Dr. Chiro T. Fast: en
la seguridad de tener una respuesta acertada y estando sumamente desconcertada
después de haber escuchado -por enésima vez- al guapísimo fulano que me está
dando vueltas desde hace dos fines de semana. Pues, disfrutando de lo lindo en
aquella fogata de la playa, él dio a conocer su punto de vista sobre la chica
que preferiría tener como compañera. Dijo: -Antes que nada, ella debe ser capaz
de ofrecer su decencia al hombre que realmente ame; porque tener sexo no es un
deporte”. Estoy en una disyuntiva: ¿o prefiere tener una relación seria o solo
lo hacía por impresionar al grupo? En todo caso, ¿hay alguna condición,
cualidad o placer de hacerlo con una chica primeriza?
Virginia de
la Concha, La Herradura
Estimada Vicky: la cuestión de la virginidad en la
mujer se pierde entre las sábanas del tiempo dada su débil naturaleza humana,
pues había que evitar la sacada de vuelta en el campo de las Venus y su natural
precocidad para dar inicio al goce del himeneo antes de la autorización
familiar y la ceremonia comunitaria. Sobre todo, en la EM donde los cuernos se
ponían gratuitamente en algunos barones y en todos los varones; pero no por exceso
de calcio en la frente, sino por el exceso de endorfinas, secreto a voces que
guardaban celosamente el género femenino, al punto que los nobles casaderos,
después de su noche de bodas, tenían que publicar las prendas íntimas manchadas
para guardar la limpieza del acto y de su casta dama. Finalmente, el debut no
es tan placentero, por lo general, el temor a ser descubiertos apaga el
incendio de la pasión; las piernas no responden porque están más prestas para
arrancar y la falta del preservativo enloquece. Sigue gozando de lo lindo y
tráelo de las… orejas al S XXI.
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