CONTRACTURA

Ayer, caminado tranqui hacia el cumplimiento de mis cotidianos quehaceres. Iba silbando -totalmente despreocupado- cuando de pronto, un quiebre intempestivo y letal de mi rodilla izquierda, me hizo dar los primeros pasos de un feroz tango apache, lanzándome en un giro maldito que me estrelló mortalmente contra el suelo; tirándome un maldito cu… potazo y solté a tres cuadras de distancia mi maletín de cuero puro; desgraciadamente, el maldito tenía ganas de pegar un fenomenal bostezo  tuve que decir adiós a mis expedientes sellados con un rojo sangre: URGENTE TRÁMITE y efectivamente, no quedó ni uno solo por ventilar. Traté de levantarme como un resorte, impelido por la poca dignidad que aun agonizaba y quedé estúpidamente congelado en el intento; al mismo tiempo, me saltó a la cara una idiotez ; luego, deambulaban a mi alrededor y una cara muy sorprendida que me dijo:

-¿Qué haces aquí, Vince? ¿Qué te ha pasado… te noto muy pálido y lo peor, metido en esa postura fetal y con tu pata izquierda encogida, haciendo un cuatro? A ver… señorita Angélica, ¡que vengan sus tres compañeras más fornidas… que lo vamos a estirar… sí o sí! Porque este rígido cuatro es mi íntimo, mi causa, mi choche y no debe quedar así… aunque él es un obsesivo compulsivo… ¿ya están listas? Ustedes tres jalan del tronco y nosotros dos, de los pies… a la una, a las dos y a las…

He despertado en la Sala de Quemados, todavía con la pata izquierda firmemente encogida. Me han tenido 6 horas en la conservadora -a menos cinco bajo cero- para descontracturarme y… Nelson. Hicieron junta médica y me remojaron dos horas en agua casi hirviendo y solo lograron que ahora tenga una ampollita que, muy entusiasta, me hace arder hasta la punta de los cabellos más íntimos y ya inflado, parezco una copia ampliada de Michelín; luego, han tenido que amarrarme para que no me dispare por la ventana, que además está en el sexto piso. Ya iban a traer una gata hidráulica para aflojar la pata, pero mi buen amigo y médico se opuso. Él, muy atento, me indicó:

-Vince… no se pudo, hermano, sorry… pero, qué hacer… en fin… siempre tú y tus caprichos. Anda a Radiología y que te saquen una placa comparativa de tus dos extremidades, pero, parado; ¡ya sabes: parado!

Después de preguntar por tres cuartos de hora dónde quedaba la bendita Unidad de Radiología, todavía haciendo el cuatro en mi silla de ruedas, logré ingresar al dichoso habitáculo y entregar la receta. Una rubia escultural estaba de turno, y se quedó helada, porque apenas me vio, dijo: ¡Maldita sea!, ¿qué es esto, Dios mío?! A ver… estira tu patita… papacito; estira porque si no lo haces, me complicas la existencia, !por Dios que llamo a seis auxiliares hombres y te la estiramos… aunque se rompa! Total, estas en un hospital y te podemos poner una prótesis de titanio y vas a quedar como nuevo, hasta…

Yo estaba más concentrado en las bondades de la especialista y no sé cómo diablos estiré la pata de verdad.

-¿Estás seguro que el médico te ha dicho que te tome la placa estando de pie? Porque este equipo es de 1970 y pico y no se puede poner en forma vertical…Bueno, bueno, te voy a poner este banquito para que estés a la altura de la pantalla… a ver, sube, papacito. Y bandangán… muerto el cholo. Me recogieron entre diez y me sentaron trabajosamente sobre la plataforma.

-Voy a hacer un intento más. Ya sé, sobre esta silla voy a colora el banquito… y creo que con ello vas a estar a la misma altura de la pantalla… A ver… apóyate en mi pecho para que subas tu patita derecha… Bien, bien; ahora la otra… Ya vez que sí se puede; ahora…con mucho cuidado, sube tu patita derecha sobre el banquito. Ok. ¡Qué bien lo has hecho! Solo nos falta la malograda…

He caído de bruces sobre el bombón; y ambos, sobre la plataforma del equipo de Rayos X. Franco que no hay mal que dure cien años y sigo teniendo una leche de la gran flauta. Por lo pronto, estoy muy cómodo gozando de lo lindo y todavía no encuentro la razón para afirmar que tengo mala pata… mientras siga disponiendo de este tibio y despampanante cojín.