Estimado doctor:
Gracias por sus acertadas respuestas
recibidas anteriormente. Hoy, mi curiosidad e incertidumbre están al rojo vivo,
Dr. Chiro, por querer saber ¿a qué se debe este comportamiento tan peculiar que
tenemos justamente durante el tiempo que dura el período o regla? ¿Es muy
personal este deseo irresistible (90°), de estar cachete con cachete con mi
pareja? ¿O les sucede a todas las hembras que se les escapa sus endorfinas?;
¿Es una aproximación ineludible a la ninfomanía? Porque en esas fechas basta
que una brisa me toque levemente la blusa para que inmediatamente me asalte un
rubor incontenible, me asalten mil ricas pasiones y tenga que meterme
desesperadamente un par de duchazos con agua fría, amén de aplicarme un bloque
entero de hielo justo ahí donde pica la cosa; es decir, en mi pecho. ¿Es
natural esto que me sucede?
Viviana Rosado, Cerro Colorado, AQP
Estimada Viviana: Como siempre, a tus gratas órdenes.
Respecto a tu consulta, me pones en serios aprietos porque no hay literatura
que pueda explicar lo que acontece con la naturaleza femenina en tales días. Y
es que, como el ser más bello de la creación sigue siendo tan complejo,
inescrutable e incomprendido (a la firme), no existen razones valederas ni
científicas que puedan explicar lo que les acontece en dicho lapso. Tal vez su
naturaleza, que es tan sabia, perspicaz e inocultable muestre que, a la vez, es
una seña de segura infertilidad, al margen de otras cuestiones de sacrificio e
higiene corporal; pero que también podría aprovecharse para darse un gustito
que cueste sangre, sudor y lágrimas (en algunos casos).
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