En esta hora de marchas y contramarchas, de multitudes aparentemente dormidas; de reclamos colectivos fabricados a pie; en esta hora de brazos levantados en pie de guerra y hora de levantamientos multitudinarios que suenan a descontento en cacerolas y sartenes que vienen desde balcones y plazas; calles y avenidas saturadas de indignación, venidas desde millares de angustias aguantadas y conformismos escondidos… Este título, que resuena a manera de grito altanero, desafiante; acaso subversivo y largamente postergado, podría parecer una incitación al ataque, para integrarse alma y todo en esta avanzada de tanto descontento y mucha ira; metidos en un largo y extenuante aguante de muchos siglos.
-¡Lo siento, camarada Rasputón! Ud. Se me va derechito a Socabaya
por ser un caviar subversivo…
-¡Un momentito, Miguelito! Calmantes Montes… que no he terminado todavía…
¡No! ¡No lo es! En primer lugar, es una promoción de júbilo, al
comprobar que a pesar de haber discurrido mucha agua pútrida y maloliente bajo sus
puentes centenarios de esta nación atestada de sobrevivientes, durante
incontables lustros; recibiendo a cambio, tanto palo, tanta indiferencia y tanta
ignominia haciéndonos morder los pliegues más hondos del alma, de tragar tantas
idas y venidas de desgobierno, incapacidad, corrupción y delincuencia a ojos
vista; sin que haya una sola voz popular altisonante que se haga sentir en la
placita del barrio, en el atrio de la catedral, en algún otro sitio público o
en un atrevimiento desesperado, efectuar un toque de campanas en la iglesia
mayor para convocar al pueblo (aunque reconozca que eran estrategias propias de
otros valientes dinosaurios), cuando cundía un general convencimiento que las
únicas voces parlantes eran las de algunos dirigentes de viejas instituciones fabriles,
económicas, sindicales o de pequeños feudos; siempre amordazados por sucesivas
disposiciones y normas impuestas por el régimen imperante, usualmente de corte
económico, hoy propio de un pregonado y supuesto liberalismo económico igualitario.
-Luego, Mr. Hot Dog, my boss, ¿de qué diablos se trata esto o dónde
diablos pretende llegar?
-A poder percibir, con mucho entusiasmo, la aparición de una luz
pujante y generosa al final de este primer cuarto del nuevo milenio.
-Seguro que se refiere al
Chongreso y su nueva gavilla; digo, familia!
-¡Contra! ¡Neva, jamás; lo
juro por mi prima María (por la p.m.)
-¡Entonces, ¿a qué viene eso
de Vamos a la Lucha? Escupe, escupe!
-Si hace muchas décadas, en los
análisis que nos exigía la preparación universitaria, estábamos convencidos
de tener alguna gente visionaria, creo
que ahora, más que nunca, las palabras guardadas en los anales de la estridente
“Pájinas Libres” tan propia del
contrasentido mostrado por la singular autoría de Manuel González Prada se
hacen más premonitorias cuando, en esos años de complacidas juventudes, sonaban
más a imposible: “…los viejos a la tumba y los jóvenes a la lucha”. Hoy como
nunca, y dado lo que acabamos de presenciar, en estos últimos días, podemos
guardar la esperanza que tanto los millennials y la generación Z, estas suerte
de juventudes supuestamente descarriadas, indiferentes y hedonistas a simple
vista, permanecían a la margen de su realidad social.
Hoy, sin temor a equivocarme,
creo sinceramente que esta, su postura, su accionar y proyección, denotan su
preocupación por el futuro y el de sus hijos; que a pesar de lo que se diga de
ellos, piensan y sienten de manera diferente; que su permanencia casi absoluta
de vida y comunicación en las Redes Sociales, están conformando una realidad
completamente diversa pero integrada, de apariencia conformista, pero que está
lista para hacer conocer y luchar abiertamente por sus ideas e ideales; sus
reclamos y sus anhelos; no importando la pandemia, el confinamiento, ni el
estado de sitio; tampoco los uniformes mal llevados, menos la incongruencia
entre las normas y disposiciones mal dadas y nunca bien ponderadas.
Consecuentemente, este pretende
ser un humilde reconocimiento a toda la juventud que se pone en pie y reclama;
que dicen con acciones: ¡Aquí estamos! Que con nosotros se han equivocado
porque todo lo actuado anteriormente es propio de dinosaurios, que no
corresponde a esta época ni a este momento. Que la verdad se grita cara a cara,
sin ambages, cortapisas, ni medias tintas… Que lo que viene en nuestro país es
de otro tiempo, del futuro y hay que gobernar para el futuro; de allí que la
familia, la educación y la salud de mañana, requiere de otros sistemas que
correspondan a lo que se nos viene en los próximos 20 años y que ello está a la
vuelta de la esquina; no a lo que hoy tenemos, sentimos o vivimos; esto ya fue…
¡Es pasado!
-¿O sea, Chocherita, tenemos
esperanza de tener un mejor futuro?
-¡Of course, my brosss, por
eso todos a festejar! !Todos a La Lucha! Que estamos en noviembre y todavía
quedan muchas wawas con pasteles y mucha Kola Escocesa!
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