Esta fúnebre reminiscencia de
origen celta, fue nacionalizada por Canadá y EEE.UU; pero hoy es inmensamente celebrada
por nuestras inaguantables huestes juergueras de 5 a 95 años.
En nuestro caso, es la noche esperada y la pintamos maquinalmente full de macabras y espeluznantes apariciones, porque, todavía humeados hasta las tapas, seguimos chorreando alcohol, y volvemos a a vida en una resaca mortal conseguida con puro ron de quemar. En este infierno de temores, todo empieza como una maldita espiral metida en nuestra calavera que, muerta de risa, crece y sigue creciendo, hasta envolvernos en un frenético hip-hop, acompañados por dantescos vampiros con dientes de sable, seguido por oleadas de gigantescas calabazas con lanzallamas incorporados y el olor a azufre era
inconfundible, pero a pesar de todo este amargo trance, temblando, nos sentamos
en círculo. Tratamos de poner quietas las manos sobre un viejo tronco allí postrado. Cerramos
los ojos nerviosamente esperando ver los cachos de Satán y nos apretamos más, y más fuerte... Hasta que una voz surgió de las profundidades y tenebrosamente dijo:
-“Wones, juran sobre este cadáver
(y todos pensamos en el Flaco Abril) que el 31, o sea esta misma noche, nos vamos a
disfrazar… de lo que chicha… quieran y que todos vamos a estar como un solo
hombre… a las 12 en punto en la puerta del cementerio… para ver quién es el más
macho… y luego nos vamos a la casa de la China Mery a celebrar Halloween?
-¡Síiiii! Fue la respuesta casi
unánime, pues en el vocerío no se pudo determinar la voz ausente.
Éramos trece en la collera y
recién pude llegar al macabro punto a las 12:10 porque mi larga sotana de cura
franciscano, además de pesada no me dejó avanzar libremente. Al rato, empezaron
a llegar:
-¡Oye, Tom, ¿De qué te has
disfrazado y qué chicha te has puesto en la mitra?
-¡De tu mamacita, pueee… ¿no te
das cuenta que es mi sombrero de bruja?
-¿Y la escoba… dónde te la has
metido?
-¡Aquí solo he traído el palo…
¿te lo muestro?
-¡Oye, Rigoletto, el difunto fue
muy grande… esas barbas de chivo viejo están muy largas!
-Si corto la peluca nueva de mi
hermana me mata…
-¿Y este cojudo… de qué ha
querido disfrazarse?
-¡De ratón… ¿no ves la colita?
-¿De ratón? Un cojudo que mide
1.90m… ¡bien original eres… huevas!
-¿Y ustedes seis… por qué están
con el uniforme de la selección… si son once?
-¡Es que somos la selección de
vóley!
-¿Y tú eres la negra Leyva, nooo?
-Y tú, Perico, ¿por qué acabas de
llegar… y qué es eso de tu espalda? ¿Eres el jorobado de…
-¡No, huevas, es parte de mi disfraz de
Tortuninya…
-¿Y esa es la concha… ja, ja, ja?
-Bueno, traté de conseguir una… ¡Pero tu mamita la tiene ocupada!
-¡Vamos donde la China, carajo!
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