domingo, 25 de septiembre de 2016

LA CUESTIÓN MACHISTA



Dr. Chiro T. Fast:
No vaya a pensar que esta sea una simple curiosidad y que, por lo tanto, indigna de merecer una respuesta y que esta sea lo suficiente satisfactoria. Sin lugar a dudas que la cama resulta ser (también) un desván en el cual las parejas dan rienda suelta a sus diversas expresiones de goce, satisfacción, queja o inclusive abordar temas que pareciera son disquisiciones metafísicas, psicológicas hasta llegar a los campos filosóficos. Así verá usted, doctor, la generalidad de mis amantes suelen quejarse de la poca receptividad por parte de nuestro género masculino en cuanto su comportamiento sexual marcadamente machista al buscar por encima de todo su goce personal sin importar mucho, poco o casi nada al material de abajo, quien, por el contrario, trata de ser comprensible porque su prioridad es dar a mil por hora todo lo que tiene a mano o inventando mil y un poses, estrategias o hasta el improvisar movimientos y piruetas que lindan con lo espectacular sin importar que revienten sus riñones o pegar un solo de movidas a 120 revoluciones por segundo sin importarle que la cintura quede hecha polvo; en su sano propósito de que ese polvo comience en la cintura y llegue hasta la misma médula cerebral por consideración al animal que tiene encima. ¿Se podrá cambiar esto alguna vez? ¿Cómo hacerlo?... o es un atavismo propio de la especie que nos mantiene ocupados –por lo menos mentalmente- tras seguir buscando milenariamente esa comprensión carnal, sexual y espiritual que se supone es propia de una especie inteligente!
                                                                                                   Cristóbal Butrón, Cojata, Puno 
Estimado Cristóbal:
Sin lugar a dudas que la especie humana en general se ha vuelto marcadamente machista casi al 100%, digo, casi, porque -gracias a Dios-, todavía hay algunos especímenes raros (en el buen sentido de la palabra) que, como tú, se preocupa por lo que puede estar pasando con los de abajo; mejor dicho, con las de abajo. Y no nos estamos refiriendo a las ´sufribles´y sufridas integrantes del género femenino; quienes estoicamente han venido aguantando resignadamente su postura pasiva, receptiva y conformista a la hora de la hora.
Más, como sigo diciendo permanentemente: “No le demos tantas alas al viento”; porque, con absoluta certeza nadie en este mundo, ni la más alta tecnología, podrá penetrar en ese mundo superior y extraterrestre que aparentemente permanece mudo, frío y, hoy en día, con algunos brotes de liberación sexual… de competencia laboral y con muchas posibilidades de venganza… ta, ta, tan!
Pruebas al canto: que cuando nosotros queremos elegir y conquistar una plaza nueva, la supuesta presa ya está de regreso una y mil veces, sabe al milímetro de nuestras medidas (incluyendo las de zapatos, que es lo primero en su tabla de multiplicar), de nuestro miserable currículum amatorio, así como el kilometraje recorrido y las posibilidades (efectivas) de poder satisfacer a su pareja; a pesar de todo ello, será capaz de  lanzar una mirada casual o un cruce de piernas no deseado que nos deja al borde del  colapso y recalentamiento cerebral.
Así que mi estimado, don´t worry!... que hace millones de años que empezó el estudio del animal de miéchica que Tatito le dio por compañero: tonto, flojo, regañón, quejumbroso y proclive de llorar a mares si no se le para o si se le para mucho; si no consigue flaca o si el costillar lo tiene famélico; si no lo dejan subir al ring cuando a él se le antoja o solo cuando es capaz de prometer un viaje a Cancún si lo dejan ver el partido de su equipo favorito y gana. Si me permite una recomendación: trate de esconder este post… porque ya empezó la revancha y ante la sola insinuación de su milenaria postergación o desmedida resignación desde la era del deshielo, pues si de verdad se entera, mañana mismo su sindicato declara un paro preventivo de 24 horas con cierre intempestivo de piernas y, en caso de no resolver su situación siempre debajo del bruto por tantos siglos, nos declaran otro paro por 72 horas y… eso sería lo peor porque van a ganar y las vamos a tener encima allí también y no se sabrá por cuantos siglos!
¡Por lo tanto… Apiádate de nosotros, Dios mío, que tú también eres macho!



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