viernes, 11 de noviembre de 2016

¡HEY, HEY… TAXI!


Anoche, y solo por cuestiones de urgencia estomacal, no soportaba el dolor de cabeza (sin que esto determine inmediata diarrea a nivel azotea) y me vi en la imperiosa necesidad de tomar un calmante, digo, un taxi. Una acción por demás normal en cualquier parte del mundo; menos en este valle del Señor; sobre todo si se trata del bendito señor chofer de aquella pequeña bestia motorizada que fungía de taxi.
-¡Maestrito… ¿cuándo hasta la calle Desaguadero, 2da. cuadra…
-Depende… eso está en…en el Cercado, en Miraflores o en el Cono…
-¡En el Cercado!… Lo tomo solo porque es una emergencia…y…
Solo bastó escuchar la última expresión, soltó cual energúmeno el timón, se le desorbitaron los ojos y con una fingida amplia sonrisa maquiavélica me dijo:
-Entiendo… entiendo… su necesidad; pero no se preocupe… que allí vamos a estar en dos patadas… ¡Suba!
-Si, ¿pero… cuánto?
-Bueno en este caso… y solo por tratarse de usted… que me ha caído muy bien, ¡son 80 soles!
-Es decir… cada patada… ¿a 40 fierros? ¡Si el sitio está a 10 minutos…!
-Es hora-punta… pero lo llevo en 5 minutos… con garantía… ¿Y además… tiene maletas? En este caso…
Yo mismo cargo mi equipaje y veo que el choche está desesperado por partir… Subo y el pequeño salón está recontra cargado. Irrespirable.
-¡Maestrito…!
-¿Y ahora qué quiere? No me va a decir que…
-No, no, solo… baje una ventanilla… ¡porque aquí penan!
-Imposible, este Tico está bautizado; además en este altarcito… ¡guardo agua bendita…!
-¿Y por qué no la usa? ¡Aquí hay una hidrofobia maldita!
-Debe ser por causa de su viaje… seguro se mojó mucho…
-Por lo que veo, ¡esas perras están bravísimas! Y la zona por donde ha venido tiene full empedrado, agravando su furia… Ya han pasado 20 minutos y no llegamos al destino… ¡Menos mal que ya viene Uber!
- ¡Pero no lo vamos a permitir! Es una empresa transnacional y su costo va a ser abusivo… Seguramente, por este mismo servicio le van a cobrar 180 soles… ¿Y eso es lo que ustedes quieren? ¡Tenemos que velar porque solo nosotros ofertemos este buen servicio a bajo precio! Ya hemos concertado con la Municipalidad…
-¿Y ustedes, ¿por qué no se organizan para brindar comodidad, eficiencia y calidad?
-Eso… ¡solo es plata! ¿De´ande vamos a sacar plata pa´chambear juntos… con horario y con uniforme y unidades nuevas… si cada una… con más de una tonelada de peso -como piden-, está costando más de 20,000 dólares? Que la Municipalidad nos compre los carros, nos garantice, nos compre uniformes… con los refrigerios correspondientes y van a ver cómo nosotros podemos administrarlos correctamente… ¡mejor que la policía!
-¿Y cuál sería su sueldo mensual? Porque deben tener un sueldo fijo… ¿No es cierto?
-¡Claro! Nos corresponde un sueldo mínimo de 3,000 soles… ¡Claro, pue! Como los policías… y esto que ellos nu´hacen nada ¡y tu´avía coimean firme!
-¡Así debe ser, amigo! Hay que compensar su esforzada labor, pero, por favor, abra las 4 ventanillas… que esas perritas tienen hambre y atacan a muerte. Mejor tomemos la pista, que todavía falta mucho y hasta las maletas se quieren escapar porque tampoco aguantan los mortales efluvios y la rapidez del servicio…
Y ya en la pista asfaltada, aquella unidad parecía dar pequeños saltos ocasionados por la reventazón de uno de sus viejos neumáticos, disminuyendo paulatinamente su cansada marcha hasta quedar mortalmente estático en la inmensa soledad de la noche y un extraño vaho despedía por sus lejanas ventanas.



No hay comentarios.:

Publicar un comentario