Crónica de una muerte esperada por: Carlitos III
Sin lugar a dudas que, cualquiera
de las 44 viejas monarquías que persisten, sea por acción impuesta a la prepo y,
consecuentemente, hayan esclavos que las sigan manteniendo graciosamente en
Japón o Las Bahamas, formando,todavía, parte de este mugroso mundo; más, será
el cómplice tiempo, el que también las ha vuelto más que previsoras. Tanto así
que S.M. Chabuca III, la reciente extinta reina de Inglaterra y demás islas del
mundo, quien ya en los 60´s, en plena facultad reproductiva, digo, impositiva y
ante cualquier forma de deceso in her family, o especialmente el propio,
estableció, visionariamente, el denominado “Protocolo de London Bridge”; donde,
establecía una serie de acciones, sobre todo aquellas de índole económica y,
sin real asco, de un plumazo, las redujo al mínimo, suponiendo que para aquella
luctuosa fecha se encontraría, cual tortuga de su reino, frisando el centenario
y con una inmensa concha más dura que un
viejo quelonio de Las Galápagos.
Todas estas órdenes serán cumplidas
al pie de la letra; allí se prohibía malgastar los dos peniques destinados para
su real deceso y, como otro sí, disponía todas las acciones mortuorias para el
desarrollo tan exacto, como las campanadas del Big Ben; asimismo, cada pago
real sería publicado oficialmente en todos los medios afines al London Times.
Es así que dispuso el qué y el cómo sería, específicamente el suyo, con un recatado
velorio a guardar bajo siete llaves en toda la Commonwealth y luego, tener un cortejo
-too cheap- en la Abadía de Westminster, metiéndola a como dé lugar en la estrecha
urna de su esposo, tan solo para seguir economizando gastos a la corona; pues
ya presentía de algunos apetitos monetarios desmedidos por parte de algunos de
sus parientes, especialmente de un descendiente directo a quien bautizó con el
nombre de Carlos, el que desde muy chico mostró inocentemente un fuerte rechazo
a todo aquello que significaba chamba, sudor y esfuerzo; salvo que se tratara
de cobrar religiosa y humildemente cada semana su millonaria pensión real.
Hasta la fecha no se conoce ni real,
ni oficialmente, cuá es la causa real de la muerte de Chabuquita, (pues es una
prerrogativa propia de la corona británica) (Vid. Diana de Gales), y además, la
longeva The Queen, ya está guardada en su piyama de madera, macerada en
incienso, mirra y cien litros de Colonia Inglesa; porque además, su esforzado
primogénito tendrá que cumplir con el Protocolo de London Bridge, antes de
guardarla indefinidamente dando cumplimiento al Protocolo de Unicornio y este
al de London. Y es que los británicos son más agarrados que un árabe en jodas o
peor, un judío de poca monta.
Una vez conocidos la serie de
protocolos a cumplir por todos los dolientes, simpatizantes y demás pretendientes
a sentirse caballeros enlutados en la rubia Albión y demás creyentes deudores en
esta negra mermelada; con todo respeto y resignación, pasamos a dar a luz,
mejor diremos, sacar a la luz, todos los pormenores en estricto cumplimiento de
las benditas disposiciones, propias del real cortejo fúnebre:
- Una vez
certificado el fallecimiento de The Queen, Carlitos en este caso, por
primogénito y con exclusivo derecho a las millonarias arcas reales, saldrá
corriendo para oficializar el “Día D” o Death Day, clave lista para
oficiar el deceso a la BBC y el gobierno en el Palacio de Buckingham;
- Inmediatamente
y por pedido del acongojado pero valiente primogénito, ordeñará, digo
ordenará a su Primera Ministra, todo lo estipulado mediante las palabras: “London
Bridge is down”, o sea el Puente de Londres se ha caído y alístame la
llave de la caja fuerte del reino… no vaya a ser que my Little brother Henry…;
- En diez
minutos, todas astas del reino se erguirán izando sus banderas a media
asta.
- A los
diez días del fallecimiento, se efectuará un funeral de estado; es decir
dependiendo del estado en que se halle el cadáver; para tal caso, Carlitos
llamará a su hermanito para tenerlo ocupado y a la vez, pueda comprobar
cómo huele la benemérita, porque al él le costaría mucho trabajo intentar
hacerlo;
- Durante
dicho lapso, los asuntos de gobierno estarán también muertos; mientras se
da un espacio para que Carlitos pueda dejar a su otra vieja y se vista
convenientemente. Luego, el príncipe Carlos es proclamado oficialmente
como nuevo Rey a las 10:00 horas. La entronización de Carlos también tiene
un nombre clave: "Spring Tide” o "Marea de primavera". Tal
vez por su continua afición a sentirse mareado, aunque él asegura que es realmente
abstemio.
- Como la
reina madre ha fallecido en Balmoral, Escocia, se dará inicio al Protocolo
Unicornio y será trasladada en
tren; de no funcionar el train, debido a los reclamos pendientes del
personal ferroviario, en cuyo caso se podrá alquilar una serie de
mototaxis y llevarla por partes;
- Finalmente,
el cuerpo será llevado de Escocia, con permiso oficial del IRA, el que
todavía se muere de ganas por ver a la occisa;
- Del día
4 al 9: se realizarán las operaciones "Lion" ("León")
y "Feather" ("Pluma") las cuales son declaradas
altamente secretas por lo que pueda ocurrir con algunos disidentes venidos
del norte;
- Publicación
de un bando real que dice: todos los súbditos de la corona están obligados
a cerrar el hocico por dos minutos en todo el reino unido y se les otorga
un día de fiesta para que puedan descansar, siguiendo el ejemplo de
Carlitos III;
- Apertura
de una procesión a la Capilla de San Jorge en el Castillo de Windsor,
donde se dará el último adiós a The Queen, para luego estar, por fin, al
lado de su marido, el príncipe Felipe.
Menos mal que
el pobre, ya está muerto… porque hasta ese momento gozaba de una eterna
felicidad.
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