Esta no es ni pretende ser la
propaganda al taller de mi compadre Vitriolas sabiendo que es un experto en
enderezar “entuertos”. El día domingo pasado fui a la iglesia después de mil años;
-obviamente es una metáfora- porque no comulgo con casi todos los curas y, que
yo sepa, nunca han curado de nada… salvo a sus fieles devotas poseídas por
endemoniados deseos. Estábamos en lo mejor de la sagrada comunión cuando una
figura conocida del ayer irrumpió el aposento, me reconoció y quiso saludarme,
estiró su mano la cual se desvió en el camino y fue a dar justo en uno de los
porongos de una encopetada vecina sentada a mi lado, quien, maliciando una
peligrosa y mala intención, pegó un endiablado alarido que hasta el cura
sorprendido y de puro susto, metió 10 hostias al niño de pechos que acompañaba
a su sumisa madre para que comulgue y, al toque, el mocoso, se sumó al coro haciendo
un dúo de los mil diablos con sus chillidos que fácilmente rompían los 100
decibeles. Tratando de calmarla y, sobre todo, recuperar a mi perdido compañero
de escuela, solo atiné a musitarle muy quedamente al oído:
-Señora… él solo trataba de…
-Señorita! So pedazo de
badulaque… Y a mí se me saluda de otra forma y no queriéndome aprovechar de mi inocente
y angelical ch…
-Pero… no es para tanto! Digo, el
gesto del señor. Mejor lo saludo personalmente y me levanté no sin antes guiñarle
un ojo a la susodicha: se ruborizó hasta los zapatos, volteó la cabeza y con
una mirada por encima del hombro giró todo su desprecio.
Bueno, resulta… que mi compañero
de carpeta –el de la mano atrevida-, tenía como chaplín “Clarence”, un león de
mirada dúplex y cinematográfico de la MGM (por su nombre en inglés y no es una
grosería, por siaca), pues también por la misma razón, mi amigo, no era capaz
de distinguir entre una tortuga y una cucaracha porque no tenía foco. No es que
viviera en la oscuridad propia de la selva al no disponer de una bombilla
eléctrica, sino que su capacidad ocular no permitía obtener una sola imagen
visual y constantemente se equivocaba agarrando una cosa por otra; dicho en
otras palabras miraba doble por padecer
de estrabismo. Los continuos incidentes que soportaba le causaban mucho
sufrimiento e indignación por su lamentable estado y juró encontrar una solución.
Después de varios años me enteré que el muy desgraciado quiso viajar al Centro
Oftalmológico Barraquer de Colombia para hacerse tratar… pero por cosas del
destino –y de su vista- se embarcó en una nave que iba para Columbia y hasta
esta mañana no supe nada del pobre.
Durante su ausencia había
efectuado algunas averiguaciones para poder ayudarlo apenas lo viera. Así que ese
mismo día lo ubiqué y le hice llegar esta propuesta:
-Mira, Clarence! Te quiero a
ayudar porque somos como hermanos… y no hay necesidad que vayas a Colombia!
Aquí está el remedio y retecomprobado…
como tú sabes soy un hincha a muerte del Melgarcito. En la tribuna me hice
amigo de periodistas, comentaristas y reporteros de Lima. Uno de ellos -con la
misma falla ocular-, se me hizo muy brother y por ello, le recomendé ir donde
mi compadre Vitriolas… si tú también lo conoces!… es el pata del Taller de
Alineamiento “Bellavista” y ya lo ves ahora… hasta sale en la propaganda por TV…!
-¿Y… quién es él? ¿Cómo es? No me
estarás tomado el pelo, como antes…¿no?
-Naranjas, primo! El brother de quien
te hablo es el morenito con un pico, digo, con una tremenda griega… para más
señas: te acuerdas de los huaco retratos mochicas que teníamos en la escuelita?
Bueno, igualito!
-Ah, ya! He visto el
descentralizado en repetición por internet y hasta allí se equivocaba, sobre
todo con los provincianos… creo que es aliancista… ¿no? ¿Y cómo se ha curado?
-Bueno, el tratamiento –según mi
brother de la TV, corroborado por su equipo geriátrico de comentaristas, es
largo, penoso y muy duro, pero qué caracho! Da resultados. La cura es en base al
empleo de astas, cuernos o cachos… sí, empiezas con los del gallo y un poco de
vaselina para que la cosa sea mas suave y no te duela; luego, con los de cabra
o chivo; posteriormente con los de carnero y terminas con los de toro; solo en
casos extremos utilizan los de alce mas un barril de grasa de carro. Él manifestó
que su tratamiento fue peor que un parto porque los adminículos se introducen
por ambos extremos: uno para que te haga abrir al máximo los ojazos y el otro,
el de la boca, para que lo muerdas; mientras mi pata poco a poco va alineando
el foco hasta lograr una perfecta definición de la imagen… hasta en HD, creo…
-Bueno, cumpa, es para pensarlo…
pero tratándose de mejorar así la visión…
-Bueno, Clarence, también quiero
ser muy sincero contigo… el comentarista en mención ya está curado, pero, como
todo en la vida la cura tiene efectos colaterales: hoy camina un poco chueco,
dice que es debido al julbo… que ha tenido que hacerse tantos reencauches como
cambios continuos de herramienta tuvo; sin embargo, después del último partido,
en el camerino me ha pedido que interceda nuevamente ante mi compadre Vitriolas
porque quiere tener una visión 20/20.
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