viernes, 22 de enero de 2016

MALDITO CLOSET


Estimado Dr. Chiro T. Fast:
Este caso es digno de Ripley: soy un top model A-1 dotado con los mejores atributos de un excelente reproductor, semental o padrillo: presencia, extrovertido, dominio escenográfico, fotogénico y con mucho vigor físico. De futuro prometedor  y con excelente proyección en el modelaje internacional; capaz de ocupar escaparates en las principales cities on the world; but believed it or not: I’m gay.

Estoy convencido que en vitrinas europeas y americanas soy una opción total y irremediablemente aceptada, como que soy la más grande estrella que pronto se tiene que apagar; pero, en estas latitudes sudacas, católicas y subdesarrolladas esta posibilidad sexual es muy remota de aceptar a pesar de la existencia tan concreta de los Santana, Miguel Ángel o Juan Gabriel; solo que, en el caso de los íconos paradigmáticos es algo maliciosamente aceptado y hasta complaciente. Mi estimado sexigurú, ¿salto el charco y me olvido de los prejuicios? ¿sigo escondiendo mi realidad sexual con poses marcadamente machistas? ¿me retiro de esta vida falsa y me refugio en un monasterio? ¿tomo el celibato como un acompañante de por vida y me caso con las letras? Cuál sería la opción más recomendable? Ah? Siento que mi alma y yo estamos irremediablemente perdidas; es decir, estoy hasta mi poto… ¿me lanzo al charco?
                                                                                                  Mauro Gianelli, Camino del Inca

Bueno, supongo que el tuyo es un nombre artístico o mejor, un alias promocional que has adoptado para que te facilite el ascenso mediático impulsado por  tus promotores; sin embargo, presumo una preocupación muy honda por tu razón existencial en estrecha relación con tus vivencias personales y la proyección de tu ser como persona humana, pero por sobre todo, la propia identidad de tus actos en relación a las exigencias que te tocan vivir profesional, personal e íntimamente.

Si bien, como tú mismo lo propones, existen una serie de posibilidades que te pueden asegurar réditos laborales y de un buen estatus social en otras bussines cities, las congojas del alma y las trascendencia de los principios axiológicos desnudan tu rostro y buscas afanosamente un escape con carácter de puerto seguro que te brinde las tranquilidad de un ser en paz consigo mismo.

Agradezco tu sinceridad y confidencia y la vida te está ofreciendo muchas opciones de vida con amplios márgenes de ganancia existencial, mas, como siempre lo hago, permíteme ofrecerte otras alternativas más llevaderas a través de cierta forma de metáforas cargadas de un poco de suave humor o acaso las mismas te permitan aceptar con mayor entusiasmo algunas propuestas no tan decorosas que digamos: a) de saltar el charco, hazlo¡ pero estás metido hasta el cogote en tus propios pantalones, cargando una imagen marcadamente narcisista envuelta en un nombre y forma varoniles. Tienes que ser un buen torero para capear la embestida de la fama y salvo poder llegar a tiempo al burladero; b) el monasterio, pienso, puede ser el refugio de los débiles en un determinado momento de angustia y soledad. Te sobran amigos, mas conserva a los buenos (prefiere los de tu grey) los maricones son fieles mientras no signifiques competencia; c) Célibe a los 21? Ten por seguro que no vas a dejar prendidos ni los cirios del altar mayor en caso de suma urgencia (y se te van a presentar una tras otra en  cada jaculatoria) y, finalmente, d) que te cases con las letras, no lo creo porque ya hubieras empezado a leer tus clásicos: Jorge Sand, Oscar Wilde, Neruda, Truman Capote, García Lorca, Sor Juana Inés, etc. Y tus inclinaciones no creo que vaya tras la pluma sino tras otros apéndices más sólidos, estimulantes y gratificantes.

Así que, au revoir¡ molto felice anno.
                                                                          

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