viernes, 22 de julio de 2016

CÓMO PICA LA COSA


Dr. Chiro T. Fast:
Acudo a su consulta a fin de saber cuál es la causa de una permanente picazón “que la está matando” a mi imponderable zamba cada vez que completamos un ardiente clinch; también, el obtener una cura para su padecimiento; puesto que la está afectando no solo corporalmente, sino que últimamente se resiste a tener nuevos encuentros y eso me está matando a mí. Al comienzo, pensamos se debía a una mutua falta de higiene, razón suficiente, para cambiar nuestra abluciones pues, aparte del baño higiénico de rigor, le dábamos una, dos, hasta tres remojones complementarios  a la zonas afectadas. Pero, su problema aún persistía hasta convertirse en una verdadera tragedia y ella, tratando de calmar ardores, empezó con los chorritos de agua oxigenada, que solo aumentó los deseos de conseguir insecticidas; luego pasó al alcohol alcanforado (receta de su vieja), que resultó solo un barniz para sus prendas; y la comezón andaba o mejor corría su propia maratón al otro extremo; ante tal apuro, volaron las pomadas milagrosas, los ungüentos infalibles, hasta los cientos de soluciones asépticas en spray; pero nada de nada! Al mismo tiempo, y para menguar sus ardores, al inicio, se rascaba con una suave mota de tela polar, para pasar a frotarse con un cepillo de dientes y terminar haciéndolo con otro cepillo pero de metal. Las consecuencias eran previsibles… hoy el Monte de Venus y sus alrededores desaparecieron en una confusa mezcla de arañazos, surcos, hemorragias e incontenibles inundaciones de llanto.
A la par, y como no podía ser de otra manera, acudí a mi urólogo, quien me auscultó el miembro de arriba abajo por varias veces, teniendo que cortar su entusiasmo con mucha solemnidad arrancándolo de cuajo porque estaba cambiando de expresiones su animado rostro. Certificando, finalmente, que el instrumento estaba exento de ETS; asimismo, ella sabía que no podía seguir en esta obligada dieta e inclusive tratamos de hacerlo con profilácticos, pero igual, finalizado el coito, empezaba su endemoniado trabajo a dos manos, diez uñas y mil saltos en cuclillas, anulando la anhelada satisfacción mutua. ¿Qué hacer?
                                                                                                      Dionisos Awantillo, La Rinconada

Estimado Dionisos:
Lo primero que debo señalar es que lo suyo no es una situación irremediable, sin embargo, que la cosa pica, pica y cómo! Te da ganas de sacártela con pico y lampa! (según referencias ajenas). Bueno, en líneas generales esta invasión de picor puede deberse a múltiples causas: ropa interior, materiales sintéticos, hongos o una simple vaginitis que, exacerbada por el continuo roce durante el cepillado, eleva la desesperación hasta límites noicos y ya se quisiera tener un hacha para sacarle la miéchica al infernal escozor. Por lo tanto, que tu zapatilla acuda a su ginecólogo y pueda determinar su causa; en cuanto a lo otro, amigo, tendrás que resignarte a tus remedios caseros, que no ha de faltar un roto para un descosido; es decir: amarrarte las manos, yoga y 10 duchazos de agua helada cada hora. Paciencia y buen humor!


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