormir sehmpre…
-¡Ya te jodiste, compadrito!
D´iaseguro que te va´ser meyar p´atrás!
-Güenoo…pero algo, es algo, ¿nooo?
En serio, compita, m´ia recetau que tome cinco mates de ortiga cada diya y
qu´iademás me coloque un ladrillo calentau sobre las verijas por tres veces a
la semana…
-Compitaaa… lo del mate de
ortiga está bien…pero, lo del ladrillo calentau, creyó qu´es pa´las maldijadas
de la mujer… a no ser que usté esté cambeyando, compita… je, je, je…
-Puesss… ¡Ya te quishera ver
con esta meyadera encima… Encima, la tarima no aguantau los orines y primero se
habiya esponjau y la cama ya pareciba un camello; lo puse al revés y quedó
com´una cuna de guagua. La saqué al sol pa´que seque y a la primera, se partió
en dos y su comadre me partió el lomo. Ya he cambiau como cinco pellejos de
carnero y´estoy por poner uno de toro…por si viene otra anegada, puesss…
a´urita, ya no orino durante el diya, pero la lloclla se me viene a media
noche…
-¡Solo le queda colcarse el
ladrillo callente sobre las verijas… Y solo
un consejo, con la mejor intenshón d´este su compa: que no seya tan callente
porque… se le pueden tostar, Compadritoy...
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