jueves, 20 de agosto de 2020

DELIVERY NEGRO

Que la situación en la Perusalem Contagiada está cada vez más jodida es tan cierta, como que cada quien estamos pensando -muy apesadumbrados- si tendremos la oportunidad de recibir los santos óleos a tiempo para asegurar un campito la diestra del Padre; porque, conseguir nicho, mausoleo o fosa común está más lejos que la vacuna SputnikV. Hoy, medio fríos, ya olemos a  fiambre descompuesto; mientras la racha de contagios no para y la pandemia, en su loca carrera se va por su primer milloncito de fritos con NN. Y solo teniendo la certeza que todas las medidas sanitarias “adoptadas científicamente”, en lugar de curar, solo joden y nos dejan botados en las puertas del infierno; puesto que hoy no se consigue un campito, medicinas o camas; al punto que parecemos jefes de UCI sin secres, ni enfermeras y aguantados por no tener nada a la mano; maldicen entre dientes: “Maldito Sculapio, no tenemos ni dónde meter nuestros muertos…”

-¡Así es, my dear Bross! ´tamo hata la cacha… Solo la tenología sigue ganando cuelpos…

-¡Choche, ´tas exagerando la vaina! ¿Así de avanzados estamos? ¿Y cómo es que sigue avanzando la Covi… si nuestra tecnología está a la vanguardia, a pesar de tanto choripán…?

-¡Pero esto no es nada, boss! Acabo de tener una negra experiencia, al respecto…

-A ver, Choche, ¡La Covi te ha afectado la mitra! ¡Un oxímetro, urgente aquí…!

-Verás, choche, la semana pasada nos enteramos en el vecindario que el Comparito Matusalem se había enfriado completamente debido a su dislexia galopante, lo único que le caminaba rápido: pues en lugar de leer Dióxido de Sodio, recomendación de la tía Salomé para curar el dolor de garganta, se mandó un litro de lejía, pues en el frasco decía: hipoclorito de sodio y para cuando llegó al hospital, el tío ya era cloruro sódico o seguro cadáver…

-¿Y cuál era el problem? ¡Muerto el perro, se acabó la rabia! Con el perdón al perro, digo, de tu choche…

-¡Todo lo contrario! Lo que vino después fue lo más increíble y para morirse de risa; pues el tío estuvo dos días esperando en las afueras del hospital; al tercero, medio cecina, se lo llevaron adentro para hacerle la autopsia y comprobar si su muerte había sido por Covid19…

-Bueno, al final, solo era cuestión de reclamar el fiambre… ¿O nooo?

-¡Neli! Una piadosa enfermera nos escribió solapa, en un doblado papelito; recomendando que  guardemos el máximo silencio: “Todo el trámite los hace la Funeraria: “Espérame en el Cielo”; pero eso sí, le dicen que yo, Filomena de la Cutra, los he enviado… Ya saben, que nadie se entere… Son 100 solcitos, amigos; porque me han caído bien y veo que están un tanto agujas…si no”

Después de hacer la respectiva chanchita, fuimos a la funeraria:

-Señores… ¿En qué los podemos atender… Tenemos ataúdes desde dos mil quinientos coquitos… aunque son de triplay, resisten bien firme… Pero si prefieren los de cartón, les podemos bajar 100 soles y…

-¡No, disculpe, venimos en nombre de Filomena…

-¿Y quién es esa Filomena… No conocemos a la bendita fulana…

-La enfermera Filomena de la Cutra, del hospital…

-¡Ahhh…yaaa… ¡Claro, cómo no me había dado cuenta; claro, ella es una vieja amiga mía; pero…

-¡Solo queremos recuperar el cuerpo de nuestro común amigo Eduardo Mortález, quien desde el lunes…

-¡Nosotros solo ofrecemos servicio de ceremonias fúnebres, es decir, capilla ardiente, traslado al cementerio; movilidad a los parientes y el entierro…en cinco niveles…

-Solo queremos una fosa común… de un solo pisito…

-De cinco categorías, digo… desde mausoleo…

-Por favor, ayúdenos a recuperar al tío…

-Aunque no es lo nuestro, pero por tratarse de ustedes, que son tan simpáticos… Haremos el intento… Esta es una tarea inusual y tenemos que aceitar a una serie de secres, empleados de la morgue, wachimanes, servicio de carroza; la papeleta de defunción… Es un trámite maldito… Les va a costar… Nada más que mil quinientos solcitos… Solo por tratarse de ustedes… Y no vayan a comentar con nadie, ¿yaaa?

Nos entregó una hoja de papel con un sello borroso, un nombre en clave y una firma.

-Señor wachimán, queremos pasar…

-¿Pa´nde quieren ir? Hay cuarentena… no se puede pasar… ¿A la morgue? Por la otra puerta, pero si quieren, pueden pasar por aquí… Solo… una pequeña contribución de diez solcitos… Ustedes saben… Las necesidades han aumentado… Además yo lo llamo al encargado de la Boleta de Defunción… ¡Y no vayan a pagar más de 100 soles… es norma! Aquí tenemos que cumplir…

-¿El señor Corbacho? Venimos de parte del wach…

-Sí, sí, acaba de llamar… ¿Es muy urgente? La Partida demora, pero… son doscientos coquitos…

-El Wachi nos ha dicho que solo son cien…

-¡Que él se las haga, entonce…! ¡Voy hacerles una gauchada y tuavía quieren rebajita… ¿Ya llamaron a la movilidad? ¿Hasta dónde van a llevarlo? Ahhh… son doscientos más…

Íbamos camino a la funeraria para proceder directamente al entierro, porque la chanchita del vecindario no podía estirarse más, cuando el conductor de la movilidad nos dijo:

-¿Ya han comprobado que el muertito que llevamos es su pariente?

-¿Cómo? ¿No hay ninguna seguridad que este cadáver sea el de nuestro amigo?

-¿Ustedes saben cuántos cadáveres tenemos que trasladar? ¡Son cientos… cada día!

-¿Cómo lo solucionamos? ¿Habrá que hacerlo, nooo…?

-¡Salvo que estén apurados y después haya que desenterrar y es otro gasto, más fuerte!

-¿Cómo hacemos, amigo?

-¡Solo porque se trata de ustedes, que son solo sus amigos! Son cincuenta soles para buscar entre las 20 tarjetas que identifican a cada bolsa; más otros cincuenta por cortar la bolsa para que lo puedan comprobar y cien solcitos por bajarlo a la funeraria con ayuda de todos ustedes…

¡Plop!

 

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