Dr. Chiro T. Fast:
Después de haber consultado con los compañeros de oficina, mi
curiosidad persiste más aun tratándose el tamaño de la herramienta masculina
¿es cantidad o calidad? Bueno, las opiniones son diferentes; por una parte mis
cuates “The Bad Boys Club” sostienen que mucho tiene que ver el estilo que
maneje el varón; mientras que “The Easy Girls Band” muestran sus preferencias
por la dimensión, según han referido las experimentadas amigas. Científicamente, ¿cómo lograr la
satisfacción plena de las formas cóncava y convexa como propone Roberto Carlos?
Lucho Loco, La Reforma
Estimado Lucho, este es un caso
de locura por saber -desde la aparición de la luz-, qué es lo más importante
(en caso del machucante) el estilo o la proporción? Mientras que un bando de
los llamados machos está de acuerdo con el estilo sobre el tamaño; el otro
bando (también machos, por siaca) sostiene que es la cantidad de bondad
otorgada graciosamente por Diosito en su infinita misericordia al hacer al varón a su imagen y
semejanza (?) Ya que siendo omnipotente, tiene que ser recontra potente.
Sin embargo, los estudiosos
afirman que es el estilo el que prima sobre la prima, perdón sobre el tamaño;
porque, en este caso si uno ha aprendido “de memoria” la tabla de multiplicar
en su más pura versión empírica (tres rastrilladas al día, con muere incluido)
dota al practicante de una alta especialización en el jaque-mate de la res (con
el debido respeto de la interfecta y feliz materia sacrificada. Sacrificada no
en el sentido lato de muerte o eliminación física (retirarla del servicio
activo). No. Más bien, todo lo contrario: elevar al grado máximo de la cópula
en una muestra excelsa de comunión corporal y espiritual de la pareja hasta el
ara del goce sublime (incluirla en la
élite de las escogidas por haber descubierto a voluntad mutua la llegada al orgasmo
simultáneo).
Así que, my friend, (y esta es
una de las últimas teorías de los capos Paredes&Zanabria Co., expertos en
la cosa nuestra). Estos famosos sexólogos manifiestan que son los menos
favorecidos por la naturaleza, aquellos quienes tienen que buscarlo con lupa
para miccionar o, peor, cuando tienen que cumplir en el ring amatorio y no lo
encuentran, por más de tener la sensación de haber conseguido la erección se
pueden disputar el primer lugar en la fila con cualquier clítoris promedio. Es
decir, la mayor parte de estudiosos se refugian permanentemente en su soledad y
en los libros abandonando el ejercicio
erótico, no desarrollando a plenitud todo su potencial culebrítico. Por
eso solo les queda decir que es el estilo (la forma, manera o chape aforro para
satisfacer a la res (ya explicado).
En cambio, los que somos
bendecidos del Señor con la gracia del Espíritu Santo, dándonos una yapita de10
cm. Sabemos que la sola noticia en el oído de las presas por cazar despierta
reprimidos deseos que la libido los tenía muy escondidos, esperando la primera
oportunidad para dar rienda suelta a sus instintos reproductores de la especie
humana; tanto así, que con la sola introducción inicial (y el calentamiento de
rigor) se logra grandes satisfacciones o faenas, qué decir de faenas, son
faenones que ya quisieran lograr siquiera una vez los cortos de… entendederas.
Es decir, su envidia los hace pronunciarse por el desencanto propio de sus
miserias. Sin embargo, no se desanimen, querido chatos, en la próxima reencarnación
pueden lograr su ansiada versión ya sea en forma de burro, toro, elefante o por
lo menos en un lindo gatito; aunque, en este último caso, la cuestión viene con
yapas retráctiles y al momento del finish se corre el peligro de terminar con
un tres en raya en la mera yapa.
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