-Oiga, sus papeles!
-Pero…jefe, ¿por qué me detiene?
-Sus papeles, he dicho! !Y no me haga ningún
comentario!
-Pero, jefe, solo le estoy pidiendo una
explicación… porque no me explico…
-¿Explicaciones?... en la comisaría!
De hecho, esta es una situación que se repite a
cada instante y en cada esquina… y con diversos matices de input y output: -Que
las luces de estacionamiento no funcionan! –Que está estacionado en una zona
rígida! –¿Ons´tá su casquete? – Que estás detenido sobre el paso peatonal, pue
causa! –Tua´vía nu´e tomao desa ni mi rancho… comprende pue, pata! –Ah…
queriendo sobornar a la autoridad… y con esa miseria? Nos vemos en Luri!
-Pero… jefe, se me acaba de bajar la batería… en
este mismo momento, qué piña soy! -Pero… jefe, ese patrullero y el camión de la
policía estacionados delante mío? -Ah,
ah, …? -Que dónde está el casquete? lo he prestado a un colega que es de la USE! -Pero como usted me ordenó detenerme, jefecito!
–Mi cuñao es el Mayor Roncalla… así que no te atrevas a ponerme ninguna pa… -¿SOAT?
¿Qué es eso? -Tengo que llegar a mi chamba… cómo arreglamos, jefe?
Dados los recientes acontecimientos policiales
sucedidos en Cholifornia, motivan hacer un análisis más sesudo sobre el
problema, tratando de hallar la punta de la madeja. Esta abarcaría no solo a
los temas de aplicación o de sanción punible; a los de los reglamentos de
tránsito; hasta aquellos que involucren a la propia norma legal, su conocimiento y
aplicación hasta cuestiones de ética y educación moral, en general y de conducción
ciudadana, en particular.
-Pero, ingeniero, por qué mezcla papas con camotes
¿acaso vamos a hacer una pachamanca?
-No. Ya se la cocinó, la engullimos y hoy la
queremos devolver a nivel nacional, my dear Shorty! Una prueba calientita: los
más de 8 años de reclusión por atacar verbal y físicamente al efectivo de turno
(de turno porque el poli se levantó con la pata izquierda y efectivamente le volaron
el casco y le magullaron la dignidad zampándole un chape en el labio inferior; siendo
lo más grave, la marsa que le esperaba
en casa por el mordiscón inocultable); mientras que por haber cometido
similar delito, con el agravante del
arma de fuego (pistola, ametralladora y cañón) utilizadas por un prontuariado,
solo recibió 5 años.
-¿Cómo, acaso ocurrió el hecho en Camaná City?
-No pero el Fiscal era nato del sitio!
-Y… ¿on´stá el principio de equidad? ¿Es una
invitación solapa al empleo de armas de fuego o a la concusión de agravantes que
al final, generan una menor pena? ¿Y ande´stá la prudencia de la Juris? ¿Qué
tal celeridá… mi prima está 3 años en Canadá por haberle sacado la michi a su
sargento que intentó levantarle la voz y ella no se contuvo por quinta vez y
le´arreyó un solo sopapo en el hocico que lo mandó derechito a su comisaría!...
ya´hasta la fecha sigue canera cantando: Al Compás del Reloj… es dicir!
-Lo cierto es, my broda, que´stamos hasta las
huiflas. Sin temor a duda, este es el momento más crítico en la historia moral
de nuestras instituciones tutelares. Tu-te-la-res que no tutelan a sus hijos
putativos; no cuidan ni mucho menos protegen a sus integrantes, feligreses o simples
mortales. Y no es porque estemos viviendo situaciones extremas producto de la
extrema pobreza, la escasa alimentación o la informalidad institucionalizada.
No. El problemas es aún mayor: la improvisación del sistema (?) educativo, la
falta de vocación magisterial y la nula
investigación científica que nos sigue acorralando en múltiples rebaños de
conformismo A1, megalomanía enquistada en desmedido apetito personal, programados
tras continuas acciones mediáticas
esencialmente del tipo mercantil, egoísta y ultramaterial!
-Pero, qui´hacer, inge, ¿estamos hasta las tapas?
¿Nu´hay solución pa´estos pobres hijos de María Santísima? Estamos cayendo en
un fatalismo sin jondo?
-Yea, yea! Requerimos –con carácter de urgente- una
transfusión de hormonas: dopamina, endorfina, serotonina y mucho más más que nos dé
paz, tranquilidad y dicha personal, por lo menos en estas fiestas de Navidad y
Año Nuevo; porque todo hace presagiar que a partir del 2016 se vendrá más de lo
mismo! Luego, busquemos cómo obtener un buen chorro de hormonas que nos
levanten cada día con mejores ánimos, nos
permitan enseñar a coger nuevamente los buenos libros. Leer, leer y leer;
además, que la investigación sea una forma de vida desde los
primeros años de escolaridad y luego, tomar las bayonetas del análisis y la
crítica constructiva para luchar hasta morir por dejar una mejor perspectiva de
vida sana y libre a nuestros nietos!
¡Felices Fiestas y un abrazote, de todo corazón!
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