domingo, 22 de noviembre de 2015

TALLER DE ALINEAMIENTO




Esta no es ni pretende ser la propaganda al taller de mi compadre Vitriolas sabiendo que es un experto en enderezar “entuertos”. El día domingo pasado fui a la iglesia después de  mil  años; -obviamente es una metáfora- porque no comulgo con casi todos los curas y, que yo sepa, nunca han curado de nada… salvo a sus fieles devotas poseídas por endemoniados deseos. Estábamos en lo mejor de la sagrada comunión cuando una figura conocida del ayer irrumpió el aposento, me reconoció y quiso saludarme, estiró su mano la cual se desvió en el camino y fue a dar justo en uno de los porongos de una encopetada vecina sentada a mi lado, quien, maliciando una peligrosa y mala intención, pegó un endiablado alarido que hasta el cura sorprendido y de puro susto, metió 10 hostias al niño de pechos que acompañaba a su sumisa madre para que comulgue y, al toque, el mocoso, se sumó al coro haciendo un dúo de los mil diablos con sus chillidos que fácilmente rompían los 100 decibeles. Tratando de calmarla y, sobre todo, recuperar a mi perdido compañero de escuela, solo atiné a musitarle muy quedamente al oído:
-Señora… él solo trataba de…
-Señorita! So pedazo de badulaque… Y a mí se me saluda de otra forma y no queriéndome aprovechar de mi inocente y angelical ch…
-Pero… no es para tanto! Digo, el gesto del señor. Mejor lo saludo personalmente y me levanté no sin antes guiñarle un ojo a la susodicha: se ruborizó hasta los zapatos, volteó la cabeza y con una mirada por encima del hombro giró todo su desprecio.
Bueno, resulta… que mi compañero de carpeta –el de la mano atrevida-, tenía como chaplín “Clarence”, un león de mirada dúplex y cinematográfico de la MGM (por su nombre en inglés y no es una grosería, por siaca), pues también por la misma razón, mi amigo, no era capaz de distinguir entre una tortuga y una cucaracha porque no tenía foco. No es que viviera en la oscuridad propia de la selva al no disponer de una bombilla eléctrica, sino que su capacidad ocular no permitía obtener una sola imagen visual y constantemente se equivocaba agarrando una cosa por otra; dicho en otras palabras  miraba doble por padecer de estrabismo. Los continuos incidentes que soportaba le causaban mucho sufrimiento e indignación por su lamentable estado y juró encontrar una solución. Después de varios años me enteré que el muy desgraciado quiso viajar al Centro Oftalmológico Barraquer de Colombia para hacerse tratar… pero por cosas del destino –y de su vista- se embarcó en una nave que iba para Columbia y hasta esta mañana no supe nada del pobre.
Durante su ausencia había efectuado algunas averiguaciones para poder ayudarlo apenas lo viera. Así que ese mismo día lo ubiqué y le hice llegar esta propuesta:
-Mira, Clarence! Te quiero a ayudar porque somos como hermanos… y no hay necesidad que vayas a Colombia! Aquí está el remedio y  retecomprobado… como tú sabes soy un hincha a muerte del Melgarcito. En la tribuna me hice amigo de periodistas, comentaristas y reporteros de Lima. Uno de ellos -con la misma falla ocular-, se me hizo muy brother y por ello, le recomendé ir donde mi compadre Vitriolas… si tú también lo conoces!… es el pata del Taller de Alineamiento “Bellavista” y ya lo ves ahora… hasta sale en la propaganda por TV…!
-¿Y… quién es él? ¿Cómo es? No me estarás tomado el pelo, como antes…¿no?
-Naranjas, primo! El brother de quien te hablo es el morenito con un pico, digo, con una tremenda griega… para más señas: te acuerdas de los huaco retratos mochicas que teníamos en la escuelita? Bueno, igualito!
-Ah, ya! He visto el descentralizado en repetición por internet y hasta allí se equivocaba, sobre todo con los provincianos… creo que es aliancista… ¿no? ¿Y cómo se ha curado?
-Bueno, el tratamiento –según mi brother de la TV, corroborado por su equipo geriátrico de comentaristas, es largo, penoso y muy duro, pero qué caracho! Da resultados. La cura es en base al empleo de astas, cuernos o cachos… sí, empiezas con los del gallo y un poco de vaselina para que la cosa sea mas suave y no te duela; luego, con los de cabra o chivo; posteriormente con los de carnero y terminas con los de toro; solo en casos extremos utilizan los de alce mas un barril de grasa de carro. Él manifestó que su tratamiento fue peor que un parto porque los adminículos se introducen por ambos extremos: uno para que te haga abrir al máximo los ojazos y el otro, el de la boca, para que lo muerdas; mientras mi pata poco a poco va alineando el foco hasta lograr una perfecta definición de la imagen… hasta en HD, creo…
-Bueno, cumpa, es para pensarlo… pero tratándose de mejorar así la visión…
-Bueno, Clarence, también quiero ser muy sincero contigo… el comentarista en mención ya está curado, pero, como todo en la vida la cura tiene efectos colaterales: hoy camina un poco chueco, dice que es debido al julbo… que ha tenido que hacerse tantos reencauches como cambios continuos de herramienta tuvo; sin embargo, después del último partido, en el camerino me ha pedido que interceda nuevamente ante mi compadre Vitriolas porque quiere tener una visión 20/20.
                                                                                 




No hay comentarios.:

Publicar un comentario