-¿Ya t´iavís enterau, Misia Candelaria?
-¡Nooo… nadita de nada!
Puesss… ¿qu´ia pasau? Debe ser algún chisme pa´que caiga en tu boca… Maver… No
seyáis malita… y soltá d´iuna vez aquello que te traye de las trenzas y ya no
lo podís aguantar…
-Tuit´uel mundo dice que
lautra noche, el viernes 13, malaveniu, de la semana pasada, mi tiyo, el
Juanacho, cuando iba apurau pa´soltar la compuerta y´así poder regar sus tabladas
d´ialfalfa y maiz… Andaba volando…tacpiando com´ualama que lleva el diablo camino
a La Tomilla, cuando, de junto al acequión, se cruzó con el Melitón, pueee… Aquel
muchachote que s´iabiya dedicau al trago y que shempre paraba entre Pisco y
Nazca; pero raro, dicen qu´ese diya estaba solo un tanto picadito, sin embargo,
él juraba qu´iabiya vido con sus propios ojos aysa figura maldita que dicen suele
bajar botando fuego de cuando en vez por tuita la Lloclla de San Lázaro y
dizque´lla se viene dende las lejanas alturas, llorando y gimiendo con gritos
que le salendend´el alma y te destiemplan tuito el esqueleto con solo oyirlos
dende cualquier sitio cercano a las laderas que bajan por esa parte qu´está metida
allá, entre la misteriosa y lejana Chirisuya y´esas hondonadas de purita arena
que se pierden camino a las Pampas de Polanco. Y´así pasó de boca en boca esta
terrible historia de la Condenada…
-Pero… agüelito Beno, ¿qué
cosa es una condenada? Porque varias veces mi mamitay m´ia deciu: -¡Ni t´ia
trevas amenazarme… porque te condenáis pa´shempre! Pues… te volvís una condenada…
-Güeno, güeno… mis quirius
ñetos y demás coros que se´mian acolpachau esta noche… lo que les gua cuentar
es la purita verdá y… ¡Redepente no vais a poder pegar un ojo esta noche…
¡Mejor… esto de La Condenada lo dejamos pa´outra noche!
-¡No, Nooo y nooo! Nosotros
somos muy machos…
-Y nosostras también somos muy
machas… Así que seya esta misma noche…agüelitooo…
-Güeno, peee… ¡Coste que
les alvertí! Contaban las viejas agüelas y hasta las beyatas chismosas que allá
por… no m´iacuerdo exactamente, pero jue en estas tierras del Señor que un diya
de tantos habiya una niña tan hermosa como mimada y´engreyida hasta más no
poder, soure todo por su tata, quien no dejaba de satisfacerle tuitos sus
caprichos por más imposibles que parecieran… Es así qu´iun diya de tantos,
aysta niña caprichosa se le antojó que le comprasen -a las doce de la noche-
una muñeca d´esas que estaban de moda y que n´ueran como sus montones de
muñecos y muñecas hechas de trapo…
-¡Yo quiero que aurita mismo
me traigan una de esas muñecas grandes de ojos azules y con trenzas que parecen
d´ioro…! Yo la quiero yaaa! ¡No, no, y nooo! ¡Que yo no espero hasta mañana y´aurita
me voy al patio a llorar tuita la noche… Y arrancó con sus lamentos que
s´ioyían en tuito el barrio…
Aquellas fuertes lamentaciones
fueron escuchadas por su madre quien también la adoraba, pero a la vez sabía
que si la seguía engriendo su hija tendría un fin fatal y ella no permitiría
que le ocurra tal cosa. Se levantó del sitio donde estaba cosiendo un nuevo y
lindo vestidito para una de las muñecas de su niña y muy presurosa tomó su
cestito de agujas, hilos, alfileres y tijeras y corriendo fue a la otra
habitación:
-¡Mamita, ya deja de llorar
que te vamos a comprar esa tu deseada muñeca… Si vos sabís bien que tu tata,
apenas te escucha pedir algo, más tarda en complacerte que en dejarte que llores
siquiera un tantito así de chiquito. ¡Acuéstate, mamita, y solo es cuestión de
unas horitas y mañana mismo la tendrás…
-¡No, nooo y nooo…! ¡Ya he
dicho que la quiero en este momento!
Y cogiendo las tijeras que su
madre tenía en su regazo, empezó a atacarla sin piedad alguna hiriendo profundamente
aquellas manos y aquellos brazos que siempre le habían brindado desmedido amor,
cariño y atenciones en demasía. Presa de un temor infinito, la confundida madre
no lo podía creer y solo atinaba a retroceder sangrando y solo poder gritarle:
-¡Hijita, amor de mis amores… ¡Detente,
detente, detenteee…! Que
te vais a condenar…
Mientras seguía sangrando a
borbotones. Y la desquiciada chica, incapaz de darse cuenta lo que estaba haciendo,
cogió uno de sus muñecos más queridos lo abrazó y sin medir consecuencias se
lanzó violentamente por la ventana de su cuarto sin saber lo que podría
ocurrirle y se perdió entre las sombras profundas de la noche aciaga.
Desde ese diya, tuito el mundo
señalaba esa casa dishendo: Esa pueee… esa es peee la Casa de La Condenada y
como castigo divino, casi tuitas las noches baja por la lloclla montada en un
animal de fuego, arrastrando gruesas cadenas y´el ambiente por ande pasa se
llena d´iun olor muy juerte a azufre.
-¿Y´en verdá pasa eso agüelo
Beno?
-¡Yo no l´ue vido, pero
muchos cristianos cuentan que de verdá eso sucede!
-¿No lo creyen? ¿Les ha
pareciu tuita una mentira? Güeno, peee… vosotros conocís tanto al Padre Benito
com´ual Hermanito Wence; entonce, ¿por qué no les preguntan? ¡d´iaseguro
qu´ellos les van a cuentar lo mismito que este fiel servidor y qui´además estas
orejitas l´uan escuchau… como que los estoy aguaitando a tuitos vosotros en
este momento…
-¡Mentira! ¡Vos sois un lajla!
¡Lajla y mentiroso… Maver… decinos ¿cóm´ues ella? ¿Cóm´ues el animal qu´ella
monta y las cadenas? ¡Maver, cuenta, cuenta. Contá pueee… Agëlo Benito… ¡No
seyáis malito!
-Güeno, Güeno, güenooo…
pero que seya el prósimo jueves… porque ya s´iecho tarde y d´iaseguro que los
van a buscar en sus casas, soure todo a los coros que sian acolpachau esta
noche y… Además, les aseguro que tuito aquello que le voy a cuentar no les va
dejar nadita de duda sobre todo lo que pude ver esa noche que nunca más
quishera que güelva a presentarse… Así, pueee… mis querius ñetos y demás coros
vayan a dormir tranquilitos y ¡ojalá que puedan hacerlo! Y colorín colorado…
AREQUIPEÑISMOS: basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo.
Carpio Muñoz
Acolpachau: juntado,
arremolinado; amontonado; alrededor de
Coro: pequeño, niño, infante
Chirisuya: topónimo; parte inicial de Miraflores
Lacla: hablador
Maver: A ver…
Ñeto: por nieto
Picadito: con algo de trago encima; medio embriagado; con huellas de
viruela
Redepente: por de repente
Soure todo: por sobre todo
Tacpiar: caminar con dificultad; caminar dando trompicones
Tablada: sembrío;
Conj. de chacras
Vido: por visto
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