jueves, 14 de enero de 2016

CÓMO HALLAR EL PUNTO G

Estimado Dr. Chiro T. Fast:
Hoy se cumple el IX aniversario de mi presencia en la Biblioteca Municipal de Characato (única comparable con la de Camaná, que, según los changos de por allá, solo es equiparable con la mismísima Enciclopedia Británica); después de haber navegado meses de meses en la BDM (la Biblioteca Digital, corcho) en esta inquietud rayana en la desesperación por hallar el alucinante punto G, en un material que, manifiesta, se las sabe (por genética) de la A a la Z.
Al respecto, los patas de la collera se habían pronunciado unánimemente -con la más absoluta certeza- sobre el lugar exacto: a) ubicado en el cuello, después de haber incitado frenéticos devaneos conducentes al clinch; sin embargo, dos de los cien casos fueron los acertados, por lo tanto no había ninguna seguridad de su correcta ubicación; b) el conducto auditivo, en sus dos versiones: b1) mordida en el pabellón de la referida zona y… muerta la res. Resultado: tres meses de cárcel por intento de desfiguración física; b2) musitarle muy junto al ‘oído’ palabras dulces cargadas de emoción más una que otra lisura. Consecuencia: 50 cachetadas por hocicón y bocasucia.

Los expertos mayores de la cuadra también hicieron llegar sus “infalibes” ubicaciones determinadas por un Contador Geiger: 1. Los labios, a través del beso. ¿cómo? Sí, el beso, pero tal como reza en el argot literario: contrato en los altos para alquilar lo bajos; es decir, se empieza arriba y se acaba… se acaba en los calabozos de la tercera comisaría de Polobaya por intento de secuestro y asalto a palo armado.

Finalmente, se puso en evidencia otros métodos altamente comprobados y sin margen de error en la entrega de la mercadería p.e.: un sonoro chupón  en la depresión de la nuca; una sesión completa de caricias en la espalda; una pasada de waipe por el mero mero; toquetear con la punta de la lengua todititita la entrepierna; morder suavemente la punta del dedo gordo, y, como último recurso pegar una mamada de Padre y Señor mío a las chichis, etc, etc. Es decir, todas las posibilidades imaginables por hallar la piedra de toque a fin de que se convierta en la piedra del sacrificio más sublime de perfección. Inclusive, el día de ayer se ha recurrido al GPS y nada¡ Más pareciera que es un invento femenino por hacer más delicioso el preámbulo mamatorio conducente al muere completo. ¿En este caso, tiene usted la respuesta correcta, mi estimado?
                                                                                                  Fernando, El Buscador de Antiquilla

Estimado Fernando, no hay duda, eres todo un zahorí erótico y aplaudo tu entereza, solo que el darte una respuesta 100% infalible, sería como aceptar aquella expresión tan familiar que dice: “todavía soy capaz de pegarme cuatro al hilo y sin sacarla” y para colmo  reclamada por un nonagenario.

Desde la Biblia, El Decamerón, La Enciclopedia  de Educación Sexual de Havelloc Ellis y los manuales de H. Zanabria y N. Paredes, además de la Rampolla (mencionados anteriormente) sostienen apreciaciones muy disímiles. Mientras que unos aceptan su existencia; otros, prefieren insinuar  que es tan solo una posibilidad; pero, personalmente, considero que el lugar de mayor excitación conducente al orgasmo existe, pero, en cada caso, es un lugar muy propio de cada material; ya sea categoría A. B o C. Todas, absolutamente todas guardan muy celosamente su variedad de puntos excitantes, lo cuales van de la A a la Z en una espiral de intensidad, según confianza, cariño, entrega; autoestima, ocasión, modalidad, encontronazo, choque simple, choque y fuga, resbalón, etc.         

Sin embargo, aquello del punto G más parece un punto XX (extremadamente extraño), porque cuando uno quiere despejar la X para hallar la respuesta exacta, surgen otras variables que van desde la P de primeriza hasta la P de prosti; pasando por las variantes A de aguantada; B de buena; C de concentrada; R de reprimida; aunque, en otros casos,  solo basta un solo toque digital y la presa cae redondita y se desinhibe pegando un grito que lo puede humillar al mismísimo Tarzán.    

Ahora bien, como última noticia tecnológica aparecida en el Daily Mirror de La Pampa, Camaná, acaba de aparecer en la internet una noticia que puede cambiarte el empuje de tu búsqueda por conseguir una auténtica felicidad sexual: el GPSS (Geographical Position Sexual Sistem) inventado en la India precisamente con el propósito de ubicar el punto G con una posibilidad del 99,9% de efectividad no tiene pierde, solo que todavía tiene tres inconvenientes: 1. Su costo, solo lo puedes obtener a cambio de 1000000 rupias pagaderas en el Banco de la Nación de la India, previo examen proctoscópico antes y después de la compra para evitar el contrabando de activos fijos: 2. El dispositivo lo tienes que portar introducido en tu parte más sensible para poder detectar el cambio de frecuencia cuando halles el punto G en tu pareja;  3. Su alto despliegue ondulatorio causa un desbalance hormonal con consecuencias desconocidas para tu familia y tu pareja, corriéndose el riesgo que pronto milites en el otro bando, por lo demás creo que valdría la pena hagas ese viaje. Los gurús hacen verdaderos milagros y pronto te podremos ver totalmente feliz.  Suerte.
                                                                               



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