Desde que tengo uso de razón (500 años + -), se tenía la
plena convicción que el firme dispensador de regalos era el bondadoso Niñito
Jesús. Después, que uno de los tres reyes magos lo traía de acuerdo a las recomendaciones de Tata Lindo; más, ahora,
resulta ser el magnánimo del cuento, el universal Santa Klaus, el último y seguro
proveedor de los ansiados presentes navideños. Y es que, ante las pocas horas para
que den las 12 de este Día, denominado Noche Buena y su ansiado reparto de
regalos; este, su choche, tan franco y regalón, se descoca pensando qué diablos podría
regalar a la innúmera banda de chibolos, Choclitos y Choclonas que tiene como
parientes directos, indirectos, acolpachados, arrimados y demás choches que aparecen,
cual hongos silvestres y que generalmente surgen durante estas y otras
oportunidades inventadas a propo.
Pues en honor a la verdad, ahora mismo quisiera tirarme una
mona por 20 días seguidos y despertarme todo resaqueado en Año Nuevo para
meterme otra más por 15 días y así olvidarme del asunto; pero desgraciadamente
no puedo; porque resulta que el alcohol (en sus diversas formas, grados y
costos), se ha convertido en un anafiláctico para mi organismo; tan tóxico, que
la otra vez que me privé al enterarme del costo de un féretro de acero para mi
madre política; pues, apenas me acercaron a un metro aquella mezcla de etílico
con metílico más clorhídrico pa´recuperarme, me hinché como un pez globo y
estuve divagando por la estratósfera por una semana. Tampoco conozco las
preferencias o debilidades de ustedes, mis queridos y asiduos lectores, de tal modo
que sería imposible satisfacer las demandas de todos, quienes están seguros de
recibir, por tanta afinidad y parentesco logrados a lo largos de los múltiples días vividos, algo así como una pequeña casita
de campo con 20 hectáreas de jardín; una camioneta 4x4, de preferencia que sea
una modesta BMV o algo similar (tal vez, un pequeño trailer Scania con doble
carreta) o en peor de los casos, un parcito de pasajes a Cancún, con una pareja
que sea el doble exacto de JLo, más una bolsita de viaje equivalente de 40 000
coquitos verdes.
De tal modo que, después de estar sufriendo insomnios
crónicos por toda esta semana pasada y después de haberlo meditado lo sufi; he
acordado conmigo mismo lo siguiente:
1° Prescindir de cualquier tipo de caja, papel, moño o
embalaje que atente contra el Medio Ambiente, porque lo prefiero enterito y limpio;
en cambio, hacerlo llegar por cualquier otro medio que no sea contaminante; es
decir, que nunca sea a través de: UBE, Turister, Glovo, Rapid, Sedapar, la ANA,
la MPA, el GRA, el SUTER o la PM; ni cualquier otra asociación, cuya demostrada
experticia consiste en ensuciarse por toda la ciudad que los cobija;
2° Excluir de mis relaciones o listados de escogidos a todas,
sí, a todas las autoridades del medio, porque se siguen haciendo los ciegos,
sordos y mudos; permitiendo el deterioro moral de quienes se sienten y pregonan
a los 4 vientos ser characatos; tanto como la contaminación asfixiante de nuestros
espacios públicos, el aumento incesante de la pobreza en general y de la
mendicidad en especial la extranjera con dos o tres guaguas alquiladas; Además,
porque se sigue actuando a espaldas de nuestra realidad, con mucha
improvisación, con falta de compromiso y completa ceguera en el futuro
inmediato de nuestros hijos y nietos;
3° Que, ante la imposibilidad de contar esta Noche Buena con la
compañía del viejo regalón del Noel, por motivos de una gota; y no de una gota
cualquiera; sino, de una gota maldita que lo mantiene con una pata clavada en
la nieve, dizque pa´curarse; así como la imposible movilidad y préstamo de sus
trineos, empezando por el empecinamiento del Rodolfo, el reno de la nariz roja
que la tenía como una pelota de playa por andarín y mujeriego (gracias a su
terquedad y demás cualidades reproductivas), además de la nula (ojo, nula)
colaboración de los otros pelotudos renos; digo, de aquellos cada vez más
escasos espíritus navideños; es que me veo en la imperiosa necesidad se asumir
un papel inusual e impropio para mí, dado a que en verdad, soy un mocetón de 20
eneros; sin embargo, ante este caso de suma urgencia navideña, me he probado su
rojo traje y me queda como pintado al óleo; la única dificultad es que sus
botas me resultan chicas y en su lugar he tenido que comprarme dos pares de
ojotas King Zice, por siaca. Tan solo por el exclusivo propósito de hacerles
llegar un pequeño presente a todos mis esperanzados hinchas, he decidido hacerles
este compromiso:
a)
Someterme
a las nuevas condiciones que dicta este 2020; digo, aceptar como vehículo de correo
express, a un nuevo equipo de drones prestados por el Tío Vlady, para lograr mayor
difusión, rapidez y personalización en la entrega;
b)
Hacerles
llegar periódicamente unas líneas que por fin sean comprensivas y ojalá les pueda
generar una lectura amena y que les robe
una sonrisa; pues sería el regalo más lindo que pueda instalar en sus corazones
permanentemente, tan solo por el hecho de ser su amigo, el hacedor de textos;
c)
Que,
asimismo, esta sea motivo para intercambiar ideas, propósitos sencillos y
francos; pero, sobre todo, que nos asegure continuar en esta perdurable amistad
plena de respeto, entrega y cariño sincero. Mas, especialmente para estas
fechas, la mejor muestra de dicha personal, mis fieles choches, con full buenaventuras
portadoras de muchas bendiciones navideñas para ustedes y sus dignas familias.
PD: los espero siempre en sofobernedo.blogspot.com
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