miércoles, 10 de abril de 2019

QUIEREN PROHIBIR EL PISCO PERUANO



Cada vez que hemos levantado la voz contra los “vecinos del sur”, al toque, aparecieron mil voces indignadas de los vecinos del norte, tildándonos de enarbolar falsos nacionalismos, patrioterismos extemporáneos o ser portadores de una marcada xenofobia que no van en los tiempos actuales y que, por el contrario, deberíamos luchar por una coexistencia pacífica; haciendo que aquellos judas y fariseos, “al tiro”, sigan relamiéndose por sus estudiadas imposiciones, consabidas arbitrariedades, amén del creciente asalto comercial y simplemente “se mojaron el potito poh”, y nos mean hasta en la cara cada vez que se trata de  meternos el dedo hasta “chuparse los bigotes poh, ñor”.
-Entonces, Inge, deberíamos romper relaciones con ellos y declararles la guerra para…
-Desgraciadamente, Choche, llevamos las de perder, porque ya son dueños de medio Perú y no se vaya a pensar solo se trata de unas cuantas avionetas que tienen que calentar una hora antes de arrancar; remendados peque-peques en los ríos y acequias de la costa, internet de segundo uso con fibra de piedra; unos cuantos puestos de calzones en Gamarra; pequeños lotecitos de terreno en las grandes irrigaciones del norte y esperando dar el zarpazo en Majes-Siguas II; algunas hostales de mala muerte con servicio completo de origen; o simples carretillas de comida al paso y demás contratos solapa conseguidos desde antes del Chino. Porque los muy desgraciados, no han necesitado recurrir a una acción bélica; sino que sus angustias y necesidades los han vuelto “avispaos” y los muy “sapos”; por ejemplo, en cuanto a nuestro Pisco, NUESTRO PISCO, han tratado de “pololear” con todo el mundo queriendo demostrar que su sacarronchas es propio por ser país de origen; queriendo ignorar ignominiosamente que en estas benditas tierras no solo hay un lugar denominado Pisco, palabra derivada del quechua “pishku”, aplicada a los envases donde se guardaba esta deliciosa bebida desde siempre; y su producción artesanal se inicia en 1572.
-¿O sea que estamos chupando pisco desde el SXVI?
-Oficialmente, Choche; porque lo venimos haciendo desde que los fenicios llegaron a Camaná… y allí los changos se pegaban cada mona con los visitantes penikios hasta hacerles olvidar la ruta de regreso; pero los naturales de la zona, tan diestros como siempre, les dieron la solución: ¡Remen pa´ atrás y diaseguro llegan al punto de partida!
Es decir, que aquí ya no solo se trata de bajar la frente (Ante tamaña afrenta), y permanecer mudos y chupados; porque ellos creen que aquí todos arrugamos. ¡La huiflas! Y como somos católicos, apostólicos y characatos, hoy estamos muy pegados a los mandatos de la Biblia: Ojo por ojo … y como sus diputados quieren sacar una ley que prohíba el ingreso del Pisco Peruano, a sus dominios con tal denominación; salvo, que sea cambiada por la de aguardiente…
-¡Y la Cancillería Peruviana, Boss? ¿qué ha hecho? ¿los ha mandado a la mismísima Patagonia?
-Tan solo ha dicho que no participemos en un concurso de Bruselas, ni que se envíe a Chile nuestra bebida emblemática; menos con otra denominación.
-¡Ta, que seguimos agachando el moño ¿nooo?
-Sí, pero en esta República Independiente, hemos sesionado de emergencia en la Picantería de “La Mundial”, con dos chombas de chicha al “costau” y 12 joncas del Puro Acholado de Majes; que nos quedaron chicotes, pero, entre gallos y medianoche, acordamos: 1. Inmediatamente romper relaciones con el país del sur, así como el retiro de nuestro Exmos. Embajadores de Santiago y feroces cónsules de Copiapó, Antofagasta, La Serena, Tocopilla, Iquique y Arica;
2. Dejar de enviarles -ipso factum-, las 35 toneladas del verdadero Pisco que salen a Europa con otras etiquetas y así los jodemos;
3. Retirar de nuestro suelo a toda la población de origen chileno, especialmente a los varones, no permitir que pasen a la ciudad de Tacna todos los fines de semana; y cerrar todos los negocios con capitales rotos.
-¡Inge, ¿y por qué solo a los varones?
-¡Porque a las pololas ni me las tocan… toditas vienen a Tierra Santa…! Como garantía.                   





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