Bueno hubiese sido que esta sentida y prolongada postración me mantuviera por lo menos algunos segundos reposado y tranquilo y no como estoy hecho todo un globo aerostático lleno de gases y otras sustancias colaterales, que no encuentran el debido escape por ningún lado; y lo peor que este estado tenga como única causa, motivo y razón las tres malas noches sufridas estando sentado, rumiando mi rabia entre pujos, completamente calato y después de haber corrido a cien km por hora, acudiendo presuroso al llamado desesperado y visceral de mis tripas cruzando toda la casa, cubierto únicamente con un periódico pasado a manera de taparrabo, haciendo frente a las posibles miradas indecentes -así pensaba- pues en la casa, justo en esos días se estaba festejando el cumpleaños 99 del abuelo y la verdad que el cuasi centenario pergamino merecía todos nuestros respetos, aunque, la verdad, mucho sentí el no poder acompañarlo, ni un solo instante, precisamente porque mi estado volátil no lo permitía, pues podía fácilmente convertirme en una bomba pronta a reventar, causando una inundación de aguas negras y pestilentes que fregarían todo el sereno, la fiesta y las jorobas del respetable.
¡No, pues! Y es que esta maldita
languidez total de mi puerco, mis continuos retortijones y el permanente dolor
abdominal, me tenían doblado en cuatro, cargando la huata hinchada como un bombo
y con unas ganas irresistibles de ca… pitular todo vestigio de hinchazón;
especialmente aquella encomienda guardada por setenta y dos horas seguidas… yo
que siempre fui un relojito para… cumplimentarlas.
-¡Bueno, Choche! ¿estabas o no
con la antipática encima?
-¡Exactamente encima… no!
-¿Y el malestar
general, la fiebre en 38° y los barriles de mocos?
-¡Nada de eso!
-¿Toncesss…?
-¡´Toy con una
constipación… pero de la otra!
-¿Cuál otra… la Covid-Delta?
-¡Nooo… aunque no sé cuál sería
peor…?
-¿Qué ch… tienes, entonce…?
-¡Estoy con un permanente y
desesperado espasmo intestinal; dicho de otra manera, son tres mañanas que
amanezco dando botes por toda la cama y cuando consigo un poco de quietud,
siento una ronca voz que viene desde el Colon… que me llama y me llama…! Pero… voy!
¡Me siento, por una, dos y tres horas
seguidas y… nada de nada! Ni siquiera un cachito de…
-¿De qué hablas? ¿Quién te
llama? ¿Y por qué no vas? ¿Qué te detiene? ¿Quién es ese Colón?
-¡Estoy completamente
estreñido!
-¿Y no has podido decir eso?
Pero… si es tan fácil… Una pepa de palta… y se acabó el problema…
-¡Prefiero seguir
constipado a perder el invicto!
-¡No, mula! En infusión… Bueno
en todo caso… un supositorio de glicerina y muerto el pollo… ¡No te va a quedar
ni las tripas con dos al hilo!
-¿Me tengo que empujar dos al hilo? ¿Y por qué tienen
que ser dos?
-Porque precisamente es lo que te falta hacer el dos…
-¿Y no hay otra purga oral? Porque a mí la glicerina
no me gusta… es vomitiva y además…
-¡Oe, otra vez al maiz! ¿Alguna vez has probado un
supositorio? ¿sabes lo que es un supositorio?
-Supongo que sí… Si mal no recuerdo…
allá en mis años mozos, y perdona la distancia, sucedió que en esa instancia…
la Rómula, quien hacía las veces de mi nana, me hizo probar solo una mitad y a
medio camino, el tal supositorio salió disparado por arriba y por abajo y desde
allí no he vuelto a saborear…
-¡Ahhh… ya caigo! Con razón…
Mira, cuando una persona está estreñida puede optar por varios caminos: el
aceite de ricino, que ya no está en boga felizmente, porque era todo un
suplicio chino; la leche de magnesia, idem; para los casos pasajeros, suaves y
muy esporádicos; digamos, después de haberse mandado una docena de tunas y
encima medio kilo de cañihuaco. Asimismo, otro purgante era la
Limonada-purgante Leonard, para los casos un tanto continuos y de mediana imposibilidad;
finalmente, una infusión de pepa de palta seca y molida, para los casos
tildados de imposibles que, inclusive con varias cargas de dinamita seguían
mostrando una duración a prueba de TNT… ¿´Tonce? Tienes dos alternativas: o son
los supositorios o es la pepa de palta… ¿Cuál, padre y señor mío, escoge su
merced?
-¡Ninguna de las dos! Porque
acaba de llegarme, vía whatsApp, un remedio casero que no tiene pierde… y como
no tiene pierde, no pierdo nada en ponerlo en práctica:
-¿Y cómo sabría si te ha hecho
efecto esa purga?
-Si pasado mañana
encuentras un cartel grande donde diga: se vende esta casa es porque toda la
familia no pudo aguantar los efluvios mañaneros ni con máscara antigases y
tuvieron que mudarse a otro edificio; y si tampoco me encuentras es porque pude
patentar este purgante y así estaría librando a la mitad de la población de Perusalem
quienes están en constante constipado por el miedo a la política del gobierno; y
el otro 50% que está con el otro constipado porque el Chongreso los tiene
calatos y con una churreteadera de Padre
y Señor Mío en la cabeza.
-
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