Estimados amigos, con mis
anteladas disculpas, les pido sepan comprender algunas fallas en la redacción
de este blogg, pero resulta que estoy hecho un perro y no un perro cualquiera,
sino un chajualla* exprimido; o sea, uno de aquellos cánidos chuscos o
corrientes que deambulan solitarios, errantes y sin otro congénere que les
regale un mísero ladrido a su paso; todo por ser un pobre paria arrojado al
miserable y triste abandono; con el agravante que además estoy soportando, por quince
largos días con sus noches interminables, una antipática que me llega hasta el
cubo; es decir, la muy estúpida es la suma de una influenza tan copiosa, que
cada que hago ¡atchíssss!, suelto una piscina de mocos; acompañada por una tos
ferina elevada a la máxima pujadera; que incluye una neumonía galopante, que,
como nunca, se ha desbocado y me tiene como un trapo “chumado”*, con la narizota
de reno, roja de indignación debido a la intocable escaldadura que me ha
invadido toda la rocota, hasta quemarme los cornetes de tanto ´sonarme´ ambos
chorros.
Pero, además, cada que estornudo,
pareciera que los sesos se quieren escapar en doble surtidor y el dolor de
cabeza lo siento coronar en el Cóxis; o sea, que estoy hasta mi poto; asimismo,
de tanto toser falta poco para que se escapen las dos bolas rojas de billar que
tengo por ojos y me dan una apariencia de pastrulo en jodas, sin retorno. El
puerco (cuerpo) semeja pesar más de 200 kilos y solo lo puedo arrastrarlo muy
lenta y pesadamente, hasta parece que hago surcos por donde voy. Actualmente,
debo estar con 45° de fiebre, porque acabo de tomar la mantequillera full y al
toque se ha chorreado todita, empapando toda la manta que llevo encima, así
como mi doble pantalón de lana; finalmente, paralizado y casi inerte, he
intentado ponerme en pie y pareciera que me estoy deslizando sobre una pista de
sebo, pues las calcetas y los zapatos -full mantequilla derretida- se han
convertido en largos e incontrolables skíes.
Mas lo peor viene por cuenta y
riesgo del maldito resfrío, pues he querido llamar a la Inseguridad Social y la
cita me la darían (si es que logro un cupo), para el 24 de diciembre del 2025
(que tampoco trabajan); por lo mismo, ayer he tenido que madrugar a las cinco
de la maña para obtener la bendita atención, y efectuar resignadamente una
colita de tres cuadras. Mas, justo cuando llegué al módulo de atención, me vino
un ataque incontenible de tos; causándome una afonía absoluta: no pude hacer mi
pedido y solo fui citado para el día siguiente y caí de bruces en las faldas de
una enfermera; la misma que, viendo mi estado calamitoso, me arrastró por 20
pasadizos hasta la Unidad de Emergencia, allí tenía que hacer otra cola de dos
km. y solo era para pacientes con IRA. Cuando llegué nuevamente al mostrador ya
estaba groggi, pues en el camino perdí no solo el conocimiento, sino, mi DNI,
mis lentes y mi billetera. Al rato, me depositaron en una camilla y me quedé en
total frustración y abandono.
Me han recetado una serie de 24
inyecciones, siendo seis los arponazos, cada tres horas; pero a cambio, estoy
millonario en penicilinas y más blanco que un papel higiénico sin uso. Menos
mal que por la noche, se me espantó la prostatitis o dificultad para evacuar la
orina gota a gota; porque ahora me he transformado en una regadera ambulante,
que, cuando estornudo o toso empieza a funcionar la desgraciada a litro por
segundo y pobre de aquel que se halle a mi lado, lo riego de pies a cabeza.
Estoy pensando seriamente en dejar la manguera y convertirme en un aspersor; ya
que me han indicado que debo completar tres series más de cuarenta y ocho
inyecciones intramusculares; de solo pensarlo, hasta el sudor se me sale en
pequeñas piletitas.
De no encontrar mejoría para mi cuasi pulmonía fulminante
que me tiene como moco de pavo con las 12 recetas recibidas por otros tantos
otorrinos, neumólogos y demás especialistas en Medicina Interna consultados, tendré
que recurrir a la Medicina no Convencional o Medicina Alternativa, conocida
como la Medicina Bioenergética; caso contrario, solo me quedará volver a los
remedios caseros de antaño, de los cuales hay uno que es extremo, pero
altamente efectivo. Consiste en meterse un baño en una tina full hielo; con su
aplicación tienes dos alternativas: a) corte inmediato de la fiebre, de la gripe
y de la tos, aunque quedas tan tieso como un pollo congelado; y b) ingresas
ipso pucho al campo de la neumonía fulminante sin pasaje de retorno si es que
no aguanta positivamente tu puerco. Creo que vale la pena intentarlo, aunque de
solo pensarlo ya estoy como un chupete de hielo y sin querer, hasta mi figura
ha quedado congelada y las dolidas muelas del juicio, no quieren dejar de
zapatear un feroz chancapapas*.
DICCIONARIO LONCO:
*Chajualla = perro común que no tiene pedigree.
*Chancapapas= voz onomatópica que semeja el baile
del festivo huayño (metáfora).
*Chumado= exprimido.
Nota.-
Arequipeñismos basados en el Diccionario Lonco de Juan Gmo. Carpio Muñoz
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