lunes, 23 de mayo de 2022

UNA CUESTIÓN DE OPINIONES

 Alguna vez cuando me pidieron un concepto franco sobre mi huevo; sí, digo bien, no del huevo en general o el de un determinado espécimen. Pues el caso en cuestión estaba referido, sin lugar a dudas,  a mi huevo; es decir, al que tenía entre mis manos, sin que esto signifique que yo sea un exhibicionista de la gran flauta ni mucho  menos.

Solo diré que dicho cuerpo de forma ovalada o medio alargada, con tamaño y dureza variables; que además es un cuerpo propio de especies que mantienen (o adquieren) una concha a prueba de balas… sobre todo, cuando les va a recordar su ronchaza pendiente de pago y que también esta especie conchán incluye algunos quelonios de verdad, a los arrastrados reptiles de siempre; a la gran variedad de sujetos voladores y casi la totalidad de insectos e invertebrados inexistentes o desaparecidos… a la hora de revisar las listas de algunos sinvergüenzas existentes en toda esta tierra full tarjetas de crédito, tanto como de incautos prestamistas.

-Pero… volviendo al huevo…¿el tuyo, choche? ¿Era uno o dos? Porque…

-Claro, tienes muchísima razón mi querido Judas… ¡He aquí que su precisión hace la diferencia, porque…

-¡Mucho más si lo o los tenías entre las manos… Asume otra connotación; produce otro efecto y puede llevar a múltiples evocaciones y dobles sentidos…!

-¡No creo! Porque los míos eran decididamente de mi propiedad y así, en la vida podían ser de quelonio con o sin concha… de un pobre e indeseable reptil capaz de arrastrar con su sola cola a toda la familia; mucho menos de un alegre y saltarín cusi-cusi o de una maldita araña ponzoñosa que con solo verla de improviso se te escarapela el puerco y la impresión te puede llevar a convertirte en una vulgar cucaracha digna de un olímpico pisotón, cuyo crajjj te hace pensar que posee esqueleto, y que al ser pisado semeja un crujir de huesos increíblemente increíble…

-¡¿Entonces…?!

-¿El mío? Porque en realidad, como lo advertí inicialmente, solo era uno y no era blanco, ni estaba calientito, como recién puesto o salido y expectorado… dentro de un noble nido o el cajón metálico colocado para tal fin en una granja avícola. ¡No! ¡Este era un huevón! Tampoco me refiero al dueño…

-¿Entonces? Porque ya me estás troleando…

-¡Era un señor huevo! Por donde lo miraras, era rosadito, pues conservaba su textura a pesar de que me quemaba las palmas y lo tenía de un lado a otro… de una mano a ala otra… ¡Por siaca!

-¿Y no había posibilidades de su ruptura o que su clara no quede tan transparente y coloidal por la acción directa de la yema violentamente sacudida?

-¡Pues no! Y como dije, este era un señor huevón, recién sacado del agua hirviendo y se suponía duro, a punto de ser pelado, con su pizca de salcita encima y presto para ser devorado en un santiamén…

-¿Cuánto tiempo estuvo hirviendo el pobre?

-Como quince minutos… ¡A todo meter fuego!

-¡Muy poco tiempo! Salvo que fuese un huevo pasado…

-¿Pasado? ¿por dónde?

-¡Un huevo pasado! ¿Nunca lo has tomado, casi líquido y con trozos de pan y su poquito de sal y pimienta?

-¡Un huevo duro, es pues un huevo duro! Y tú…¿Nunca has tenido un huevo duro entre las manos?

-¡Claro que sí! Pero para otros menesteres…

-¡Oye! Estoy hablando de comida… de tirarte un huevo…

-¡Eso es otra cosa! ¿Nooo?

-Bueno, el que tenía en mente era para tirármelo…

-¿Así, a medias… medio duro?

-Simplemente, es cuestión de gustos… pues yo esperaba que esté duro hasta la yema…

-Pero…

-¡Nada de peros! Que esa mañana tiré huevo… fue un hecho consumado y consumido… ¿Cuál es el problem?

-¡Ninguno, choche! Solo que yo no me hubiese conformado con tirarme uno solo…

-¡Claro, pueee… fue con su pancito de dos cachetes…

-Para mí, fue suficiente como aperitivo mañanero…

-¡Yo hubiera preferido uno más grande y contundente!

-¡Ah yaaa…! Uno de dinosaurio…

-¡Tampoco, tampoco… con uno de tortuga o de avestruz… tal vez!

-Ya me manifesté, al respecto… tan solo es cuestión de opiniones… ¿O nooo?

-¡Es cuestión de gustos! Pues yo me hubiese tirado un par de huevos

- ¡Tal como los prefieres… serían ¿de pato… o de ganso? Por el tamaño, digo…

-Ni de uno, ni de otro, pues considero que son altamente peligrosos.

-¿Por sus efectos? ¿Por lo de patos?

-¡No, porque son muy pesados!

-¡Ya los probaste! Con razón…

-¿Con razón, qué…?

-Tanto huevo… resulta una gran y real wada…

-Por eso solo sigo con los míos…

-Con tal que no se queden entre tus manos… porque es aún más peligroso…

-Esa manipulación constante te hace parar hasta los cabellos…

-¿Y se puede convertir en un hábito?

-¡Nooo… mucho peor, una adicción a tirar huevo…

-Pero si tan solo es un aperitivo…

-¡Chauuu…woncito!

-¡Chauuu… wonazo!

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