lunes, 3 de julio de 2023

¿ANTÁ...LA CUCHUNA?

 Por varios diyas l´uabiya catiau, dende las primeras horas de la mañanita con la torocma metiu en su pequeña habitashón qu´iasiya las veces d´iaquel su queriu taller d´iajunto nuestra rica huerta que, por estos tiempos, andaba chipadita de brembillos pintaus entre verde y amarillo porque y´andaban a medio madurar, los aurimelos y´astaban pa´meterles el diente, y´esos blanquillos muy a punto; d´iaseguro que d´esta tarde no pasaban.

Allí, lo vide outra vez, bien parau al tata de mi tata, quien solo me recibiya cuando le deciba papá grande  cuando salíyamos trote a la recoba o p´ande sus compadres, ya seya pa´comprarles maiz, trigo, algunas verduras o simplemente pa´lajlar de las güenasmozas maltonas qu´estaban pa´jondiarles un güen piropo; anque sabiya q´uera mejor cantarles una de tantas coplas que miabiya aprendiu en los carnavales. Allí lo vide, estaba empeñau en su tareya de poder terminar d´ihacer una amorosa cuchuna. P´aiso s´iabiya conseguiu un pedazo de palo, corto como p´empuñarlo con suma facilidá. L´estaba boliando un cabo pa´quese mango n´uaga daño al cogerlo y ya se aprestaba a meterle un clavo callente por el otro lau y hacerle un hueco sufishente pa´que pueda dentrar uno de sus laus d´esa  cinta de fierro doblada en forma de gancho, habiéndole sacau filo a la parte d´iadentro d´esa menuda hoz hecha con tantito más qu´empeño y cariño.

D´iadepronto, a los tres diyas creyo, soncando los jarros de leche en pleno desayuno y sentaus en la gran mesa del comedor, le vide que m´estaba huaspiando bien seguiu. Y pensaba: ¿Qué se traye este mi tata? Algo me tinca que y´estoy asicito de ser fregau…

-Maber…Panchito, hijito, ¿qué vais hacer esta mañana?

-¿Por qué?

-¿Porque qué?

-¿Por qué, tata grande?

-Así…muy bien; pero nunca t´iolvidís… Maver…!Te necesito!

-¿P´ande me vauste a catatar? Porque yo paro muy ocupau tuito el santo diya…

-¡Juera, juera, perrito chogni! ¡No t´iagáis, conmigo! Que bien sabemos de la pata que cogiáis…¿nooo?

-Güeno…güeno. Solo deciya…

-¡Vamos… a coriar! Per´uesta vez tenís que cargar tu propia cuchuna y tu sombrerito huacali… Son ocho cuartillas que tiene la tablada qu´esta llenita de coras…Y ya tenemos que almiar los terrenos pa´la shembra del trigo…

-Pero… yo nunca he metiu la mano en la coriadera y…además no sé cómo s´iace eso…

-No t´iagas…que bien te huaspiau limpiando tuita la cora en la huerta de tu vecinita, la… ¿cómo se llama esa guagua linda?

-¿La Lindaura? Nooo…nunca le coriau nada de nada y d´iaseguro cuando m´ias vido, estaba jugando con su cuchuna…

Se remangó el poncho de alpaca, metió la mano con mucho entusiasmo en uno de sus bolsillos, se sonrió y sacó, cual su mejor trofeo aquella herramienta chillantita y recién terminada, que además la había forrado hábilmente con tela y amarrado con pita, para una mejor manipulación de su guagua.

-Güeno, Benito, decíme…¿M´aicomapañáis o no? Vos te lo perdís...

-Dígame, tata grande, ¿qu´es aquello que me´guá perder?

-¿Quéee…n´uadivináis? Si vos sabís que cada que m´iacís caso, shempre te compro algo o te llevo ande mis comadres pa´envitarte una sabrosa matasquita o un estofau d´esos pa´chuparse los dedos; anque aura he vido que t´está gustando los endiablaus rocotos rellenos que prepara la Teresa…Sí, peee…esa mi comadre, tiene unas manos…que Dios se lo pague.

-Y´esta vez, ¿qué m´ias preparau?

-Algo más importante que un par de caucachos nuevos, q´iuna camisa; q´iun trompo o una docena de bolas chillantitas…Es algo que te gua dar por primera vez…

-¿Qué será, qué será? Algo mucho más importante… Hummm…

-Empezar a ser un hombre d´iaverdá!

-Pero…tata…si soy todo un hombre y bien machito…como mi tata y el tata de mi tata.

-No me entendís. Hoy, vais empezar a trabajar en la chacra. Chacra qu´en unos años será tuya y qué mejor que la conozcáis dende adentro, dende ser un peyón, pa´que sepáis lo qu´es poner el lomo, lo que cuesta sembrar y lo tenís que cuidar pa´que nuca desaparezca.

-Pero…¿cómo?

 -¡Aquí tenís t´uerramienta! Cuidaláaa mucho… Mirá qué de´bonita m´ia quedau. Tamien t´ialistau un mantel pa´que podáis catatar algunos choclos negros del Aquilino…qu´el domingo vamos a preparar una huatia y ya tenemos las papas salamanca, las habas maduras y´el queso fresquito; la carne y´astá contratada en la Recoba de l´Antiquilla y con los choclos ¡Y´a tenemos listo el pastel! ¡Apuratéee…!

No había forma de contradecirlo, sabía cuánto me quería y todo lo que sabía, él me lo había enseñado con mucha paciencia y siempre me tenía una sorpresa después de haberle hecho caso o cumplido con alguna tarea encomendada. Se quitó el poncho prontamente y sabía que iría a su cuarto para coger su sombrero, alistar su pala y ponerse su sombrero huacali de toda su vida; a pesar que debería haberlo abandonarlo desde hace mucho tiempo atrás.

-¿Por ande vamos, tata grande? ¿Cruzamos por el Molino San Juan o dentramos por ande Vivanco? Porque la lloclla a´dentrau y a´cargau much´agua…

-Vamos a´yir por ande “Las Ratitas”, d´iaseguro que vamos a tacpiar un tantito más, pero han colocau tres troncos de ocalicto a manera de puente y´es más seguro… Pero… ¿qu´iá pasau? ¿D´iande m´ias sacau ese huacali nuevito?

-Es de mi tata…pero ya le pedí permiso…

-Muy bien, así se hace shempre. Pero si vos tenís tu huacali casi nuevito…

-¡Per´ues que ya soy tuito un hombre!

AREQUIPEÑISMOS: basado en el Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo. Carpio Muñoz

Aurimelos: dulces duraznos

Brembillos: por membrillos

Caucachos: zapatos viejos

Catatar: llevar, arrastrar

Catiar: fisgonear, atisbar

Chillantita: nuevita

Chipadita: llena, plena

Chogni: legañoza

Coriar: quitar la mala hierba

Cuchuna: pequeña hoz metálica rústica

Huacali: sonbrero típico de alas anchas con caída anterior

Huaspiar: vigilar, atisbar, espiar, acechar

Jondiar: lanzar, tirar

Lajlar: hablar, comentar, criticar

Maltona: muchacha adolescente

Peyón: por peón

Recoba: mercado de abastos

Soncar: beber, tomar

Tacpiar: caminar con dificultad, andar

Tinca: (me tinca) por me parece o me suena

Torocma: cabeza, mente

 

No hay comentarios.:

Publicar un comentario