ODA MÍSTICA
I
Sé quia
trascurriu mucha agua bendita baj´uel Chili
y sigo con
la misma correntada, diya tras diya; año tras año:
lajla conservador,
regionalista, patriotero o chauvinista.
Y me
reclamáis dende siempre, como si juera una mula,
terca,
tiesa hast´insoportable.
Pero
seguramente, vos no sabís:
que dende
el inicio de mis tiempos, hubo:
inmensas
chacras cargadas d´iolor a tierra fresca;
música que
m´iacunó entre sentidos yaravíes,
qu´ialimentó
m´ialma con ricas papayas diminutas,
con
choclos cabanitas y rocotos gigantescos;
que
cobraban entrada y salida.
Criau
baj´uese clima serrano que t´iacerca al cielo cada mañana,
con ese
inmortal sol veniu con el Angelus, dende´l Misti.
II
Luego,
luego, jui amamantau con jora de guiñapo negro,
y
jui meciu con incontenibles temblores,
que
botaron miles de veces, tuitos los racayes de sillares;
pero
jui acolpachau en un racay pleno d´iamor y de cocachos;
de
religioso andar hasta los tuétanos;
que
m´icieron experto domador de cuches y tankitas;
más
lueguito: amante d´esos muslos qu´envitaban a catatarlas
dend´ese
su burro lechero y comérselas a besos, enteritas
y
por las noches, después del canto del chihuanco alcahuete,
estar
metius, casi calatos, entre cómplices alfalfares,
pa´cuentarles a todas, dulces palabras al oído, mientras
l´iacariciabas
los pechos y te chipabas hast´esas trenzas d´ioro,
tuitos
tus empujes por conquistarlas y de tenerlas.
III
Entonce,
pueee… ya sabís porque canto cuando quiero,
perpetuar
mi especie de sillar, conservar la esencia de mi vida;
y´entonar,
mismo gallo, cada mañana, que dispierta entusiasmau,
pensando
en sus pollas deseosas d´ese diya,
y
de tuitos los siguientes diyas;
qui´además
se nos viene la Fiesta de la Mamita de Chapi,
junto
con los conocius repiques d´iamontones
repicaus
alegrones por campanas cantarinas, y
las
revoltosas troyas de cuetes que parecen apurar
aquellas
recuas de mulas, que nos trayen harto ccapo,
en
esperadas vísperas de fuegos, luces y castillos;
y
los sones de ccaperos, qu´ianque estemos patacalas,
le
romperemos al suelo, tacpiando primero, loncas pampeñitas,
y
luego, luego, por segunda: los endiablados huayñitos,
amenisaus
con puro chimbango qu´iace sonccar el toncori,
hasta
el diya siguiente, a las seis, en la plaza de Cayma,
pa´
zamparnos rico adobo, con callente té-pitiau,
con
sus panes tres cachetes, más dos botelllas del puro Nájar,
y´empezarla
dia´denuevo. ¡por eso!
¡Yo
canto y cantaré!
IV
Porque las
sagradas notas del tata de mi tata,
n´uan
cayiu… ni cayrán en saco roto…
pal´contrario,
serán sembraus en güena sementera.
¡Y´es
ley de leyes! Pa´tuitos nosotros,
como
cuando nos vamos a la misa…
y
juramos al Tatito, cumplir sus sagraus mandamientos,
a´síes
nuestro parlamento, con esta tierra bendita,
llamada
¡AREQUIPA!
Pues
a pesar de ser unos cuantos tantitos…
y
redepente… a punto
d´iacabarnos
muy prontito;
si
no dejamos el sello sagrau en güenas manos,
a
los chilpes que vienen por detrás,
que
lo repitan, como si jueran a dejar de respirar,
a comer, amar o soñar,
por
los siglos de los siglos… ¡AMÉN!
DICCIONARIO
LONCCO: basado en Diccionario de Arequipeñismos de Juan Gmo. Carpio Muñoz
Acolpachau:
arrimado, recogido, juntado.
Ccapo:
yerba seca de las alturas. Era el combustible de las panaderías.
Caperos:
músicos populares, aficionados.
Catatar:
llevar, arrastrar.
Chihuanco:
pajarillo de regular tamaño. Parecido al tordo.
Chilpe:
ccoro, niño, pequeño.
Chimbago:
bebida en base al higo.
Chipar:
trepar, subir.
Lajla:
hablador
Pampeña:
baile típico de Arequipa, a manera de una marinera.
Racay:
vivienda rústica, improvisada.
Redepente:
de repente.
Sonccar:
tomar, beber profusamente, haciendo sonar.
Tacpiar:
caminar dificultosamente por los zapatos gastados en especial sus tacos.
Tatito: diminutivo de tata, papá, (fig. Padre
Santo)
Tankita:
pajarillo de la región. Gorrión.
Té
pitiau: té piteado. Sonido del pito en el hervidor.
Toncori:
pescuezo. Tráquea.
Troya:
serie de cohetes para reventar en una fiesta popular.
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