Estimado Dr. Chiro T. Fast:
Este caso es digno de Ripley: soy un top model A-1 dotado con los
mejores atributos de un excelente reproductor, semental o padrillo: presencia,
extrovertido, dominio escenográfico, fotogénico y con mucho vigor físico. De futuro
prometedor y con excelente proyección en
el modelaje internacional; capaz de ocupar escaparates en las principales
cities on the world; but believed it or not: I’m gay.
Estoy convencido que en vitrinas europeas y americanas soy una opción
total y irremediablemente aceptada, como que soy la más grande estrella que
pronto se tiene que apagar; pero, en estas latitudes sudacas, católicas y
subdesarrolladas esta posibilidad sexual es muy remota de aceptar a pesar de la
existencia tan concreta de los Santana, Miguel Ángel o Juan Gabriel; solo que,
en el caso de los íconos paradigmáticos es algo maliciosamente aceptado y hasta
complaciente. Mi estimado sexigurú, ¿salto el charco y me olvido de los
prejuicios? ¿sigo escondiendo mi realidad sexual con poses marcadamente machistas?
¿me retiro de esta vida falsa y me refugio en un monasterio? ¿tomo el celibato
como un acompañante de por vida y me caso con las letras? Cuál sería la opción
más recomendable? Ah? Siento que mi alma y yo estamos irremediablemente
perdidas; es decir, estoy hasta mi poto… ¿me lanzo al charco?
Mauro Gianelli, Camino del Inca
Bueno, supongo que el tuyo es un nombre artístico o mejor, un alias promocional que has adoptado para que te facilite el ascenso mediático impulsado por tus promotores; sin embargo, presumo una preocupación muy honda por tu razón existencial en estrecha relación con tus vivencias personales y la proyección de tu ser como persona humana, pero por sobre todo, la propia identidad de tus actos en relación a las exigencias que te tocan vivir profesional, personal e íntimamente.
Si bien, como tú mismo lo
propones, existen una serie de posibilidades que te pueden asegurar réditos
laborales y de un buen estatus social en otras bussines cities, las congojas
del alma y las trascendencia de los principios axiológicos desnudan tu rostro y
buscas afanosamente un escape con carácter de puerto seguro que te brinde las
tranquilidad de un ser en paz consigo mismo.
Agradezco tu sinceridad y
confidencia y la vida te está ofreciendo muchas opciones de vida con amplios
márgenes de ganancia existencial, mas, como siempre lo hago, permíteme ofrecerte
otras alternativas más llevaderas a través de cierta forma de metáforas
cargadas de un poco de suave humor o acaso las mismas te permitan aceptar con
mayor entusiasmo algunas propuestas no tan decorosas que digamos: a) de saltar
el charco, hazlo¡ pero estás metido hasta el cogote en tus propios pantalones,
cargando una imagen marcadamente narcisista envuelta en un nombre y forma
varoniles. Tienes que ser un buen torero para capear la embestida de la fama y
salvo poder llegar a tiempo al burladero; b) el monasterio, pienso, puede ser
el refugio de los débiles en un determinado momento de angustia y soledad. Te
sobran amigos, mas conserva a los buenos (prefiere los de tu grey) los
maricones son fieles mientras no signifiques competencia; c) Célibe a los 21?
Ten por seguro que no vas a dejar prendidos ni los cirios del altar mayor en caso
de suma urgencia (y se te van a presentar una tras otra en cada jaculatoria) y, finalmente, d) que te
cases con las letras, no lo creo porque ya hubieras empezado a leer tus
clásicos: Jorge Sand, Oscar Wilde, Neruda, Truman Capote, García Lorca, Sor
Juana Inés, etc. Y tus inclinaciones no creo que vaya tras la pluma sino tras
otros apéndices más sólidos, estimulantes y gratificantes.
Así que, au revoir¡ molto felice
anno.
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