Doctorcito:
Tengo una curiosidad. Después de haber escuchado un
conversación entre “personas mayores” en ella se sostenía que inicialmente
nuestra especie humana tenía relaciones sexuales tal como se describe en la
pose denominada “perrito”; inclusive en algunas reproducciones pictográficas
ubicados en la EM se aprecia que, efectivamente, cuando un ejército conquistaba
a otro, los ataques sexuales y/o violaciones eran efectuados de esa manera o
postura ¿Es cierto ello?
Esteban Contreras, La
Planchada
Estimado Esteban:
Sí, Efectivamente. Tal aseveración
resulta ser una confirmación de la evolución de nuestra especie denominada: “Taladrus
Magneticus”. Tanto estos homínidos como sus antecesores: los “Taladrus
Kandilensis” padecían del ´Efecto Espejo´, por el cual todos estos proyectos en
dos patas tenían que copiar, imitar o
simplemente hacer todo aquello que correspondía a las especies evolucionadas:
los “Taladrus Hidráulicus”.
Como también te imaginarás este
enganche tan socorrido en los albores del tiempo, era conocido como “Lupus Hambrientis” dado a
que su apetito genital era muy voraz y en todo momento era capaz de confundir
una hembra de su especie con cualquier otro ser vivo que estuviera agachado y de
espaldas; de allí que muchas veces sus primas, tías y abuelas más cercanas
pagaban pato; inclusive algunos machos en postura de caramelo perdían el
invicto y las represalias y venganzas estaban a la orden del día:
-Oye, viejo padrillo orangután por
qué me atacaste por la retaguardia y ahora tengo miedo de recoger los plátanos
cuando se me caen?
-Es como una pequeña muestra de advertencia…
porque ayer todos tus hijos y nietos me han tenido como un blanco, pero un
blanco para práctica de tiro y, tanto me
han utilizado que hoy no puedo sentarme ni contener mi estómago cuando suspiro… y si tienes duda podemos hacer
la reconstrucción de las violaciones!
Ante tanta iniquidad y estupro -in
crescendo- la totalidad de hembras -más los cientos de machos afectados-,
reunidos en asamblea con carácter de recontra urgente y, proponiendo como sustento
legal la inaguantable escopeta de dos cañones usada por los machos en sus dobles
y cuádruples ataques a traición, aprobaron
ipso pucho que las relaciones exigían el
reconocimiento facial del atacante; por lo tanto, el match tenía que ser face
to face y así quedó probado y aprobado por muchos siglos hasta que apareció en
su diccionario un nuevo término: variedad!
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