Habiya pasau, creyó que seriyan unos… quince a vente añitos, dende que, a la Casilda le cayó la cuera por no saber decir outra cosa que ¡aura puena!
Estabámosss… yendo a la fiesta de
las cruces... Sí, pueee… debiya ser la primera semana de juño y´en la casa no
se hablaba d´ioutra cosa que de la Fiesta del Corazón de Jesús. D´iantemano sabíyamos
qu´en las vísperas habriya canchaladas en plena calle y allí estariyan tuitos
los vecinos del barrio; pues no solo se tratariya de la quema del ccapo,
principalmente frente a la casa grande de la Julla Barreda, en cuya capilla se
guardaban tuitos los santos pa´ser sacados y pashados en las diversas
proceshones qu´iabiyan durante el año.
Por esta vez, el comité de
festejos estaba a cargo de doña Paquita Gutiérrez, la vieja y querida comadrona
que habiya trayiu al mundo a tuitos los ccoros de mi lechigada, así como a muchos
maltones y maltonas d´esta parte de Chullo, Tawaycani y la Calle Nueva;
inclusive algunos hombres y mujeres y´eichos y derechos habiyan contau con su
desinteresada mano de obra pa´salir de la panza de su mama. Ella teniya hasta
ñetos, pero casi shempre era llamada p´asistir a las parturientas d´esta banda.
A pesar de ser muy entrada en años y en carnes, qu´era canosa y bastante
delgada, era capaz de cargar a cualquier panzona por más robusta que juese y
por más bombo qu´iubiera echau. Y´esto que les gua contar, yo no lo vide, pero
shempre es comentau d´iadeveras, cada vez que se presenta una mujer pa´dar a
luz. Así deciyan los mayores, dende que teng´uso de razón:
-Redepente… vos ni os
acordáis, pero, y´an pasau muchas lunas dende qu´esa dispierta maltona, la güenamoza
de la Lucilita, peee… La Chasca Ñahui, que dicho seya de paso, teniya unos ojos
hermosos… que pareciban hechos de miel, y´un cuerpo de la madona, con una
cinturita de avispa y´un batán de Padre
y Señor miyo; de pronto; ya pesar de ser una chica de su casa, muy güena y
trabajadora, no se l´iabiya conociu
muchacho alguno o varón que l´iciera la corte o la visitara por la mañana, por
la tarde o por las noches; pero como os dije: d´iadepronto, resultó con Domingo
shete y, de la noche a la mañana, se le vio por las chacras cargando semejante
panza.
-Pero la Sara, aquella vieja
encorvada, seca co´mún esqueleto y que viviya sola, en medio de las chacras del
Aquilino, allí, pueee… e´nese racay, casi jun´tual pastal, esa pueee… que paraba
tuita de negro, metida bajo un velo del mismo color que la tapaba hasta las
rodillas y pareciba un espanto, puesss…tuito el santo diya y, por cosas tan
simples como quitáme esta paja, se santiguaba una y mil veces y entre dientes, dizque
murmuraba una serie de… maldishones… Un diya de tantos, l´astaba huaspiando a
la muchacha, se l´iacercó a l´embarazada y tocando su abultau vientre le
preguntó, malishosa:
-¿Pa´quien es tu guagua,
decímeee… hijita?
La chica, sorprendida, le
quitó rápido la mano de su vientre y le respondió, palideshendo del puro susto:
-¿Pa´quién va ser, pueee?
Pa´mi mariuuu…
-¡Debe ser algún endiablau
mensajero de Satanás… porque no se l´iavisto nunca sus señas… A no ser que seya
del mismito engendro del injierno… ¡Confesá nomá, porque… redepente te sale un
mesmito demoño y… ya no podré ayudarte pa´mejorar su suerte y la tuya… ¿Qué me
decís?
Y la Chascañahui, bajando la
vista, muy apesadumbrada y secando sus lágrimas, s´iba retirando, tacpiando peligrosamente
por el filo de la lloclla. Cualquiera, podiya adevinar, que po´rese caminar
lento y´arrastrau de sus pasos y´además de la fatiga que mostraba su compungido
rostro, se podiya pensar que su parida seriya al diya siguiente y no en más tiempo.
Un camayo, que, calladito, habiya
ocservau ese raro encuentro bastante misterioso, y viendo el estau d´iaquella
chica tan conocida y´estimada por tuito el mundo, apenas acabó de almiar sus
topos de cebolla, se jue derechito a la picanteriya de la Maurita, p´avisar a
tuito el barrio lo qu´estaba pasando con la pobre chica.
Una vez que estuvo ocupando una
de las bancas de la picantería, se sirvió un apurado vaso de chicha, mientras
esperaba ese conociu y rico Timpo de Rabos, se dirigió a la doña, dueña de esas
incomparables manos que sabían preparar los diversos platos y picantes de cada
día:
-¡Mamitay! ¿A que usté no sabe
de la Chasca? ¡Y´astá pa´reventar!
-¿Qu´iavís dicho? Maver,
decíme con más cuidau, ¿Qué l´ia pasau a´ysa ccora? Ni me vais a decir que…
-¡Síii… l´an llenau,pueee…! Y
lo peyor, s´ia metiu con la bruja…! D´iaseguro que…
-¡Con quién s´iayiu a meter!
De pronto, la Casilda, una de las
ccoras que serviya como ayudante de las hacedoras, tan lajla como era, metió su
cuchara, y dijo a viva voz:
-¡Pa´qué se meten hacer
cochinadas pueee…! ¡Aurapuena!
-¿Qué sabis, vos, de malas
cochinadas? ¡Juira, zape! Vesto,ve… ¡Qué chiquita tan adelantada! ¡Pasaméee el
chicote!
-¡Aurapuena, Tatito…
Auarapuena!
AREQUIPEÑISMOS: basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo.
Carpio Muñoz
Almiar: regar
Aurapuena: Exp. ¡Ahora pues! Amenanza, ¡Lo que se te viene! ¡Cuídate!
Batán: piedra grande y plana que sirve para moler granos y ajíes
Camayo: peón encargado del regadío
Canchalada: fogata pública hecha con capo
Ccora: pequeña, chiquilla; yerba silvestre
Chascañahui: ojos como estrellas
Domingo shete: Exp. por su sorpresa, algo impensado
Hacedora: ayudante en la cocina
Huaspiar: atisbar, recelar, fisgonear
Juira: ¡fuera!
Juño: junio
Lajla: habladora; que habla por demás
L´an llenau: Exp. Por la han embarazado
Maver: a ver… Dime, muéstrame
Redepente: de repente
Timpo de Rabos: delicioso almuerzo de la gastronomía arequipeña
Y´eichos y derechos: Exp. Ya hechos y derechos; mayores o adultos
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