lunes, 8 de junio de 2020

¡NOTENGÁIS MIEDO AL MIEDO!


-Benitooo… hijito, ¿alguna vez te´idicho que no debís tener miedo a nada?

-¡A cada rato! Perooo… ¡No se puede, abuelitooo!

-Creyó qu´emiquivocau… Dende shempre, mi tata y´el tata de mi tata, me deciyan lo mismo. Y´esquel miedo, es algo del momento ya´y te quedáis, sosprendiu y tieso com´un ratón cuando se le zampa de pronto un gato y se queda clavau e´nel sitio sin poder mover n´iuna pestaña siquiera; porque a´listante se lo zampa; si pueee… el miedo es algo propio de tuitos los seres que tienen ojos… y´ablando del diablo, te gua contar d´ialgo que shempre nos ha catatau mucho miedo…

E´nesta hermosa Tierra Santa… ash´el mes de dishembre, pocas veces ha dejau de llover. Cada 24 por la noche, nos cayía güenas rociadas y´esto duraba hasta tres meses, por´eso shempre s´escuchaba decir: “Enero, poco; febrero, loco y marzo, poc´ua poco”.

-¿Abuelito, y solo por llover tanto se asustaban? Si ahora también llueve bien fuerte y no…

-¡N´uera por la lluvia… era por algo que de solo escuchar a lo lejos que veniya bajando dende más arriba de las Pampas de Polanco, pareciba qu´iba catatando en sus negras aguas, un tropel de chanchos, vacas, ovejas, gallinas, conejos y´otros tantos animales; pero lo más tenebroso era la cantidad de barro jediondo y muy konchoso qu´iarrastraba en s´uavenida, jondiando como plumas e´nel viento tuitos los puentes hechos con troncos d´iucalicto y que se los catataba como… papelitos y dende las chacras Chilina y´el Barrio de San Lázaro, los peyones, los camayos y los vecinos, asentados junto a la brava torrentera bajaban gritando, como locos: la llocllaaa… ¡Cuidau con la lloclla, vecinos! La lloclla, ha dentrau la lloclla. Est´alvertensha era más que sufishente pa´que la poblashón entera acudiera pa´sistir a tuitas las jamillas qu´iabiyan sido destrozadas por esa inmensas oleadas d´iagua que destruyían tuito a su paso.

-¿Y eso daba miedo?

-¡Caray, caray, m´ijo! ¡No l´uas viviu… po´reso no sabís del miedo que daba l´entrada de la lloclla! Puesss… generalmente las torrentes de lodo s´entraba a las casas y catataba tuito lo qu´encontraba, personas, animales y cosas… Luego, luego, podiyan contarse heridos y muertos al diya siguiente y´además, tuitos los sobrevivientes se quedaban en la calle… Solo con la ropita de su cuerpo… D´iallí qu´iapenas escuchabais gritar, la lloclla, vecinos; t´entraba una tersiana que t´iasiya meyar de miedo y si además escuchabais el soniu de las inmensas piedras que jalaba y tuito lo que catataba, y´estariyas patitas pa´qué te quiero… Temblando com´una rama de sauce removida por el viento d´iagosto. Ese mismo diya por la tarde, se teniya que sacar en procesión a la Mamita de Chapi pa´que l´encargue a su wawa que no se meye tanto en su tierra.

-¿Y solamente entraba la torrentera una sola vez al año, abuelito?

-¡No! Desgrashadamente no, porque podiya entrar tantas veces como alluviones cayga en la ciudá.

¿Y qué hacía la gente para no sentir miedo?

-¡Aquí va lo más principal, hijito! Cuando tenís algo que n´uas visto, oyiu o presentiu… tenís miedo. El miedo es cosa natural; todos sentimos miedo y´esto te puede costar la vida; pero s´iaprendís a dominarlo, no t´iará tanto daño.

-Entonces… ¿cómo lo puedo dominar?

-¡Maver, hijito! Shempre podís sentir miedo… pero si en ese momento, te sobreponís y pensáis en otra cosa… por encima de lo qu´estáis chirguando uescuchando, eso t´iará más juerte y podráis responder de la mejor manera o sabráis qu´iacer en el momento. ¡No t´iolvidís! Teng´otro cuento pa´ti. Pará bien las oréjasss… Habiya una feroz bruja allá por los pagos escondius y tenebrosos de Huaranguillo…

-¡Abuelito, Pancho… mejor me lo cuentas mañana!

-¿Creyo que vos y´astáis temblando co´mun pollo mojau? Acordateee… de mis palabras; son encargos que me permito jondearlos pa´que te sirvan d´esperensha… y mañana, más tarde, te sirvan pa´que sepaís cómo responder o contestar como Dios manda y no tengáis tantito problema.

Bueno, bueno… Creo que todavía es temprano… ¡Dale al cuento!

-Mejor, quitáte esas ideyas de la bruja mala de Huaranguillo… que solo son cuentos. ¡Persináte, hijito… ¡Y´asta mañana, que gua trayer una cacha pa´matar a tuitas la brujas y ya no tengáis miedo!

AREQUIPEÑISMOS: Basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo. Carpio Muñoz

Cacha: honda, resortera

Camayo: el hombre que riega

Catatar, catatau: llevar, arrastrar; llevado

Chirguando: llorando

Concho: lo que asienta en un líquido

Dende: desde

Jamilla: familia

Jediondo: hediondo, que apesta

Jondear: lanzar algo con una honda

Lloclla: torrentera

Peyón: peón, obrero, pastor

Tersiana: fiebre costeña acompañada de fuertes temblores

Ucalicto: eucalipto


No hay comentarios.:

Publicar un comentario