lunes, 31 de mayo de 2021

¡PATITAS… PA´QUÉ TE QUIERO!

 Dispués d´iaber cargau m´iatau de raíces d´ialfalfa secas, regresábamos los tres ccoros dende las chacras qu´estaban cerquita al Pastal; allí pueee…d´iajunto la liña del tren. Íbamos los dos por detrás, tacpiando por aquellos bordos secos y muy desiguales; de rato en rato nos distrayíamos patiando aquellas tojras rociadas por tuito el camino. Volviyamos felices por haber cumplido el mandau y sabiyamos que nos esperaba un rico “Americano”.

-¡Ojalá que la tiya Maura hayga preparau su rico estofau y´anque seya me quede un platito pa´mí…

-¿Solo pa´ti? No seyais misquirichi; ni cojudo dejo que te zampes mi plato… Yo soy s´uijo y tengo más preferensha…

-¡No! S´ies qu´iay pa´una sola porshón, mi mamita es tan güena que hará alcanzar pa´los tres, -replicó mi linda prima- Ella, apuraba el trote y´iba por delante más coloradita que nunca. Alcé la vista y me pareciba estar más rica que nunca. Teniba el pelo relushente y sus dos hermosas trenzas que s´escapaban d´iadebajo de su viejo huacali, se las habiya atau en su atrás pa´que no le moleste aquella carga compuesta con puros restos d´esa chacra donde nos habiyan mandau pa´rapiar, antes que nos gane alguna otra jamilla que tamién las hariyan secar en el techo pa´luego, luego, utilizarlas como “la basura” p´atizar la cconcha y preparar tuita la comida.

Efectivamente, apenas nos lavamos, metius en l´acequión que pasaba detrás de la huerta del “Cabo Núñez”, hermano de la  tiya, después d´iaber dejau nuestra carga listita pa´solearla en el techo, juimos a la picanteriya y cada quien ocupó su sitio.

-¿Cómo les jue? ¿Cuántos viajes habís hecho?

-¡Solo uno! Si recién acabamos de llegar…

-Yo y´astaba pensando que habiyais hecho por lo menos tres viajes… Güeno, güeno; mañana, tempranito, completarís la faina… ¡Hay que ser guapo pa´todo! Solo es cuestión de meterle geño y la cosa sale… ¡Siéntenseee!

Pronto empezaron a desfilar aquellos esperados manjares que bastaba con solo sentir sus aromas para despertar aquellas ansias de terminar con las ollas y las conocidas cazuelas que guardaban esas ricas viandas, listas para ser servidas y así poder disfrutar de esa cocina tan mentada especialmente en Chullo, Tawaycani, la Calle Nueva y la Arequipa de esta banda. Sin embargo, desde que la conocí a esa querendona doña, su hermoso rostro de delicados y perfectos rasgos me impresionaron mucho, pero con el transcurso del tiempo, se iba convirtiendo en mi segunda madre. No por la sutileza o generosidad excesiva de sus exquisitos potajes que me gustaran hasta el delirio; sino, que poco a poco iba calando en mí, un sentimiento recíproco y profundo con cada consejo que me brindaba, poniéndole toda su sapiencia y el amor de siempre, cada que podía hacerlo, pues además me tomaba por el hombro y me acolpachaba a su pecho fuertemente; inclusive sentía un poco de celos ajenos porque el primer plato que colocaba en la mesa era para mí; es más, siempre me daba una yapita, ya sea de la exquisita matasquita o de aquel incomparable estofado que lo terminaba chupándome los dedos.

-¿Dónde vas, Benito? ¿Ya hiciste tus tareas? Hoy es lunes… y las tareas de matemática…

-¡No te preocupes, mamita! Ya las hice y las he verificau… Voy ande la Tía Maura… voy a ver cómo hacen la chicha…

-¡Apenas chumen la usma, aquí estás de regreso… mañana tienes que ir a la escuela…

Solo teniya un pensamiento en la torocma, pues… esos negros y lindos ojos de la tarde m´estaban matando…

-¡Tiya Maura, ¿a quién le toca atizar la cconcha pa´cer la chicha esta noche? Quiero aprender…

-¿Has pediu permiso a tu mama? No vaya a ser que la priocupes… no vis que casi terminamos a las diez de la noche… Andá pueee, en lugar del Pascual, andá con la Marga… y tengan mucho cuidau… Anq´uella ya sabe…

Una vez que cargamos el agua y se colocó el güiñapo molido en cantidades proporcionales; nos sentamos la una junto al otro y comenzó l´atizadera d´iaquel perol metálico y gigantesco colocado sobre una cocina rústica hecha con sillares y algunos fierros y planos, cruzados para darle mayor estabilidad y con el espacio suficiente para hacer hervir aquel agradable y buscado líquido capaz de apagar la sed de cualquier cogote muerto de ganas.

-Oíte, Beno…¿podriyas decirme que es lo que te pasa?

-¿A míiii… nada! ¿por qué? Y´uestoy de lo más tranquilito…

-Pero m´estáis comiendo con los ojos… Decíme, ¿qué tengo en la cara?

-¡Un par de ojos hermosos y´una boquita que me la quisiera comer a besos! -queriya decirle-

-¡No t´iagáis el tonto! Que t´estau huaspiando tuita la noche…

-¡Nada! No tenís nada…

-¡Cómo que no tenís nada! Si ya me querís comer con los tuyos… ¡Pucha, se m´ia metiu una basurita em el ojo! A ver...pegáme un soplito, a ver si sale...

Y se m´iacercó casi hasta tocar mi cara con la suya. No pude resistir y le robé un beso. Tomé dulcemente su carita entre mis manos temblorosas y pude contemplar una vez más esa mirada matadora. Ella estaba entre asombrada y feliz. No dijo nada pero vi que agarró la pucuna y… volé! ¡Patitas pa´que te quiero!

 

AREQUIPEÑISMOS: basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo. Carpio Muñoz

Acolpachar: arrejuntar, pegar; apapachar

Acequión: acequia grande, curso principal de agua

Americano: típico plato de la picantería arequipeña que consta de variadas comidas

Atau: por atado; bulto hecho con un mantel para cargarlo

Bordo: borde de una chacra

Cconcha: cocina rústica hecha generalmente con sillar y barro

Faina: faena, tarea, trabajo

Geño: genio, coraje, ganas

Huacali: sombrero popular de ala ancha

Huaspiar: atisbar, mirar de reojo

Misquirichi: tacaño, avaro

Pucuna: pequeño cilindro metálico para soplar y avivar el fuego

Raices: raíces secas

Tacpiar: caminar dificultosamente por los zapatos o el camino

Tojra: trozo de barro solidificado

Trote: paso

Rapiar: tomar las raíces de la alfalfa para, una vez secas, volverlas combustible de la cconcha  

Usma: líquido propio del güiñapo hervido y colado, antes de convertirse en chicha

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