¿Qu´estoy tan enamorau común burro d´iaño? Es un hecho; qu´estoy mal de l´azoteya por tus lindos ojazos, tu dulce trompita tan rica com´ún güen guñuelo, sin dejar pa´nadita tuito lo demás, que por sherto, tenís tus cositas y´alguito más…n´uay duda alguna; que d´iotro lau, estoy que no como bocau, ni duermo un solo ratito dende que m´ias jondiau bien lejos, apenas m´iacerqué pa´ declararte tuito m´iamor, lajlando com´un pavo emborrachau. Pero bastó e´lecho de querer confesarte m´iamor, justo dispués d´iaber huañau con ese fresco huano d´isla, aquellas verdes cuartillas de maiz de tu tata y, lo peyor, ese tremendo olorcito miyo se sentiya a tres cuadras a la redonda, espantando a cualquier mortal como s´iubiera catiau al mismito diablo embarrau en azufre y porqueriya.
Ni bien sentiste mi presensha y´aicito nomá,
volaste atihuayada ante mi rico aroma que d´iaseguro se te metió hasta lo más jondo
de´lalma y lo peyor; te cayiste com´ún sac´ue papas y te dio ese terrible
soponsho en plena vedera… Y´asta tuvo qu´iacudir tuita tu jamilla para mandarte
encima una cantarilla d´iagüita d´iazar; ya que no volviyas pa´nada y más
pareciba que te nos ibas; pero bastó con mencionar mi nombre y otra vez abriste
los ojos, p´espantarte d´iadenuevo y luego, luego, te paraste y´asustada,
remangaste las polleras y trote, trote, safaste como alma que lleva el diablo.
Pero pa´que sepís, aurita, tampoco puedo oyir
tu lindo nombre y cada vez que l´oigo, no aguanto nadita en m´iarrebatada torocma;
entro en trompo dando güeltas com´ún borrego torniau, güeltas y más güeltas
hasta cayerme patas p´arriba y m´iolvido hasta de mi santo; además, el pecho sem´iasuraina
y me voy en puro suspiro. Con mucho esjuerzo, abro mis chognis ojos y trato de
respirar a jondo, pero se me escapan mis penas por tuito mi puerco y tengo que
taparme la nariz con lo que seya pa´ que no me chape otro soponsho y tamién
ponga en ajetreyos a mi jamilia entera.
Mas, decíme, alma de m´ialma, ¿qu´ias hecho vos
conmigo? ¿De qué t´ias valiu pa´tenerme, diya y noche tuito humpo, sin querer
lajlar con nadies; catiando solo tu linda figura, pero se me chorreya de las
manos y´allí me quedo tuito asurainau y se me viene una sarta de recuerdos y
solo me pongo a soltar riyos de llanto, socando los mocos a más no poder…pa´luego,
luego, terminar con una reyata de suspiros qu´iasta la fecha no paran y ya
m´ianpuesto como mote: “El Koro Enamorau” y´otra vez güelven tus ojitos;
mientras los miyos siguen chognis de tanto imaginarme tenerte a mi lau; luego,
m´iadispierto y aicito nomás no t´encuentro; entonces, chapo mi huacali y mi
poncho…trote y trote me largo a mis tabladas de maiz y de trigo pa´ que se me
pase esta jedequeriya. Me chipo a´ise viejo molle y me pongo hacer la liga
pa´aunque seya, dedicarme tuito el maldito diya a chapar jilgueros y canarios…pero solo cayen tankitas
y otra vez se me atraviesan tus lindos ojos y tus labios rojos… y ya no sé
qu´iacer.
Anoche, muy a´priocupada vino mi
mamita hasta mi cama y quiso mandarme un vaso de aceite de ricino porque creyía
que estaba con el estómago cargau y como vido q´uestaba ardiendo en fiebre y
casi me dentra una tembladera, no le quedó otra que llamar al Agüelo Beno,
conociu como el médico de la jamilla.
Apenas me vido el bondadoso viejo, me tomó el pulso, puso su mano más callente
que mi frente, y dijo:
-¡Hay que ponerle unos emplastos d´iorines…pa,
bajar la fiebre y dejarlo así nomá hasta mañana; pero si sigue la calentura, hay
que llamar a doña Eduviges, la matrona de tuito el barrio…ella sabe santiguar…
y que le pase el huevo… ¡Nues nada grave! ¡Hasta mañana!
Yo sabiya que la doña, además de
curandera, tuitos los koros, le deciyamos “la bruja” porque hasta sabiya curar
los racays, sacar la suerte y´hacer parir a las qu´estaban con dolores de
parto. Pero… también se contaba en nuestras reguñones secretas con toda la
gallada que cuando una persona no le cayía nada bien, entonce, ella sabiya
hacer daño y´asta los haciya meyar p´atrás. Esa noche no pude pegar los ojos,
pensando en que la doña, dende su primera catiada, sabriya lo que m´estaba
pasando toda vez que m´iabiya chapau varias veces tratando d´iacercarme a´ysos
ojos verdes, que con un solo aleteyo de sus negras pestañas, y´estaba rendiu
como un burro tieso al catiar a su pareja apenas sentiya su olorcito.
Seriya más o menos las shete de la
mañana y ya sentiya sus gritos de la doña en pleno comedor, lajlando sobre las
bondades del desayuno que l´iaviyan invitau. De seguro qu´iaurita me caye por
aquí; mejor me cambeyo la ropa y l´espero listito pa´quiaga su tareya. Efectivamente,
al ratito, y´estaba dentrando a mi curto dishendo: ¡Güenos diyas nos dé
Dios! Y que la Mamita de Chapi m´eilumine pa´sacarle el diablo aysta wawa…que
yo ya sé que l´está pasando:
-l´acabo de ver a tu Lindaura y
m´iadicho que t´espera en el Molino pa´yirse juntos a l´escuela…
¡Y, por Dios que se me pasó este bendito
hechizo!
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