NdR: es un hecho que estos evangelios y algunos otros, hayan sido declarados apócrifos por el Convenio de Nicea, por ser atentatorios al machismo existente y a la unicidad que reclamaba la organización de la Iglesia Católica en ese entonces; asimismo, que tan solo estas son ficciones literarias basadas en los Rollos de Sumbay y que pretenden alcanzar distracción y/o generar un soplo de humorismo a través de una sonrisa de usted, mi querido lector.
LAS BODAS EN CANAÁ
DE GALILEA
1. A
los tres días después de haber conseguido convencer a sus primeros discípulos, El
Rabbí estaba muy emocionado, nos juntó y nos hizo saber acerca de la
celebración de unas bodas y que quería estar con nosotros, sus hermanos y su
madre. 2. Y dirigiéndose a mí, me clavó fijamente sus poderosas pupilas y quedé
más prendada que nunca y casi pierdo la túnica, única prenda interna, externa y
de amplios usos. 3. Muy solícito me llamó y dijo: “Maricucha, tienes que llevar
algunas hermanas, primas tías, sobrinas y demás, que le metan full a la danza y
al vino. 4. No pude escuchar lo demás porque caí en sus brazos y solo volví
cuando estaba sentada en sus rodillas. 5. Ya me imaginaba a María, su madre,
diciéndole: ¡No puede ser… aquí no, hijo… que ha venido medio Canaá; además de
Anás, Caifas y todo el sanedrín… y nos están mirando! 6. Solo atiné a bajar la
vista y asentir en completo silencio, pero estaba colorada hasta las pantorrillas.
Prestos, todos acudieron a la fiesta y el trago no se servía en vasos, sino
directamente de los odres. 7. La música estaba a todo dar y tan solo bastó un
guiño de mi Rabbí y el rabo, digo, la cola, tuve que meterla dentro de la
túnica porque estaba roja de impaciencia y deseos de mover la cintura cual hetairas
negras del Egipto.
-¡Jesu, se ha
acabado el vino, hijo!
-¿Y qué esperáis,
madre? ¿Que hagamos una chanchita pa´comprar un par de tinajas? ¿O qué otra
cosa esperáis de mí? Porque estoy recontra aguja y a Judas Iscariote, mi prestamista,
ya le debo como 30 monedas y… lo principal, ¡Os ruego que no me delatéis
todavía… que estamos lejos de la hora nona y tenemos mucho tiempo para seguir
festejando esta unión de los amigos; además, mira, las chicocas están… ¡para comérselas!
¡Jesús! ¿Qué
es lo que están oyendo mis oídos? ¿Qué os pasa? ¡Cuidadito que me saco las
sandalias y…! Bueno, ¡No os hagáis el recio conmigo, Jesú… que se me sale todo
lo judío que guardo bajo la túnica y estás judío; así que…! Please, hijito,
solo una media docena de tinajas y no os exijo más por este día.
8. Y su madre dijo
a los sirvientes: “Hagan lo que Él les diga”.
9. Había allí
seis recipientes de piedra de los que usan los judíos para sus purificaciones,
de unos cien litros de capacidad cada uno. 10. Jesu dijo: -“Llenen de agua
todos los recipientes… pero con agua bendita”. 11. Y Los llenaron hasta el
borde. 12. Jesu hizo unos cuantos pases mágicos y mandó: -“!Abra Kad abra! Saquen
ahora y llévenlo al mayordomo”. 13. Y ellos se lo llevaron. 14. Después de
probar este, dijo: -¿Qué es lo que sucede? Primero sacan un rascabuches de cinco
céntimos la arroba y al final sacan el mejor vino… ¿Acaso vacacionan en Camaná?
15. La pachanga
duró hasta últimas horas de la madrugada y Jesu no soltó ni por un segundo a su
preferida. 16. Apenas se enteraron del chisme, los amados discípulos creyeron
en su gloria. 17. Posteriormente, toda la mancha se fue a Cafarnaún incluyendo
su madre, sus hermanos y sus discípulos.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario