lunes, 27 de diciembre de 2021

LA CONDENADA

 -¿Ya t´iavís enterau, Misia Candelaria?

-¡Nooo… nadita de nada! Puesss… ¿qu´ia pasau? Debe ser algún chisme pa´que caiga en tu boca… Maver… No seyáis malita… y soltá d´iuna vez aquello que te traye de las trenzas y ya no lo podís aguantar…

-Tuit´uel mundo dice que lautra noche, el viernes 13, malaveniu, de la semana pasada, mi tiyo, el Juanacho, cuando iba apurau pa´soltar la compuerta y´así poder regar sus tabladas d´ialfalfa y maiz… Andaba volando…tacpiando com´ualama que lleva el diablo camino a La Tomilla, cuando, de junto al acequión, se cruzó con el Melitón, pueee… Aquel muchachote que s´iabiya dedicau al trago y que shempre paraba entre Pisco y Nazca; pero raro, dicen qu´ese diya estaba solo un tanto picadito, sin embargo, él juraba qu´iabiya vido con sus propios ojos aysa figura maldita que dicen suele bajar botando fuego de cuando en vez por tuita la Lloclla de San Lázaro y dizque´lla se viene dende las lejanas alturas, llorando y gimiendo con gritos que le salendend´el alma y te destiemplan tuito el esqueleto con solo oyirlos dende cualquier sitio cercano a las laderas que bajan por esa parte qu´está metida allá, entre la misteriosa y lejana Chirisuya y´esas hondonadas de purita arena que se pierden camino a las Pampas de Polanco. Y´así pasó de boca en boca esta terrible historia de la Condenada…

-Pero… agüelito Beno, ¿qué cosa es una condenada? Porque varias veces mi mamitay m´ia deciu: -¡Ni t´ia trevas amenazarme… porque te condenáis pa´shempre!  Pues… te volvís una condenada…

-Güeno, güeno… mis quirius ñetos y demás coros que se´mian acolpachau esta noche… lo que les gua cuentar es la purita verdá y… ¡Redepente no vais a poder pegar un ojo esta noche… ¡Mejor… esto de La Condenada lo dejamos pa´outra noche!

-¡No, Nooo y nooo! Nosotros somos muy machos…

-Y nosostras también somos muy machas… Así que seya esta misma noche…agüelitooo…

-Güeno, peee… ¡Coste que les alvertí! Contaban las viejas agüelas y hasta las beyatas chismosas que allá por… no m´iacuerdo exactamente, pero jue en estas tierras del Señor que un diya de tantos habiya una niña tan hermosa como mimada y´engreyida hasta más no poder, soure todo por su tata, quien no dejaba de satisfacerle tuitos sus caprichos por más imposibles que parecieran… Es así qu´iun diya de tantos, aysta niña caprichosa se le antojó que le comprasen -a las doce de la noche- una muñeca d´esas que estaban de moda y que n´ueran como sus montones de muñecos y muñecas hechas de trapo…

-¡Yo quiero que aurita mismo me traigan una de esas muñecas grandes de ojos azules y con trenzas que parecen d´ioro…! Yo la quiero yaaa! ¡No, no, y nooo! ¡Que yo no espero hasta mañana y´aurita me voy al patio a llorar tuita la noche… Y arrancó con sus lamentos que s´ioyían en tuito el barrio…

Aquellas fuertes lamentaciones fueron escuchadas por su madre quien también la adoraba, pero a la vez sabía que si la seguía engriendo su hija tendría un fin fatal y ella no permitiría que le ocurra tal cosa. Se levantó del sitio donde estaba cosiendo un nuevo y lindo vestidito para una de las muñecas de su niña y muy presurosa tomó su cestito de agujas, hilos, alfileres y tijeras y corriendo fue a la otra habitación:

-¡Mamita, ya deja de llorar que te vamos a comprar esa tu deseada muñeca… Si vos sabís bien que tu tata, apenas te escucha pedir algo, más tarda en complacerte que en dejarte que llores siquiera un tantito así de chiquito. ¡Acuéstate, mamita, y solo es cuestión de unas horitas y mañana mismo la tendrás…

-¡No, nooo y nooo…! ¡Ya he dicho que la quiero en este momento!

Y cogiendo las tijeras que su madre tenía en su regazo, empezó a atacarla sin piedad alguna hiriendo profundamente aquellas manos y aquellos brazos que siempre le habían brindado desmedido amor, cariño y atenciones en demasía. Presa de un temor infinito, la confundida madre no lo podía creer y solo atinaba a retroceder sangrando y solo poder gritarle:

-¡Hijita, amor de mis amores… ¡Detente, detente, detenteee…! Que te vais a condenar…

Mientras seguía sangrando a borbotones. Y la desquiciada chica, incapaz de darse cuenta lo que estaba haciendo, cogió uno de sus muñecos más queridos lo abrazó y sin medir consecuencias se lanzó violentamente por la ventana de su cuarto sin saber lo que podría ocurrirle y se perdió entre las sombras profundas de la noche aciaga.

Desde ese diya, tuito el mundo señalaba esa casa dishendo: Esa pueee… esa es peee la Casa de La Condenada y como castigo divino, casi tuitas las noches baja por la lloclla montada en un animal de fuego, arrastrando gruesas cadenas y´el ambiente por ande pasa se llena d´iun olor muy juerte a azufre.

-¿Y´en verdá pasa eso agüelo Beno?

-¡Yo no l´ue vido, pero muchos cristianos cuentan que de verdá eso sucede!

-¿No lo creyen? ¿Les ha pareciu tuita una mentira? Güeno, peee… vosotros conocís tanto al Padre Benito com´ual Hermanito Wence; entonce, ¿por qué no les preguntan? ¡d´iaseguro qu´ellos les van a cuentar lo mismito que este fiel servidor y qui´además estas orejitas l´uan escuchau… como que los estoy aguaitando a tuitos vosotros en este momento…

-¡Mentira! ¡Vos sois un lajla! ¡Lajla y mentiroso… Maver… decinos ¿cóm´ues ella? ¿Cóm´ues el animal qu´ella monta y las cadenas? ¡Maver, cuenta, cuenta. Contá pueee… Agëlo Benito… ¡No seyáis malito!

-Güeno, Güeno, güenooo… pero que seya el prósimo jueves… porque ya s´iecho tarde y d´iaseguro que los van a buscar en sus casas, soure todo a los coros que sian acolpachau esta noche y… Además, les aseguro que tuito aquello que le voy a cuentar no les va dejar nadita de duda sobre todo lo que pude ver esa noche que nunca más quishera que güelva a presentarse… Así, pueee… mis querius ñetos y demás coros vayan a dormir tranquilitos y ¡ojalá que puedan hacerlo! Y colorín colorado…

AREQUIPEÑISMOS: basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo. Carpio Muñoz

Acolpachau: juntado, arremolinado; amontonado; alrededor de

Coro: pequeño, niño, infante

Chirisuya: topónimo; parte inicial de Miraflores

Lacla: hablador

Maver: A ver…

Ñeto: por nieto

Picadito: con algo de trago encima; medio embriagado; con huellas de viruela

Redepente: por de repente

Soure todo: por sobre todo

Tacpiar: caminar con dificultad; caminar dando trompicones

Tablada: sembrío; Conj. de chacras

Vido: por visto

 

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