Believe it or not, pero en esta olvidada
Viña del Señor Jesús XX, (dado que todavía no se ha podido determinar su apellido
paterno, mucho menos el materno), siguen dándose un conjunto de grandes jugadas de ajedrez que transcurren inadvertidas
e insospechadas para la totalidad de los idiotas que siempre andan alucinando en
vida con el tamaño de las bolas doradas de su ángel; pero a la larga, causan efectos
irreversibles en esta sub-especie llamada humana; sin embargo, estos malditos, siguen
pasando piola como si fueran grandes jugadas maestras o movimientos magistrales
de corte sobrenatural, hechas con una perfección mayor a la de Capablanca,
Kárpov, Granda o los Cori; tan verosímil que, solo cuando nos sentimos
jaqueados, metemos el rabo entre las piernas y echamos la culpa a tutti il mondo,
tildándolos cariñosamente de animal, bestia completa o de perfecta mula; por
supuesto, sin incluirnos porque somos los únicos entes hechos a la imagen y
semejanza de Tata Lindo, aun cuando Él anda cabezón, meditando entre las nubes.
Bueno, pero volviendo a lo
nuestro y sin querer oficiar de vago; digo, ser un vago reflejo del Nostradamus
del SXXI, ni de emular al fallido Dos Santos; mucho menos a mi choche Pitoniso,
el popular Chamán de las Huaringas; dado a que tampoco soy un fervoroso
creyente convicto y confeso de las Ciencias Ocultas; a no ser que sea del
probado Huevo de Colón (del cual soy practicante), pues existen reales
evidencias que apenas se lo sobó, lo sacó y lo paró delante de la Reyna Chabuca,
que tan solo al verlo, incrédula, la muy católica se puso granate por dicho
acto que le abrió el apetito, y quedó convencida ante lo evidente e
inmediatamente abrió sus riquísimas arcas, para que su apuesto Christian Colón,
que tenía una pinta de Santa María, durante toda esa noche, pudiera escoger su
pieza más valiosa y así costear todos sus viajes en nombre de su niña real. Así
pues, este infrascrito, imitando al genovés, con un huevo en la mano (de
perdiz, por comodidad), y después de defender algunas sedas árabes, turcas, nórdicas
y anglosajonas, buscando mi esencia etérea, recaí en un movimiento
meta-filosófico-ortodoxo; pequeño, pero de level top secret, limitado y
hermético; hasta prohibido citarlo en algunas circunstancias, no puedo
mencionar su nombre, so pena de ser expulsado, ignorado de por vida y castrado
(idealmente). Prefiero quedarme viviendo en un perfecto secretismo.
A pesar de ello y solo como un
signo de confianza recíproca les confieso, fedelísimos choches, que, para algunos
escogidos entre los neo-templados (una logia vernácula de los templarios), a quienes
realmente nos interesa la trascendencia vital de este globo azul, denominado
edén, gea, globo terráqueo, o simplemente nuestra tierrita, hemos tenido que meter
nuestras narices a lo largo de la historia; es decir, desde que este primate (o primer primo, dizque
in-te-li-gen-te), puso sus cuatro patas sobre nuestra corteza aún
incandescente, razón por la cual perdió la cola y tuvo que mantenerse erguido so
pena de perder sus otras partes nobles; y vengativa, esta bestia, empezó la
destrucción incesante de su principal medio de sustento y pervivencia; llegando
hasta el momento actual, a punto de asesinar a nuestros hermanos los insectos y,
con ello, causar la inminente extinción de todas las especies sobrevivientes.
Y no se
necesita ser el Ciego Tiresias, Circe, Nostradamus, Merlín o Madame Helena Von
Hahn para saber lo que se nos viene con solo escuchar las últimas canciones de
Barata desde Brasil y saber lo que nos acontecerá dentro de los próximos
cincuenta años:
1.
Un cambio climático que afectará ostensiblemente
la producción de alimentos y pronto habrá tanto biafrano en plan de caníbal
loco, que se tirará la población del hemisferio norte, empezando por los obesos
y las blanquitas más potables;
2.
Consumación de esta sociedad descartable,
refugiándose en gigantescas comunidades superpobladas, con exceso de producción
tecnológica, pero que solo podrán sobrevivir con arroz plástico, comida
chatarra, transgénicos y el agua triplemente reciclada;
3.
Desaparición de las soberanías nacionales por su
excesiva deuda externa y aparición de nuevas entidades generacionales:
milenials, XYZ, centennials; robennials y tirennials.
En
pocas palabras, desde que a este homínido se le prendió el foquito, supo que
podía generar diferencia, y qué mejor si le metía un montoncito de estrategias
oscuramente incorporadas por lo bajo; obteniendo pingües ganancias… además de
ganar cada vez más adeptos por supuesta buonomía, integridad y consideración a
sus semejantes caídos en una miseria orquestada de antemano; y si a esto le
sumaba otro tantito de planificación, organización y evaluación a largo plazo,
su dominio sería capaz de durar por toda la eternidad.
Pero,
gracias a Dios, quedan algunas mentes privilegiadas (modestamente), y de tanto
en tanto queremos abrirles los ojos a patadas para que, ustedes, hagan un gran
esfuerzo y piensen (poco probable); entonces,
vecinos, urgente hagan números y tiren pluma por todo aquello que se nos viene
en los próximos 30 añitos (un suspiro). Mas, como el hombre (digo la mula), es
un animal de costumbres y además es el único ser que se colisiona con la misma
piedra ochenta veces; parece que le gusta el asunto y sigue tropezándose a cada
rato para que le tiendan la mano; pero ni se imagina que aquel pico carroñero
que se ofrece fraternalmente ayudarlo se lo va a comer enterito; así crudo y
sin tanto aliño; porque ya está oliendo a cadáver.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario