Si bien a simple vista aquello de clonar una palta Fuerte con otra tipo Hass parecía ser otra versión de la saga Misión Imposible V, inclusive para Santa Fortunata, patrona de Moquegua, tierra de las paltas; sin embargo, gracias a otro milagro hecho por San Martincito del Covi, lo logró (tal como lo hiciera su tocayo San Martín de Porras), teniéndolas increíblemente juntas y revueltas en la misma chamba; a pesar que el “Flaco” de ese entonces se perfilaba como un inocente hermanito, incapaz de matar una mosca o juntar dos arañas domésticas, sin saber que son las más venenosas; y que cuando se colocaba de perfil, parecía un gigantesco pico de alpinista en la cima de dicha Región; por lo mismo, nunca asumiría que este parcito de secres designadas por propio dedo, más tarde, resultarían tan opuestas como el día y la noche; la diestra y la aficionada, la diminuta cusi-cusi o la hinchada tarántula; aquella que prefería verse siempre encima o aquella dueña de los bajos; aunque, ambas disponibles, estaban mandaditas a ponerse de cabeza, de rodillas o de cúbito ventral con tal de satisfacer al menor gesto, orden, mandato o insinuación del querido y respetado jefecito.
Tan solo porque “su flaco” era el más-más para todo el mundo; menos
para ellas; quienes, por una simple cuestión de nobleza, donde cada cual se
sentía con derechos plenipotenciarios para ser la más-más, su preferida o se
constituyera en aquella pollera con mayor alce, con más vuelo; capaz de poner
de cabeza no solo a San Martincito, sus ángeles y demás serafines del coro
regional. Y aquel matriarcado por partida doble parecía marchar feliz, intocables
(para los demás), y cada cual con lo suyo; o sea todo lo que acontecía dentro y
fuera de aquellos ámbitos donde su estuche del Fdco. Salazar metía su
inmensurable apéndice nasal: los asuntos administrativos, sociales, políticos y
personales; o sea, en toda la Región.
-¡Oiga, ¿no ha entendido? ¡Si mi señor presidente ha dicho que no!
¡Y yo digo, que tampoco, manan, manan y manan!
-¡Oiga,gerente… ¡Mi jefe, me ha comunicado que es difícil! ¡Así que
yo les digo: imposible, never, jamás!
Y así pasaron varios años bajo el doble matriarcado, con algunos
reclamos y observaciones; que quedaban siempre bajo las polleras a manera de
cortina metálica, compuerta o filtro donde moría todo aquello que ellas consideraban
no conveniente, impropio o amenazante para la salud íntima del jefe mutuo y sin
su previa aprobación. Hasta que ambas fueron las primeras en enterarse de la
huida a Egipto, digo, a la capital de Perusalem y pronto veían surgir, en su horizonte
próximo, unas inmensas nubecillas cargadas de sombras, problemas y olvido:
-¡No, no te olvides, mamita; que allá donde yo vaya… allá, en el
otro paraíso, estarás conmigo! ¡Que me crezca la nariz, si es que voy a mentir
alguna otra vez! ¡Tanto así, que ya te he comprado un par de muletas, digo, de
maletas Cartier… solo es cuestión de esperar unos cuantos días… ¡Palabra!
-¡No puede ser! ¿Cómo me haces esto? Bueno, pero no me confundas… yo,
mientras, te paso el chisme de todo lo que acontece aquí… como siempre… tú ya
sabes…! ¡Seguiremos gobernando esta Región!
Y al poco tiempo, esa griega de Bergerac asomaba tímidamente detrás la
figura del presidente de PPC, un viejo lobista que desapareció junto con la
famosa Página 11, millones de dólares y miles de barriles de petróleo.
Hasta que llegaron sendas invitaciones para ambas paltas y así seguir
vacacionando en Limón, pero esta vez en el mismísimo Palacio de Pizarro. Pronto
se empeñaron en conocerlo de pe a pa, a sus resortes y franelas más importantes,
a fin de marcar nuevamente sus respectivas chacras para continuar con el
servicio de observación, conocimiento e información personalizada, solapa y al
oído.
Pero, al cabo de algunos chismes descubiertos debajo de ambas faldas,
digo, calateos confidenciales, saltaron las miradas torcidas y con retro; los
gestos adustos y reveceros; hasta las amenazas con puñal y machete en mano:
-¡Oye, hijita de la guayaba! ¡Cómo sea cierto aquello de tus citas…
de tus escapadas y de tus…
-¡Para, para, para; mamita de la guayaba! ¿Y tumbes, acaso crees que
nunca se iba a saber de tus sobretiempos de 48 horas en sábados y domingos?
¡Que además paras sin forro…
-¿Acaso tu también no paras caliente y recontra hot todo el día
cuando lo ves…
-¡Mejor vas alistando tus cositas que te me regresas a…
-¡La que ya está con memo de traslado eres tú! Y no sabes dónde…
Cada quien a su manera estaba por alistar sus equipos para trasmitir y
grabar la sesión del Chongreso, confirmando la lista de celus comprometidos con
la causachum moqueguana en casi el 99% de nuevos Mamanis prestos a grabar,
filmar y negociar aquella reunión que iba a vender la Vacancia de la Presidencia
de la República.
-¡Solo por una cuestión de faldas, Boss… ¿nooo?
-¡Nooo…! Allí había algo extraterrestre… ¡Un encuentro del tercer
tipo!
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