No vi pasar ni siquiera su bata blanca de galeno -para nada- a pesar de estar con dos potos de botella de un verde intenso sobre ambos ojos y además, no creía estar frente a sus desorbitados ojos y las manos afanosas de aquel famoso oftalmólogo pintado como atento, compresivo y muy humano; quien, sin embargo, después de pegarme una escaneada maliciosa, jugando con sus gruesos lentes entre sus dedos, había visto en mí una pensión asegurada, terminando de auscultarme a puro ojo, me dijo, colocándome una mano sobre mi hombro:
-No se
preocupe, querido amigo, su caso, requiere de una operación muy simple…como que
la puedo realizar en un dos por tres y con los ojos cerrados…solo e voy a
cobrar… digamos…
.¿Cuánto,,,doctorcito?
Tenga piedad…que por este problema de la vista, no pude trabajar y…dudo mucho
que lo haga después de la… (Yo juraba que lo ablandaría;
buscando un escape a mi ausencia completa de liquidez).
-Repito,
querido amigo, como la puedo realizar en un dos por tres…solo voy a cobrarle…
digamos… (pero seguían brillando sus ojillos). -Además,
usted va a ver cómo…
-¡Claro que
tengo que ver…después de la operación…¿Cuánto, me dijo? (desesperado)
-¡Diez mil!
Y… comprendiendo su situación actual… (Lo miré y
juraba que estaba simulando)
-¿Me va a
rebajar? ¿Cuánto? (Chorreando agua por todo sitio)
.No puedo
rebajarle, porque, usted sabe… el alquiler de la Clínica, el pago al médico
anestesista, a la enfermera y…me olvidaba, las medicinas, los materiales y
además…el costo del instrumental… Pero, como usted me ha caído muy bien…le voy
a dar los tres meses que faltan para llegar a diciembre; o sea…!Ni lo va a
sentir (Y apareció esa risita maliciosa otra vez)
De solo
imaginar que en verdad ya estábamos en setiembre y lo poco que pude conseguir
prestado, había servido para el pago de las consultas y los exámenes previos,
se me nubló la vista y solo atiné a preguntar estúpidamente:
-¿Y si
posponemos la operación para enero? (Poniendo
cara de estúpido)
-¿Para
inicios del nuevo año? Mi estimado, calculo que para ese tiempo usted debe
estar con gafas de soldador, bastón en ambas manos y provisto de un perro lazarillo
que lo pueda guiar… aunque será muy difícil conseguir uno que sea bueno y
cómodo… (ji, ji, ji)
-Pero, doc,
solo sería para que me conduzca… (No funciona;
¿Qué hago?)
-¡La única alternativa que queda es la intervención
quirúrgica este fin de semana y en diez días, estará con una visión de águila! (Frotándose frenéticamente ambas manos)
-Con una de
lechuza me conformo; pero… (Fingiendo resignación)
-Anímese, que
este fin de semana, tengo listo el equipo completo y mañana mismo, los convoco.
(Un intento más y cae este pata)
-¡En este
momento es imposible, doctor! Salvo que me haga otro préstamo para el adelanto…
(Si esto no me liga… estoy frito)
-¡Claro! Ya
veee… Tan solo es cuestión de querer operarse… (La última
chance)
-Y me estoy
haciendo, doc… (Y me iba encogiendo)
-Por siaca,
conozco de una Cooperativa de Crédito que bajo la presentación de una prenda le
puede otorgar dicho préstamo a bajos intereses… ¿Seguro que tiene muchas cosas
de valor, nooo? (Con esta lo tengo de las orejas)
Desesperado,
por no poder disponer de aquella suma que me permitiera operar del orzuelo,
solo pudo contestar:
-Sí, doc,
¡Tengo un par de huevos! (Solo me queda impresionarlo)
-¿Cómo dijo?
¿Qué le pasa? Es una falta de respeto; por favor…
(Visiblemente alterado)
-Un par de
huevos de avestruz… (¡Ufff)
-¡Ahhh…pero
eso no vale ni mil soles! (Despreciativo y molesto)
-¡Son de
plata pura, bañados en oro! (Mi As bajo la manga)
-¡En dos días
realizamos la operación! No se diga más; mañana hacemos el negocio. (Al
fin cayó)
Mientras
tristemente iba cabizbajo y meditando sobre la propuesta que había ofrecido;
entre suspiros cada vez más intensos me decía:
-Todo lo que
uno se pierde por ser un pobre mortal y no tener los huevos de un avestruz… aunque…
muy bien me los podía pintar. ¡Me quedo con mi orzuelo!
Plop!
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