Aquellas huaspiadas inishales que nos andavamos pegando dende la primaria s´iabiyan torniau en tuita una relashón d´iadeveras acectada por ambos bandas y los coros d´iayer, hoy, y´eran unos declaraus y acectaus enamorados que muchas veces con solo catiarnos un tantito en la misa, cuando pasaba pa yir a comparar a la tienda de doña Panchita, bastaba pa´tener la seguridá que allí estaba tan linda como shempre y la condenada pareciba que no me veyía, que siasiya la tonta y se pasaba de largo, como si no me conoshera pa´nada; pero bien segurito estaba que ya m´iabiya encalatau tuito, dende mis caucachos hasta la torocma y d´iun solo huaracazo.
Entonce, si bien y´eramos
enamoraus, no todas las tardes o las nochecitas podíyamos “vernos” pa´darnos un
par de besos, acarisharnos con un tantito de temor y despedirnos debajo d´ese
sauce que pareciba llorar porque nuestra felicidá pasaba c´omún viento juerte
d´iagosto y nos dejaba con la miel en la punta de la lengua… de los brazos, de
las manos, más soure todo e´nel corazón; pues la severidá de sus tatas impediya
que lo nuestro salga a la luz y tuito el mundo s´entere qu´ella era miya y yo
tuito d´ella. Pero, a pesar de todo, d´iuna parte sentiya que mi más grande
deseyo y´astaba cumpliu, anque d´iapoquitos, pero bastaba pa´saber aguantar el
caballo y retirarme feliz d´iaberme mirau en sus ojos y d´iaberle pediu que no
pestaneye… porque d´iasegurito que m´iba a despeinar mi pelo y´alborotau…
Pero apenas llegaba a mi casa,
dentraba silbando y con las manos en los bolsillos, feliz de la vida y
dispuesto a seguirla viendo a como dé lugar porque ella, mi Rosaura, era la luz
de mi vida, la que shempre cargaba conmigo pa´todo lau; tanto dende´l colegio
como en la chacra, cuando y´uiba a cachir alfalfa, singando dulces y ricos
huiros; pa´catatar en el lomo los medios sacos d´esa papita afanosa gua aquel chico
salerito; ya que l´ermosa y gran salamanca seriya conseguida por mi mamita en
la recoba de l´Antiquilla. Sinembargooo…
Algo dentro de mí, me deciya que
dé un paso adelante; que l´abrace hasta sacarle tuito el aire de su pecho; que
me la coma a besos y´así poderle demostrar mi amor y qu´ella se juese sintiendo
tuita una mujer. Así qu´ial diya siguiente ya teniba una trampa preparada:
-¡Si, mi Rosaurita, ya sé
que no disponemos d´iun minuto debajo d´este sauce, único testigo de nuestro
amor a pedacitos y que no podemos dimorarnos n´iun tantito más, porque… medio
que sospechan en tu casa y tus hermanos están sale que sale pa´ver qu´es lo
quiácís cuando salís pa´la huerta… Te propongo una cosa… Este sábado, deciles a
tus tatas que vais a yir ande la Margarita, tu compañera de carpeta a prestarte
unos cuadernos y…
-¿No estáis bien así? ¿No te
sentís a gusto conmigo? Espertéee… unos añitos más y los convenzo pa´que seyáis
mi enamorau d´iaverdad; que podáis entrar a mi casa, que…
-¡Para, para, para…
m´ijita! Lo que quiero es que siquiera estís cinco minutos conmigo… d´iaseguro
que vos querís lo mismo…
-¡No! Yo quiero estar tuita la
vida, pero…
-¡Nadita de peros! Este
sábado antes de yir ande tu amiga, yo t´espero detrás del Molino… y te juro,
solo cinco minutos y… después te podís largar a la casa de la Marga… ¿Qué
decís?
-¡Dejaméee pensarlo…! Nunca
les he mentiu…¿Y si´alguien nos cateya? ¿Qué van a pensar? Y peyor, ¿si
s´enteran en mi casa?
-¡D´iaseguro que no la
cuento! Pero son cinco minutitos… por lo que más quieras… solo cinco…
-¡Güeno! Solo tres minutos… y
no nos veyamos en la parte d´iatrás, que seya en un costau… allí por lá cequia,
qu´está al lau de la pista… Entonce, hasta el sábado. ¿Y cómo sabrís que
conseguiu el permiso? Te gua dejar tres tojritas en la ventana de tu casa,
mañana viernes… ¡Chau, amorcito!
Por Dios que nunca he esperau
tanto; primero, que seya viernes y encuentre la seña del permiso lograu; luego,
luego, que seya sábado pa yir a´isperarla dende las cinc´ue la mañana y´estar
acompañau del canto de los jílgueros madrugadores, esperando el dulce trinar de
los canarios y que llegue ese momento tan largamente deseyau…
M´iabiya bañau ese sábado a las
cinc´ue la mañana en pleno cequión y tuito el mundo en mi casa me huaspiaban un
tanto diferente, harto almiraus y maliciosos. M´iermana mayor, al trote, me gritó:
-¿Y vos, qué te pasa? ¿T´iavís
chancau la torocma? ¿De cuando aquí vos te bañáis a las cinco de la mañana?
¿Qué mosquita t´iabrá picau, nooo…?
Lo sherto es que allí estuve como
una hora asurainau por su llegada.
-¡Hola, Panchito, mi amor,
¿dénde qu´iora estáis aquí?
-¡No! Aurita acabo de
llegar… ¡Hola, carosita linda! Por fin…
Nos saludamos como nunca. Este
beso creo que duró tres diyas y ´estaba como borracho, pareciba que m´iba a
cayer porque por primera vez las piernas estaban hualin-hualin y´en mi pecho
habiya entrau un bombo de los caperos y cuando pude abrir mis ojos, la vi
coloradita y su pelo brillaba com´uel mismo sol… Ya líva tomar juerte entre mis
brazos y…
-¡Panchooo…! Pancho… Panch…
Creyimos escuchar una conocida
voz que nos dispertó de nuestro amado sueño. Volando salimos de nuestro
escondite. La ayudé a cruzar la cequia y ca´dauno tomo distintos caminos.
Tuaviya, shento el calor d´esos
labios callentitos, ese rico aroma de rosas rishén abiertas que perfumaban
tuito el ambiente y… ¡Qué diablos, si me caye la cuera de mi tata, n´iumporta;
que seyan veinte reyatazos; total, mil veces dariya mi vida por otro beso
igual.
AREQUIPEÑISMOS: basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan
Gmo.Carpio Muñoz
Almiraus: admirados
Capero: músico popular aficionado
Cateya: de catiar, mirar
Caye: cae
Cuera: azotaina, castigo
Hualin-hualin: debilucha, tembleque; que se doblan
L´iba: la iba
Reyatazos: azotes con una reata
Rishén: recién, recientemente; ahorita
T´iavís: te has: te habís
Toorocma: cabeza;
pensamiento
Tuito: todo, todito
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