Por esta simple expresión espero que podáis descubrir mi
nombre porque apellidos no tengo… nunca pude ver a mi padre face to face, pese
a que lo busco desde hace miles de siglos pues vengo con la existencia misma.
Si todavía no podéis dar en el clavo, os ayudo, -estimada plebe: si hoy os
concedo comunicarme por las redes sociales es, tan solo, porque la palabra
democracia tiene cuna en nuestra patria… Quéeeee, todavía no adivináis?
Imposible! que todos vosotros sois la
chusma común y corriente que me debe su existencia y todo aquello que os rodea, sea material, ideal o espiritual.
Bueno, deciros que soy esposo bien amado de Hera; que habito
en el Olimpo que, a simple vista parece un monte común, pero si ingresan por
mis secretos atajos comprobaréis que no existe en el mundo un lugar más
olímpico que mi morada. Entonces, ya sabéis de quién se trata. Sí, pues, soy el
mismito Zeus, dios de dioses; padre amoroso para todos mis 89 hijos; hermano
fraterno para: Hestia, Deméter, Hera, Hades y Poseidón y un hijo de la gran…Rea
y del potente Chronos.
Para mayores datos, os debo decir que si me veis con el
cabello y la barba abundantes no es por descuido, es un consejo de mi hijo
Adonis cuando acudí a la inauguración de su Spa Sophokaliss, donde usted
ingresa como Karkamatis y sale como Palas Atenea, es decir, queda regia, regia
y regia hasta las mismísimas mechas, además está al servicio de todos los géneros helenos incluyendo a los
espartanos, quienes se juran machazos por los cuatro lados y continuamente
ponen a prueba lo que pregonan.
Seguramente ya estáis preguntándoos el porqué de mi
extraordinaria capa, así como de mi rayo gigantesco. Ya sé que, por lo primero,
los atenienses se han permitido chismear vía whatsApp que hoy en día resulta el
medio más efectivo de colgar y difundir aquellos efectos que no resultan ser de
vuestro agrado. Pues, refiriéndose a mi extensa capa hecha con cuero de chivo
viejo y que casi siempre me la piso, me pusieron “El Macho más cabro del
Olimpo”; razón por la cual, apenas me enteré del autor, le zampé un rayo super
extra fuerte en el mero kulantros: así se acabó el chisme y su creador!
Además, debo declarar, en honor a la pura verdad, de la cual
también soy el único dueño, sobre aquel otro chisme olímpico que reza: “Zeus es
un parricida de nacimiento porque hizo vomitar a los otros hijos de su padre
Chronos”. Pues, sí, hay algo de verdad… y qué? Mi padre sabía que uno de sus
hijos lo destronaría y por tan infausta noticia los devoró, sin saber que
Amaltea, mi madre sustituta me escondería en Creta.
Finalmente, si hay alguna queja de mi hermana y esposa Hera
por mis infidelidades, son puras mentiras, como que soy ´el dios de dioses´.
Tan solo son pequeños deslices chick to chick para mostrar mis bondades y mis atributos. La culpa es de
ellas, así que no merezco pena alguna, Si a Rea se le pasó la mano y me otorgó
sandalias # 49 yo no las pedí. No peco de soplón, pero, ella sí cayó en pecado
porque engendró a Hefestos en algunas noches que estaba revisando privadamente
a mis vestales, pues corría el rumor que salía a consolar sus penas con los
minotauros y los macho-cabríos mejor dotados… de musculatura y me confundió. A
ese adefesio de Hefes lo tengo controlado en el Tántalo (?) claro que es lo que
vosotros sabíais: el fondo mismo del averno. Además ella sabía que era mi 7ma.
espesa y que por esas minucias de la vida planeó encadenarme, pero gracias al gigante Briaero
y Tetis, la diosa de las poderosas chichis –las conozco de memoria-, logramos
desbaratar tal intento de magnicidio. Sin embargo, sigo fiel a mis principios…
de existencia y, cada que tengo desavenencias con la susodicha, me retiro a
Olimpia y me encierro por varios siglos con cientos de mis jóvenes vestales
porque solo ellas pueden comprender los desprecios de mi sábana y me consuelan
a tiempo completo.
En la actualidad estoy con una ciática de la gran lira Jólida
por culpa del escultor Fidias, quien me ha pedido hacer de modelo para su obra
mayor: el gran monumento de Júpiter Olímpico de 20 brazadas de alto. Ya son como 10 meses
lunares que no sé lo que es dormir o comer bien, pues me tiene en pie por doce
horas diarias incluyendo sábados y domingos. Lo peor de todo es que tengo que
permanecer con las piernas separadas sobre dos pedrones situados a tres
brazadas uno de otro para hacerlo más real. Ya me he venido abajo más de
20 veces y tengo las extremidades a
punto de pedir la extremaunción. Hoy mismo, me he caído sobre los cinceles del
artista y hasta este momento no pueden hallar uno de ellos… quizá sea obra de
los dioses (?) en venganza por mis escapadas… pero yo sigo siendo fiel a mis
principios! Viva la Hélida y su dios de dioses! ¡Tha´s me! ¡Kausachum me!
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