sábado, 18 de febrero de 2017

EL MILAGRO DEL SIGLO


Estimado doctorcito Chiro T. Fast: acudo a usted en la seguridad de contar con su atinada respuesta profesional, aunque, lo mío, creo que má precisa de un calificado psicólogo. Tengo 29 añitos además de una pareja sumamente comprensiva y cumplidora de sus “obligaciones” camatorias como usted las llama. Todo iba de lo más bien, pero por recomendación de mi comadre Antuca, empecé a usar el semen recién eyaculado como si fuera una crema humectante, refrescante y antiarrugas; aplicándolo en todo mi rostro y, al rato, podía comprobar sus excelentes resultados porque, frente al espejo cada vez me veía lozana, tersa y rozagante; a tal punto, que despertaba la envidia de mis amigas y constantemente me pedían la marca del ungüento milagroso que estaba utilizando.
Pero la cosa no quedó allí. Pronto la maravillosa pasta rejuvenecedora pasó a cubrir cuello, brazos y espalda; obviamente con mayor exigencia del producto y mi “novio” accedía muy gustoso. Doctorcito, ¿qué me aconseja? No es que quiera poner una fábrica, sacar patente y volverme millonaria… porque donantes nunca faltan. ¿En realidad dicho líquido puede cumplir una acción saludable y cosmética? Porque ya estoy pensado tirarme abajo a la Unique…
                                                                         Carola de Leite. Ruta del Comercio, Chacarilla

Carolita: tienes la dicha de contar con dos elementos que te están ayudando a conservar la frescura de tu piel: de una parte, el “cumplimiento” que recibes de tu pareja, parte interesada también en satisfacer todos tus deseos sentimentales y corporales a cabalidad; de la otra, la animosidad de tu espíritu que te hacer ver efectivamente permanentemente joven y bonita. Sin embargo, sobre las propiedades de belleza que guarda o proporciona el semen no se conoce a ciencia cierta, de tal manera que no hay una prueba real y científica que nos asegure de sus bondades de estiramiento dérmico. Sobre la posibilidad de establecer una empresa farmacéutica en base a tu milagroso líquido… ¿Sería imposible…why? La cantidad de voluntarios proveedores de materia prima; cantidad de aporte por ejemplar; ¿igual cantidad y disponibilidad de recepcionistas? Y, por último, la conservación, almacenamiento y presentación del producto elaborado… ¿tendría alguna semejanza con el aparato proveedor? ¿Y su color? Bueno, esas son cuestiones a resolver por el merchandising… pero el mayor problema a resolver creo que sería el de la competencia desleal, una vez que se plagie la fórmula y dicho producto quiera ser empleado para “otros” cutis... más sofisticados, digo.


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