Como nunca, había un movimiento inusual en la casa
grande. Mi tata y mis dos tíos, junto con mis hermanos mayores habían partido
el día anterior llevando una tropilla de caballos y mulas hacia las cabeceras
de Tambo para conseguir varias fanegas de arroz, damajuanas de vino; higos,
aurimelos, abridores y miel con harta chancaca. De paso, podrían traer unas
cuantas canastas de camarones; porque, como se acostumbraba, a cambio iban llevando
a vender maíz cabañita de Cayma, habas de Chiguata y sacos de sacos de harina
de trigo y afrecho. Mi mamitay, estaba preocupada porque no tenía gente para
cumplir con la ronda del agua esa misma noche. Ya estaba entrando las luces del
sol y solo estaba disponible mi tata Panchito y mis hermanas…
-¡Benitooo… Beniii… Hijooo… ¿Ande t´ias
metiu? ¡Apuráteee… Veníii…! Tenís qu´iacompañarme!
-¿Dónde vamos a ir, abuelitoo
-Tenemos que remplazar al camayooo…
s´iaenfermau y nuay nadies pa´hacer la rondaaa…
-¡Vamos, que siempre he querido ir con mi tata,
pero… no me ha dejado!
-¡Es que la cosa n´ues pan comiuuu… Así
qu´ialista tu ropa primero: ni se t´iocurra yir patacala; por´ques muy
peligroso; solo tenemos la lumbre de nuestros kocas lamparines a kerosene. Además,
e´nestos diyas han limpiau tuitas las cequias yay mucha champa y basura en el
camino; redepente, nos tocpimos por´ay y volvemos con las patas colgando.
Catata tu ponchit´uelana; una pala grande
yun trinche, porque d´iaseguro s´ian asumagau los tocolos, las raices y
la brosa crecida de los bordos. ¡Apuráteee!
-¿Voy sacar al Mariano? Como vamos estar con todas
las manos ocupadas…
-¡Barajo! ¡No seyáis flojo, hijito! Ya tenís
güenos lomos pa´cargar una pala; además… es acasito nomá…
En el portón, el viejo querido ya me esperaba bien
plantado, con la pala al hombro y colgando en el cabo, hacia adelante, el fiel
lamparín mostraba sus luces un tanto mortecinas, pero tan prestas como la
voluntad de mi tata. Cruzamos el puente de palos del Molino San Juan, nos
saludamos respetuosamente con los cuidantes y seguimos, cada quien, por su
camino que apenas se divisaba; la fuerza del cariño y mucha voluntad nos hacía
avanzar con paso firme y sin mostrar desconfianza alguna.
Dentramos tuitos apuraus por la cabecera de
la Quinta Vargas qu´estaba pegada juntito al Puente Grau y, al rato, con las
mismas ganas, estabámos trepando por los bordos de junto al acequión que veniya
dende la toma de Charcani. Las grandes sombras apuraban el trote y seguimos
trepando hasta llegar a las ramadas del Chueco
Ambrosio y del Wiswi López. Porque el Tacpi del Sabino, nuestro camayo,
s´ienfermáu y tenemos que ganar la mita pa regar tuitas nuestras tabladas de
zanauria, lechuga y d´ialfalfa. -¿Ya t´iabrís enterau, nooo? Por esta lloclla
bajaba La Condenada… peee… y…
Recién reparé que la noche estaba oscura y que las
ramas de los sauces parecían querer abrazar a todo aquel que anduviera por su
camino. Sus miles de hojas chicoteaban el rostro, pero seguíamos empeñados en
avanzar hasta la compuerta. Los aullidos seguidos de los perros hacían más
pesada la noche, pero el viejo, adivinando mis temores me dijo:
-¡Ya sabís que solo son leyendas, nooo?
¿Sabís lo que son leyendas, hijo, nooo?
-¡Claro, pueee… ya me has explicado! Son solo
cuentos, historias, chismesss…
-¡Nooo, m´ijo! No se sabe hasta ande han siu
inventaus… ¡Tienen mucha verdá! Pueda que hayga ocurriuuu… Pero aquí estáis con
el tata de tatas; el macho más macho entre los machos; aunque m´estoy meyando
de miedo… je, je, je. ¡Por siaca, cuando tengáis edá y tengáis que venir solito
y creyís que se te aviene cualquier bulto, bruja o almita… ¡Pegáis un carajo
d´ialma…dend´el jondo det´ualma! Y ya verís como se espantan… ¡Com´ualma que se
catata el demoño! Y te meyáis de la risa…
AREQUIPEÑISMOS: basado en el Diccionario de
Arequipeñismos de juan Gmo. Carpio Muñoz
Abridores: blanquillos, duraznos blanquecinos que
se abren fácilmente
Asumagau: junto, detenido, amontonado
Aurimelo: durazno bien pinto, coloradito
Avenir: venir
Bordo: borde, canto de una chacra
Camayo: trabajador encargado del agua para el
regadío
Catatar: cargar, llevar, arrastrar
Cequia: acequia, canal para el agua
Champa: pedazo o trozo de pasto crecido y cortado
Chancaca: chugas de melaza sólida embaladas entre
mazos de junco seco o matara, achón
Hayga: haya
Koca: oxidado o con orín
Lumbre: luz, fuego
Mita: ronda del agua
Pan comido: fácil o muy fácil
Ronda: mita del agua; turno para regar los sembríos
Tata: padre, papá
Tacpi: chueco, volteado; que camina con dificultad
Tocolo: resto del maíz, pedazo del tallo después de
la cosecha
Tocpir: tropezar
Wiswi: sucio
No hay comentarios.:
Publicar un comentario