LA TUGURIZACIÓN CONTINÚA
A las autoridades de mi Arequipamanta:
Y
al decir autoridades no solo me refiero a la rica y muy potable Yami, sino
también incluyo a las del otro bando, con sus improvisadas y descontextualizadas
metidas de mitra hechas por: la Margaracha, la Choquehuanca, la Miriam, así
como los demás embarres que parecen minúsculos; pero gracias al asesoramiento
de A.G. seguirán tapados a la vista de
la SUNAT, de la Contraloría y del Joder Judicial; menos para nuestro olfato, el
de los simples sobrevivientes; ya que solo algunos aparecerán a la luz del
candil a sebo con el que pretendemos sacar a la luz tanta cochinada; aun cuando
estamos en pleno uso y abuso de los focos Led; es decir, solo contados casos
saldrán al patio… cuando, por cansancio,hayan prescrito todos los grandes alces
y las incontables cutras anidadas en
nuestro chip y que suenan con más rango que un Decreto de Urgencia… Y como por
estos lares del Tatito, todavía no ha aparecido un Perseo Cholo, capaz de encendernos
la chispa del reclamo, de la exigencia y del derecho; para despertarnos de una
vez por todas de ese decimonónico letargo en el que permanecen sepultadas
nuestras fenecidas organizaciones Colegiadas, las de los sindicatos o aquellas
sepultadas voces de los colegios profesionales que solo gritan para los cambios
de presidente en sus juntas directrices. Mas, tomando en cuenta específicamente
la observación sobre la explosión demográfica en AQP, la carencia de vivienda
sana y planificada, así como meterse la cabeza entre las piernas y taparse el
hocico y llenarse las alforjas a punta de prebendas; quienes deberían ser los
que ordenen, controlen y señalen las pautas de gobernabilidad en este creciente
caos de expansión urbana, depredación de nuestra campiña y el brutal desprecio
por el descuidado patrimonio que nos sustenta poseer carácter de universal.
Entonces, lo que se debe exigir es mucha disciplina, orden sistémico y ética
manifiesta en cada una de nuestras acciones a realizar y eso, solo se puede
lograr con un poco de cariño por esta bendita tierra que nos cobija; es más, en
esta carta, no se pretende utilizar algún asomo de chauvinismo o patrioterismo
en esta realidad terrena donde somos aprox. 1 500 000 “characatos” por
nacimiento o adopción; de los cuales, valgan verdades, el 60% son de origen
cusqueño, el 30% puneño y casi el 7% tienen raíces mistianas. ¿Que estos
comentarios esconden un solapado regionalismo, racismo o xenofobia? No. Pero
pretende sacudir hasta lo más hondo de nuestras verijas y no solo el ver, indolentes,
el desperdigado hacinamiento de casas en los conos, la suciedad descontrolada en
los mercados, la aparición de las improvisadas paradas y paraditas; las letrinas
espontáneas en que convierten a los parques y avenidas de casco urbano; aunada
a la ausencia de policía e higiene en los vendedores ambulantes (incluyendo en
la periferia de los malls y de los hospitales); mientras se perpetúa la marcada
indiferencia por el exceso de un parque automotor caduco y contaminante porque
no respetando, controlado ni por la propia salud de las encargadas. Asimismo,
¿cree el gendarme archiconocido de la MPA que cerrando unos cuantos burdeles se
acabó el problema de la prostitución? ¿Considera que, tapando un chupo, se
acabó el acné? ¿Acaso no sabe que los hoteles y hostales son las actuales casas
de cita que pasan piola? Mientras tanto, ¿Y las universidades… cuándo se
manifiestan? ¿Los colegios profesionales, seguirán mudos? ¿El transporte
público se solucionará con el SIT?, seguro que NOT.
Desde
luego que una golondrina no hace verano, pero si fuéramos diez, cien, mil o un
millón, la cosa sería diferente; mas, hay que empezar a convertir nuestras
voces en miles de megáfonos, para cuidar lo que es nuestro; reclamar por todo
aquello que tenemos la obligación de preservar como legado para los que vienen
y que sea el mejor; porque deberán ser, sobre todo, personas de bien y que
siempre se plieguen a la lucha contra todo aquello que huela a mentira, robo e
injusticia.
Atte:
Dn. Francisco de la Torre Chimba
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