domingo, 9 de noviembre de 2025

!ESTE RICO CHAQUECITO!

 Acabada la tareya de sol a sol, y tuaviya con el aijón en la mano, el recio peyón, después de tajpiar andenes de trigo que pareciban llenitos d´ioro; unos cuantos topos de zanauria listita pa´lavarla en l´acequia y´algunas cuartillas d´ialfalfa, luego, luego se planta delante de su picanteriya de shempre. Pone un pie arriba en la primera grada hecha de puro sillar y hace retumbar la sala con su juerte saludo;

-¡Güenas tardes nos dé Dios, mamitay Teresa…habrá quedau un platito de tu rico chakecitooo?

Sabiendo quia´lavez estaba envitando  la consabida respuesta de Dña. Teresa, parada a´ladito de su koncha a medio atizar. Y quien, apenitas escucha la repetida pregunta, casi sin pensarlo, responde:

-¡Güenas seránnn, si vos lo decís… qui´aquistóy listita pa´lo que vos querís…!

-¿Cóm´uestá la cosa?

-¡Rica, como shempre…y´esperandotéee… Pasáaa, entráaa…no te quedís parau en la puerta…que míacís mal terciooo… Y dejá t´uaijón de juntito con las chombas díaquel lauuu…

El mozo deja también su lampa paraditad´iajunto a la banca. Se shenta y s´ialista pa´zamparse el mejor Chake del Puente Grau. Dia´de pronto un bebe de chicha yastá entre sus dedos y lo sonka d´iun solo viaje hashendo tronar el guargüero. Luego, luego, un grato olorcito viene por los aires dende el rescoldo de la koncha, es el d´iaquel conociu chupe que viene chorreando amor por tuito su camino. Las ganas se disparan. Aquí llega y parece estar hirviendo tuaviya en la hondita chuga o plato de barro. Aysito tamién viene de la mano tuita la bravura del verde llatan, que lo precede dende el primer bocau del chupe obligatorio del lunes.

El tonkori s´iace agüita por chaullar el primer bocau d´este plato bendito que pareciera pagar al esfuerzo de cada peyón o al antojo del patrón; porqu´es comuñón de labrador y bendishón del Pueblo. Y aquí llega asentau en cuna de barro este manjar divino entre manos amorosas y firmes. Y aquí comienza el banquete; pareciera qu´ial meter la cuchara en este laguito colorau, cada disparo calienta hast´el alma y se hunde una y´otra vez, como queriendo rubuscar un cogollo de paz y llenura en cada papa masticada; en las verdes habitas que s´iadelantan al dulce zapallo qu´ioy es pura miel de Yumina y los dientes d´ese choclo que le mete una sonrisa al siguiente bocau ande aparecen las cabecitas de los chuños junto con los restos del chicharrón que l´uacen más esperau cada inisho de semana.

 Pero es lunes y como todos los lunes de hoy y dende shempre, este mozo tuaviya con la juerza d´iun toro maltón, llega trotando a pura pata y´un hambre de la rejijuna. Sí, puesss…está metiu en su caldo juertemente picante donde s´iofrecen fragantes verduras abrazadas a los trocitos de tripas y carne que son el alma del diya. D´iadebajito del repollo hay blancas bolitas de patasca que se deshacen  suavemente entre los dientes apuraus que los terminan de moler y preparan otro bocau qu´es como tocar el shelo junto con cada bebe de chicha, dispués d´iaquella cucharada llenita y apapachada con lo quemante del rocoto moliu en el batán con cebollita y culantro llamado llatan.

Pa´cerrar el banquete, al final, sin duda alguna, se sentiya la presensha del atadito de yerbabuena, orégano y culantro que l´uace endiabladamente rico y fiero;  tan, tan fiero y tan amoroso, qu´ia pesar de todo, ese llatan de los mil diablos hará su despedida lueguito y ese recíproco amor de goce y llanto en el culantro será buscado como nunca, al lunes siguiente… Y otra vez se oirá la misma voz, el mismo pedido con el pie metido en la misma puerta:

--¡Güenas tardes nos dé Dios, mamitay Teresa…habrá quedau un platito de tu rico chakecitooo?

 

 

 

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