Por una simple cuestión de
cálculo, esta vez, los Reyes Magos de Oriente asomaron –muy desorientados- por
nuestro Cono Norte y al ver la gran cantidad de auquénidos dedujeron que el frío
reinante les había jugado otra broma de la GPS haciendo desaparecer sus
acostumbradas desérticas dunas, así como las usuales jorobas vehiculares; en
cambio, los locales habían sido dotados con un manto beduino muy peculiar que
lo arrastraban hasta pisarlo y romperse el alma contra el suelo continuamente;
pero, dentro de su rumiante rabia, tan solo achuntaban fenomenales escupitajos capaces de tumbarse a
cualquier testigo ocular que osara observar sus malditos tropezones.
Un tanto repuestos de aquella
alucinante visión y ateridos por el frío reinante, pugnaron por seguir avanzando
con rumbo a la meca de la Natividad con la esperanza de hallar aquel bendito
pesebre cobijando al Niño Dios, guiados tan solo por su buen olfato, dado que
la estrella por estos pagos también agonizaba en pobreza extrema cual moribunda candelilla de sebo. Inclusive
a medida que cabalgaban, de trecho en trecho, sus expectativas eran cada vez
más sombrías: su GPS seguía marcando Perusalem y los tres leían Berusalem: era,
pues, el sitio elegido. Del mismo modo, sus cabalgaduras estaban tirando
cintura al trepar los más de dos mil trescientos msnm. y ya semejaban padecer
un mal de rabia fulminante debido a la copiosa espuma que subía hasta las
orejas… de sus jadeantes jinetes; quienes persistían maldiciendo con cada
bamboleo porque los enormes callos en sus posaderas, se habían convertido en
escaras King Zice cuyos efluvios -aparte de molerlos frenéticamente- les ahogaban
hasta los turbantes, calificándolos como expertos en gases lacrimógenos. Además,
compra obligada fueron los tres rastrillos a $100 americanos c/u para rascarse
permanentemente (lo que más les dolió en el alma), mas había que cumplir con los designios grabados en las páginas de
su destino inexorable. Pero lo peor recién vino por el repentino y obligado
cambio de su dieta: dos fuentes de cebiche de conchas negras como entrada; tres
porciones de tacu-tacu, rocoto relleno y ají de habas, como plato fuerte, más
los dos litros de quesohelado que se zamparon en cada buche. Al cabo de quince
minutos… se les vino el huayco seguido de nauseabundas diarreas en grado 9: tanto
así que hasta los camellos tenían miedo que se acercaran a menos de dos varas sus
reales majestades so pena de morir por asfixia fulminante.
Luego, y solo por razones de
higiene, tuvieron que hacer un alto obligado a efectos de cambiar pañales y
pegar un afinamiento a su movilidad. Nos acercamos como buenos anfitriones y
les brindamos toda clase de corchos, mil aguas de colonia y un sinfín de mamelucos para la muda de
indumentaria, pues la carca, atentaba contra la limpieza y la buenas costumbres de
la ciudad (?). Agradecidos los muy nobles personajes y ya en sus escafandras de
rigor, solo atinaron a ofrecernos
incienso, mirra y oro. Pero nosotros, haciendo un esfuerzo sobrehumano debido a
nuestro voto de pobreza perpetuo en todo choliforniano, únicamente les solicitamos
nos hagan conocer cuáles eran sus vaticinios para el 2016.
Sumamente desconfiados se miraron
entre sí, angustiados hasta ponerse verdes… cada uno trató de justificar su
reiterado empecinamiento cual mulas africanas queriendo decir nones. Solo
después de ofrecerles unos buenos lomos finos –acompañados con la Danza de los
Siete Velos-pudieron acceder pero con mucho reparo después de advertirnos, por
enésima vez, del efecto devastador que podría causar sucesivas hecatombes. A saber:
-Coste que vosotros lu´han querridou,
vaisanus: la presidente Ubama se va a
tirar a la Clint…
-No, no. Por favor, solo
predicciones nacionales o locales, mi estimado Melichior.
-Boino, coste qui si lo advertemus…
vaisanus! Las resultaros in voistra bolitiqué señalan: la tendrán outro brasidenti
con difirrenti cara, belo y uñas: es dicir, con outra imagen, outra bartidou
bero con il garras mais grande; bur lou mesmou, haberá mais liobardus u
otorongus… disabarrecen il agendas y abresarr sus verrdaderros doiños; los
ricous siguir comiéndose y tirándose los boubres… bor 50 añous máis. Ver… venir
mucho beleyas intri hermanous del trabajou… contra il gobernante… contra il
autoridá… contra il boderes boliciacou y de jostisha; brotar muchous muvements
jovenils qui reclaman ourdin y verdá… bero siguir siendou floures d´iun solou
diya! Siguir siendou cumpradous…!
-Para, para! Mi estimado Melchor…
que nuestro futuro está más oscuro que el paladar del amigo Bithizarea… será
porque es de raza fina… ¿no?
-No. Y erso nou ser tan shertou!
Yo ser bueblo… jiumildi berou jonrradou. En cambiou, voistro borrvenirr istárr jodidou!
Verr vinganza y sholou vinganza dil boubladour yenuino cointra el urrbanou… cointra todou lou blancou y lous qui quirrer serrlou... venirr
muchais olass di gentes barra retomarr direchous… barra riclamarr disbrecious
di sembrre. Verr tamién in ciurares cambiou del buñal borr la bistola borr
buscarr brincipios d´igualdá, berro en el fondo es bidirr iquidadess en su propiou
suelos… Verr il monedas dolar se tiróu a la euro y toros querrer serr más grringous…
voistro sol se tambaleya y venirr mouchais
revoltas, barous e huilgais bidiendou cambious… la baz social istár bor Bolivia
y outrras gobierrnous aparrecerr… Venirr
máis mortes y il asesinatou siárrastrra en la ciudá… Ojalá que Gathaspa boida
visionarr algo mejorr…
-Grraciass, Balta, bero il horizountes
siguirr full sombrras bara tudus la bueblos di´sta barrte del terras... Turo
volverr basurra borrque turas noistrra madrre naturraleza sufrre. El nigocias
extranyerous juntarr mais y mais embrresas… distabarr consumismou brrutal y
ista terras nuestrou regalou máis excelsou siguir shendou shaquiada,
debrredadou y desbrreciadou; bero ella serr un serr vivou qui sentirr y
resentirrse muchou: verr cayer diluvios díya y nouches; sequíyas qui ahougar recursous dil mañanas… Verr calentamentous en
gradou mayorres qui oucasionar grrandes nundashones marítimas qui intierran boublaciones
toutales; mouchos berou mouchos mouvimentos sísmicous ver… como querrernous
sacudir il cabezas bara bensarr y actuarr mejorr… como bersonas civilizadous!
En un palabras… istamos joudidous! O qué dicirr tú, Gathaspa?
-Ishtamous?... moucha yenti! Toro
isti boiblou tener tutto… berro nou tenerr nadas! Serr muy flojous… y digou…
qui si joran! Berou hagamous il cointa qui también Yesu Christi yegarr hashta
aquí… Ojalá lis abrra sus oijos y dejarr de ser ciegous…quei dejarr de tirrarse
unous a outrros… dejar dil morder y dejarr de ser asnous, gayinas y berrous;
dil asno boirrque por encima dil todou dicir estarr tu monta, il blacer bor il
blacerr… sin fronteiras… hasta il
incestuosou; dil gayinas borqui falta il voivous de amour, dil corrajes… dil
valourres barra luchar contra il mal; y´el brobidades del berrous barra intindir qui´l vicinou nu´is outro
berro máis dil isquina… borque íl ser el anyello qui guardar noistrra fei… noistrra
alegrriya… noistra felicidá!
Y camino al sur los tres reales
monarcas cabalgaban más tranquilos y serenos… seguros de haber sabido agradecer
la hospitalidad recibida… aunque, a lo lejos, tres rastrillos no dejaban de
cumplir su rol moviéndose de arriba hacia abajo una y otra vez sobre lo que
deberían ser tres grupas majestuosas.
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