martes, 14 de febrero de 2017

CASI MOJADA


Estimado Galeno: hay un hecho que inicialmente lo pasaba inadvertido, tal vez por su escasa  o nula presentación; pero que en los últimos 7 lunes, no solo saltan a la vista, sino que  estoy a punto de coger mi peque-peque para ponerme a remar por esos grandes lagos surgidos junto a mi inmaculado cuerpo, inundando gran parte de mi lecho conyugal. Pues este hijo de la guayaba que tengo por amado amante, está emitiendo tales inundaciones, al punto que la congelante inmovilidad de sus eyaculaciones, me mantienen por largos ratos presa de mil cavilaciones y con muy bajas lucubraciones que, a esta altura, me están ocasionando fijaciones tan grandes como una parafilia y sus tentadoras perversiones. Primero, porque considero que toda acción prepara una reacción; que el comportamiento de mi machucante, acusa mi falta de atención chancatoria, posiblemente perdida entre las sábanas de mi satisfacción personal, descuidando “mis obligaciones sexuales de pareja” y que, por lo mismo, ese pajarraco está buscando otras vías de plenitud o peor, está al acecho de otras presas más animadas, más jóvenes o más prestas al servicio. Lo segundo, porque esas poluciones nocturnas generalmente corresponden a púberes o adolescentes estimulados por cualquier insecto que cruce por “su adelante” y le muestre características propias de una hembra; sea mosca o cucaracha, cabra o zorrita… y lo demás, solo es trabajo de su natural imaginación. ¿Qué hacer? He pensado en ponerme un piyama impermeable, pero sería demasiado sospechoso; voltearme hacia el otro lado… pero puedo terminar hecha un témpano almidonado o en última instancia, aprovechar el paro general y mandarme uno de padre y señor mío. ¿Voy preparando los papeles para el divorcio?
                                                                                          Marina del Campo, La Punta, Callao

Estimada Marina: empiezo señalando con mucho tino y esperando que aquello del divorcio solo haya sido una salida extrema porque deduzco, tienes principios sólidos y podrías estar pensando: a grandes males, grandes remedios. Pero una acción de ese tipo no es solución. No me has indicado edades, mas supongo que ustedes son una pareja con un buen recorrido amatorio, de allí tu comprensiva preocupación. Efectivamente, estas reacciones eróticas pertenecen generalmente a organismos en vía de maduración o consolidación de características propias de un joven aparato masculino. Sin embargo, estas inundaciones pueden presentarse en cualquier edad, solo en contadas ocasiones o debidas a determinados estímulos eróticos vistos antes de irse a descansar en los brazos de la trampa y es precisamente, en la producción onírica que salen disfrazados en versión King Kong con full HD, disfrutados a forro en una comunidad topléssica que alcanza niveles supra incendio de cerebelo y que se traducen en grandes sunamis seminales, gratos pero inconscientes. Bueno, ¿Y cuál es la solución? Fácil, sea cual fuere las horas de vuelo cargadas en su bitácora de atracos, deberán desnudarse plenamente (mentalmente) y cantarse la verdad de la milanesa (a calzón quitado), que toda sombra de engaño, disfunción o bronca van a terminar en un clinch, cheek to cheek inolvidable. Happy Day.




No hay comentarios.:

Publicar un comentario