Ilustrísima Majestad don
Jorge Mario Pedro Vargas Llosa, Marqués de la Lengua
No me dirijo a usted
diciendo como corresponde, querido apá (y es como yo quisiera hacerlo), porque
tal como usted me enseñó desde que tenía 30 años, usted exigía que me hiciera
hombre; digo, que me ganara mis habichuelas por propia cuenta y no a costa del buen
apellido, fama y fortuna que gozábamos hasta ese entonces.
Bueno, mi estimado señor
padre; atendiendo a las lágrimas de mis venerables damas y parientas en primer
grado, me atreví a escribirle una misiva
fechada en diciembre del año pasado solicitándole vuelva a desempeñar sus
obligaciones como incomparable jefe de familia, esposo amante y fidelísimo en
sumo grado; pero, por sobre todo, padre amoroso de sus tres vástagos; ahora
huérfanos de protección, cariño y de las escasas propinas semanales de cinco
mil euros a cada uno, amén de las tarjetas de crédito ad libitum.
Luego de haber pasado tanto
tiempo en esta orfandad, tuvimos necesidad de enviarle otra comunicación
escrita por sus dos varones hijos, haciéndole ver las consecuencias de este inminente
descalabro familiar debido a la falta de recursos; es decir, ausencia
prolongada de liquidez en nuestras cuentas, tarjetas de crédito y las editoriales
a nivel mundial. Hasta en La Biblioteca que ostenta vuestro sagrado nombre nos
negaron la entrada vía internet; llegando a la increíble impertinencia de no
reconocer nuestra filial representación para recibir las regalías y adelantos
por futuras entregas de aquellos manuscritos que nos hacía copiar, porque como
sentenciaba continuamente en sus correos de cada mes: “era la mejor forma de
aprender a los clásicos”. Usted, tampoco
se dignó acusar recibo de esta otra epístola. Luego, ¿cómo es posible que usted
reclame, por lo menos, un tanto de cariño si no cumple con darnos ni un poco de
sus ingentes ingresos?
A la fecha, ya han
transcurrido un poco más de seis meses y “el tirarse una canita al aire” (sobre
todo tratándose de la Chávelly) se ha tornado muy pública; en especial para
Mami Patty. Se ha puesto malita y, muy desesperada. Nos ha amenazado con cerrar
la Pensión So…; perdone usted, con cerrar sus 15 tarjetas que estaban en nuestro poder: 7 para este su
servidor, 5 para Gonza y 3 para Morgy. Consecuentemente, usted entenderá ¿Cómo poder
seguir viviendo en tamaña indigencia? La presión mediática y nuestra vida
monástica ya resultan insostenibles. Ahora, hasta las empresas editoras de
mediano tiraje se resisten a recibir cualquiera de las producciones que lleven
el apellido Vargas Llosa; inclusive hemos enviado nuestros trabajos con
diferentes seudónimos, pero, igualmente las rechazan arguyendo falta de
creatividad, ausencia de originalidad o el de ser producciones de relativa
calidad; ¿acaso has dado la orden de no permitir la recepción de nuestros
escritos o fotografías en el mundo? No sea malo… señor apá! Tenga en cuenta que
somos Vargas Llosa, lo mejor del Jet Set universal.
PD: en vista de no tener respuesta
alguna de vuestra parte, los cuatro (incluyendo Mommy Patty), decidimos hacerte
el siguiente post:
Estimado doctor Mario Vargas
Llosa: ya estamos cansados de aguantar sus desvaríos juveniles. Indiscutible
verdad que usted es Premio Nobel en el uso de la lengua… española, (la que más
emplea), pero acuérdese que aquí lo está esperando su amada family que se muere
de vergüenza por este scandalette y está a punto de desaparecer por inanición
financiera.
Su familia que de verdad lo
quiere y espera con ansias muchos depósitos… de cariño:
Patty,
Alvy, Gonza y Morgy.
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