LA VENGANZA DE TITE

Antecedentes: solo uno, la eliminación de la selecao canarinha gracias al gol que con la mano hizo Perú, ocasionando que Brasil quedara fuera de la Copa América Centenario que se disputó en EE.UU y la salida de su entrenador, Dunga; pero lo peor, fue la diarrea colectiva desatada en toda Sudamérica, menos en los pedacitos de envidiosos vecinos; sin embargo Tite, a pesar de encontrarse todavía con serrucho en mano; juró vengar dicha afrenta en la competencia americana del 2019, guardando sus mejores cinco argumentos de juego colectivo, ataque y efectividad que nos hizo puré; y que hoy día Cholifornia entera, en especial sus “comentaristas deportivos” sigan llorando a moco tendido y echen la culpa al Var, a la mala suerte del equipo y al supuesto respeto desmedido que se tuvo con los venecos.

Planteamientos:

Brasil: mandó a la cancha su equipo A1 en permanente ataque a un toque, con recuperación inmediata, presionando al rival en ¾ de cancha… la jerarquía, el biotipo y sus ganas de jugar querían lavarse la cara con la mayor cantidad de goles.

Perú: planteamiento suicida del equipo técnico; por no decir que Gato Seco se quinció, al querer atacar desde el saque a un toque con la cabeza agachada, sabiendo que nuestros jugadores no forman tándem, comen plomo, son flojos de entendederas; muy erráticos y que los años juegan otro partido.

Desempeño:

Brasil: la motivación jugó un papel diferente, querían ganar y no por una mano, sino con cinco dedos de furia; el equipo jugó como nunca y por momentos era como ver peloteando al gato contra once ratones en una despensera ajena, vacía de coraje, de amor propio y de huevos.

Perú: esta vez no hubo tanta suerte, pues el segundo gol en contra así lo determinaba; bastó ese blooper y el desánimo cundió en el plantel. Parecían once enanos recién juntados.  Sobre diez puntos, todos no llegan al 5. ¿cuántos disparos al arco contrario hubo? Lo malo de esto es que solo el arquero es el que carga con la canasta llena. Peo a pesar de todo, se oirá como siempre el mismo valse: “tenemos que voltear la página y…”

Hinchada:

Brasil: la torcida se tiñó de verde-amarelha y por primera vez la vimos sonreír y aplaudir. Ojalá que su aliento y alegría es dure porque la sua selecao no es nada del otro mundo. Hasta Dany Alves se dio el lujo de comerse a toda la defensa y fusilar a Gallese.

Perú: como siempre, empeñaron hasta el calzoncillo para acompañar a nuestros campeones del mundo que clasificaron al mundial por pura suerte; pero con los mismos mundialistas. En el exceso de su lírico arrebato seguían cantando: “Cómo yo te voy a olvidar, si el segundo lugar, es lo menos que merecemos”.

Periodismo:

Brasil: “Nós somos a melhor equipe do mundo”.

Perú: “Matemáticamente hablando, todavía tenemos posibilidades… de irnos”. “Que no cunda la desesperación, solo tenemos que esperar”… “Tenemos equipo para Qatar”.